El documento detalla la problemática del agua dulce en el planeta, resaltando que solo el 2.5% del total es potable y que su calidad está disminuyendo por la contaminación y el cambio climático, afectando desproporcionadamente a las comunidades más vulnerables. A nivel global, los mayores consumidores son países desarrollados, y se observan problemas graves de acceso y saneamiento, especialmente en países en desarrollo. Además, se subraya la importancia del nexo entre agua y energía en la región metropolitana del Valle de México, donde la gestión del agua enfrenta numerosos retos debido a la sobreexplotación de acuíferos y las desigualdades en su distribución.