La impresora 3D es una tecnología que permite crear objetos tridimensionales a partir de diseños digitales, y su uso se extiende en diversas industrias como la arquitectura, medicina y fabricación. A pesar de sus altas costuras iniciales y el impacto negativo en algunas industrias, ofrece ventajas como la personalización de productos y la reducción de errores en el diseño. Desde su invención en 1984, la impresión 3D ha evolucionado y transformado la manera en que los consumidores interactúan con la producción de bienes.