El documento discute posibles soluciones para contrarrestar la inflación, que es el crecimiento continuo de los precios de los bienes y servicios. Propone que cuando la inflación está entre 0-9%, el dinero aún puede guardarse en los bancos, mientras que entre 10-99% y 100% o más, el dinero se devalúa cada vez más rápido. Sugiere que los bancos centrales pueden influir fijando tasas de interés más altas y controlando la oferta monetaria, y que las personas deben evitar tomar préstamos.