El análisis sensorial es una técnica clave para evaluar las propiedades organolépticas de alimentos y productos, utilizando los sentidos para establecer calidad y aceptabilidad. Requiere condiciones adecuadas, entrenando catadores humanos como instrumentos de medición, y es fundamental en industrias como la alimentaria y farmacéutica. La evaluación varía según el entorno y el individuo, lo que presenta desafíos para obtener datos objetivos sobre la aceptación del consumidor.