Informe enganchados al movil cpp

ENGANCHADOS AL MÓVIL
Informe de CPP Móvil Seguro
Septiembre de 2012

Informe: Enganchados al móvil Septiembre 2012
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INDICE

1.- EL TELÉFONO YA NO ES UN TELÉFONO

La entrada a Internet no es Google, es el Smartphone

El Smartphone: Medio de pago, canal de venta y banca online

El Smartphone: el Gadget por excelencia

2.- ¿USO EXCESIVO, ADICCIÓN, DEPENDENCIA? UN DEBATE ABIERTO

Jose Antonio Molina del Peral, psicólogo experto en adicciones

3.- EL CONTROL DE MOVILEMIA DE CPP

La Encuesta

El Experimento

4.- TRES CONSEJOS

5.- INFOGRAFÍA: EL MÓVIL, LA NUEVA ADICCIÓN

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1.- EL TELÉFONO YA NO ES UN TELÉFONO
El teléfono móvil ha dejado de ser un teléfono. El móvil inteligente, o Smartphone, es una
herramienta que utilizamos para relacionarnos con nuestro entorno, a niveles muy distintos al de la
comunicación interpersonal. El Smartphone es la herramienta que el ser humano ha inventado que nos
permite interactuar con lo que nos rodea a un nivel muy superior a ninguna otra invención en la historia.
Otro aspecto distintivo del Smartphone es que incluye nuevas capacidades y funcionalidades para
interactuar con nuestro entorno a una velocidad tal que hace difícil poder asimilarlas con normalidad. Es
decir, disponemos de un dispositivo cada vez más útil, lo usamos cada vez para más cosas y en más
momentos diferentes del día. Es la herramienta omnipresente del ser humano del Siglo XXI.

Marshall MacLuhan fue pionero en el estudio de los medios de comunicación. Padre del término
aldea global, es considerado uno de los grandes visionarios de la sociedad de la información. MacLuhan
definió los medios de comunicación como extensiones del cuerpo humano. “Los medios tecnológicos”,
apuntaba, “son herramientas que extienden las habilidades humanas (…) de igual modo que una bicicleta o
un automóvil son extensiones de nuestros pies, la computadora es una extensión de nuestro sistema
nervioso central”.

Decía también el filósofo canadiense que primero formamos nuestras herramientas y luego éstas
nos forman a nosotros y que, por tanto, los medios tienen el poder de modificar el curso y el
funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas. Pues bien, en cuanto el ser humano ha
añadido las características de movilidad e ubicuidad a la computadora, ha entrado en una nueva era. El
móvil está cambiando la forma en la que vivimos. El Smartphone está influyendo en todos los ámbitos de
nuestra vida. Tanto en el terreno personal como en el laboral está generando profundos cambios en los
hábitos de las personas. Y estos cambios que estamos experimentando, en la oficina, en el hogar, de
vacaciones o en momentos de ocio, son recientes y se suceden a gran velocidad.

Vivir constantemente conectado y llevar en el bolsillo un dispositivo tan potente es algo que no
hace mucho parecería reservado a las películas de ciencia ficción. Hoy día, sin embargo, el Smartphone es
considerado cada vez por más gente algo imprescindible para vivir.

En teoría, estas innovaciones nos permiten hacer muchas más cosas que antes, nos hace más libres
porque tenemos más posibilidad de elegir. Este trabajo pretende profundizar en una cuestión. ¿El móvil
nos aporta libertad o, por el contario, nos hemos convertido en seres dependientes, o incluso adictos, de
esta nueva herramienta?

Intentaremos responder a esta pregunta y, para ello, hagamos primero un análisis de cómo
utilizamos el teléfono móvil hoy día.

La entrada a Internet no es Google, es el Smartphone.

Según datos de la consultora Gartner, en el primer trimestre de 2011, el Smartphone superó, por
primera vez, al PC como terminal inteligente más vendido del mundo (107 millones de unidades frente a
85 millones respectivamente). El informe advierte, además, de que su tasa de crecimiento en el segundo
trimestre de 2011 fue del 74% frente al 2,5% del PCs. Aquí en España, informa el estudio La sociedad de la
información hoy, 2011 de Fundación Telefónica, el 76% de los jóvenes universitarios y el 51% de los jóvenes

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trabajadores consideraron los dispositivos móviles como el equipo tecnológico más importante en sus
vidas. España, además, está a la cabeza de Europa en penetración de Internet móvil, con un 20%, mientras
que la media en la UE-27 es del 11%, según datos de Eurostat. Según un estudio a nivel mundial, el 20% de
usuarios a Internet accede ya desde este dispositivo para navegar e n la web, realizar búsquedas,
visualizar vídeos y acceder a las redes sociales, principalmente. Estos usuarios, además, consultan
Internet en el móvil de manera más frecuente que en un ordenador y seis de cada diez usuarios aseguran
que se conecta un mínimo de tres veces al día, aunque son sesiones más cortas. Mucho se ha dicho ya
sobre Google como puerta de entrada a Internet pero el Smartphone y el mundo de las aplicaciones han
cambiado esa realidad momentánea y fugaz. Incluso Google hace tiempo que empezó a apostar por sus
propios terminales. La mensajería instantánea, la actualización en tiempo real de los perfiles en redes
sociales y la consulta de información donde y cuando queramos son capacidades reservadas a los
dispositivos móviles.

El Smartphone: Canal de venta, banca online y medio de pago

El e-commerce a través del móvil ha experimentado un importante crecimiento. Conocer la
ubicación de un artículo, qué tiendas hay próximas a ti o la opinión de otros usuarios sobre ese producto o
servicio en el lugar y en el momento de la compra es posible gracias al móvil. Según un reciente estudio, un
38% de usuarios de Smartphone realizó llamadas desde la tienda física para conocer estos detalles y un
24% accedió a Internet mientras estaba en la tienda para consultar opiniones de otras personas que ya
habían adquirido ese artículo. No es necesario investigar por Internet antes de acudir al centro comercial,
podemos hacerlo in situ y de forma sencilla. Otro dato. Un 25% de usuarios Smartphone compara precios y
condiciones con aplicaciones que leen los códigos de barras.

El Smartphone es un canal de venta y, por tanto, también un canal de banca online. Cada vez son
más las corporaciones que han desarrollado aplicaciones para el móvil bajo la idea de que nuestras finanzas
estén donde nosotros estemos. Administración de las cuentas, búsqueda de sucursales, realización de
operaciones de pago… pero hay dos preguntas que se preguntan muchos profesionales del sector
financiero: ¿Cuándo será un medio de pago masivo? y ¿acabará sustituyendo a las tarjetas bancarias?

La mayoría de directivos en la industria de medios de pago afirman que no creen que el móvil acabe
por sustituir a la tarjeta de crédito, de igual modo que la tarjeta no hizo desaparecer el dinero en efectivo.
Al menos, no lo hará durante los próximos diez o veinte años debido a la implantación tan sólida que hay
de las tarjetas en el mundo.

Lo que sí puede suceder, apuntan algunos, es que el móvil desplace a las tarjetas en determinados
mercados. Una vez se supere el miedo a pagar con el móvil, el valor añadido que supone que una tarjeta de
crédito se convierta en un ordenador hará que las entidades bancarias terminen por apostar
definitivamente por esta opción, si no quieren perder este tren. La conversión del teléfono inteligente en
un lector de tarjetas o en una tarjeta en sí ya es una realidad. Para entender hasta qué punto puede el
móvil afectar a la industria de medios de pago veamos qué está ocurriendo con otras utilidades.

El Smartphone: el Gadget por excelencia

Se dice que el móvil ya es como un ordenador. Esta afirmación se queda corta, es mucho más que
eso. La industria de las aplicaciones ha generado miles de usos distintos del teléfono móvil y, debido a que
este dispositivo goza de la ubicuidad, o sea que siempre está con nosotros, los fabricantes y programadores

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han desarrollado funcionalidades que están desplazando cuando no sustituyendo a otros dispositivos o
gadgets. Algunos ejemplos:

El reloj y el despertador: Quién no conoce a alguien que ha dicho eso de “Ya no llevo reloj, como tengo
el móvil…”. Además, es un reloj conectado a Internet, con todo lo que ello conlleva en cuanto a
prestaciones que no incluye un reloj convencional, los cuales empiezan a usarse más como complemento
de moda. Lo mismo sucede con el despertador. Poder poner diferentes alarmas los diferentes días de la
semana, hacer sonar una melodía que nos guste, disponer de alarmas con repetición, alarmas de luz, no de
sonido, etc. Esta función despertador va eliminando, poco a poco, algo que hasta hace muy poco era
normal ver en cualquier mesilla de noche de cualquier hogar.

La cámara de fotos y de vídeo: La frontera entre los Smartphones y algunas cámaras compactas
parece cada vez más pequeña. Las ópticas en una cámara son mejores pero las funcionalidades que aporta
un Smartphone hacen que para muchos usuarios no compense el esfuerzo que supone llevar otro
dispositivo encima, además del gasto que implica. Los móviles incorporan cada vez más aplicaciones y
servicios basados en conectividad y geo-localización que revolucionan el concepto de la fotografía,
permitiendo un enfoque más social de esta actividad. La realidad aumentada, por ejemplo, permite mejorar
nuestra comprensión del mundo a través de la cámara del móvil, de su GPS y de su pantalla. Apuntando
con el Smartphone hacia un edificio, una calle, una persona, etc. aumentamos la experiencia vital de formas
sorprendentes.

La consola de videojuegos: Los juegos en los móviles ya han superado a las consolas. Actualmente, un
58% de los ingresos del mercado portátil de juegos procede de iPhone y Android aunque todavía hay un
perfil claramente enfocado al uso del dispositivo móvil como consola, representado principalmente por
personas entre 14 y 34 años que juegan desde cualquier lugar y en todo momento.

El navegador del coche: El teléfono móvil como navegador presenta ventajas como que lo llevas
siempre encima, muy útil en situaciones cotidianas como buscar paradas de metro próximas, callejuelas por
las que atajar a pie, saber a cuántos kilómetros está la gasolinera más cercana o donde venden el
combustible más barato. También es tu agenda, con las direcciones útiles de cada uno, se usan mapas
almacenados en un servidor remoto que garantiza información actualizada y reciente y permite informar de
tu localización a tu base de datos de contacto fácilmente.

En definitiva, poco a poco el teléfono móvil va desplazando al resto de dispositivos y, cada día,
acapara más protagonismo en nuestras vidas. Muchos hablan de que nos estamos convirtiendo en
auténticos adictos al teléfono, otros lo explican por la enrome utilidad que tienen. En el siguiente capítulo,
vemos intentaremos arrojar un poco de luz a este respecto.

2.- ¿USO ABUSIVO, ADICCIÓN, DEPENDENCIA? UN DEBATE ABIERTO
Para este estudio hemos contado con la colaboración de Jose Antonio Molina del Peral, psicólogo
experto en adicciones y con amplia experiencia en el estudio de adicciones sin sustancia, como son las
relativas al juego o a las nuevas tecnologías. Esta es su visión del asunto.

Como sucede con el agua, no somos adictos sino dependientes:

“No está claro todavía que los avances tecnológicos estén produciendo un nuevo tipo de adictos
¿Son realmente adictos o simplemente se aprovechan de sus múltiples utilidades? El debate está
servido.

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Sabemos que las adicciones no podemos limitarlas a las generadas por sustancias químicas, dado que hay
conductas aparentemente inofensivas y aceptadas socialmente, como tener relaciones sexuales, realizar
compras, etc., que, en ciertos tipos de personas, llegan a producir pérdida de libertad, generándose por ello
una adicción.

Cuando nos adentramos en el estudio de este tipo de conductas, la cuestión que nos planteamos es
cuál es el límite para considerar que estos procesos de uso habitual son “normales” o que están cruzando la
barrera de la patología. Las adicciones, ya sean a una sustancia o a un comportamiento, comparten una
serie de características. En primer lugar, podemos hablar de la tolerancia, es decir, tener que realizar la
conducta cada vez más veces para que resulte gratificante; síndrome de abstinencia, cuando no es posible
realizarla y cuyos síntomas son la irritación, alteración del sueño, etc.; pérdida de control, desarrollo de
consecuencias negativas por llevar a cabo la conducta y aun así seguir repitiéndola; interferencia,
progresivo abandono de actividades que resultaban reforzantes y dedicación de una parte importante de
tiempo a programar o llevar a cabo dichas conductas.

Centrándonos en los Smartphone o teléfonos inteligentes, la primera cuestión a plantearnos es si
existe lo que podríamos denominar adicción al Smartphone y la respuesta es que técnicamente no, al no
estar incluido en los manuales de diagnóstico que utilizamos los profesionales de la salud mental (DSM;
CIE). Pero dicha disquisición técnica no evita que podamos hablar de personas, las cuales cumplen algunos
de los criterios que anteriormente mencionábamos para las adicciones, por lo que un uso inadecuado les
genere una serie de problemas. Otra cuestión importante es diferenciar al que es adicto al Smartphone del
que utiliza dicho dispositivo como un vehículo para llevar a cabo otra conducta adictiva, como puede ser un
ludópata que pase conectado muchas horas a casinos virtuales a través del móvil.

Se ha observado que existen ciertos patrones personales que presentan una mayor predisposición a
este tipo de conducta, como son los que carecen de un buen repertorio de habilidades sociales, muestran
una extrema timidez, tienen episodios depresivos, o los que manifiestan una necesidad de notoriedad
excesiva. La población adolescente es especialmente vulnerable por algunas características como un menor
autocontrol y el presentismo, es decir, vivir el momento sin tener en cuenta las consecuencias que puede
generar sus conductas.

La manera de afrontar este problema es recurrir a una psicoterapia centrada en la aceptación del
problema, identificar las consecuencias, reforzar actividades alternativas no ligadas al uso del Smartphone,
controlar el tiempo invertido, abordar otros déficits psicológicos para así potenciarlos, etc. Después de todo
lo afirmado, no se pretende demonizar la utilización del Smartphone, más bien al contrario, ya que los
teléfonos inteligentes son una herramienta muy útil, que mejoran nuestra calidad de vida ya que nos
permite comunicarnos, encontrar información, utilizarlo como cámara de vídeo y fotos, hacer compras, etc.,
pero su mal uso es el que puede traer complicaciones. Al igual que nuestro coche nos facilita la vida, un uso
inadecuado aumenta la probabilidad de que suframos consecuencias negativas.

Lo cierto es que del mismo modo que el ser humano necesita el agua para vivir pero no podemos
afirmar que seamos adictos al agua, algo similar sucede con el Smartphone. El ser humano necesita
comunicarse para vivir y el móvil inteligente es la herramienta más útil que se ha inventado para
interrelacionarnos con el exterior, gracias a su ubicuidad, a la combinación de tacto, oído y vista y a su
capacidad de computación. Estas son las claves de su éxito y también del riesgo a un realizar un uso
excesivo de este dispositivo.”

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3.- EL CONTROL DE MOVILEMIA DE CPP

La encuesta

Antes de analizar el nivel de dependencia a pie de calle en nuestro particular control de Movilemia,
que detallaremos posteriormente, desde CPP quisimos llevar a cabo una encuesta sobre hábitos
relacionados con el móvil que arrojasen un poco de luz sobre el posible uso excesivo que pudiese haber en
la sociedad española. A través de un cuestionario realizado a más de 1.500 personas a nivel nacional, con
edades comprendidas entre 18 y 64 años y de todas las comunidades autónomas, pudimos sacar las
siguientes conclusiones:

1.- El móvil es un ordenador para más de la mitad de los españoles: Más para los hombres que para las
mujeres, observándose grandes diferencias entre los diversos grupos de edad. Los jóvenes de entre 18 y 24
años son los que más lo utilizan como si fuera un PC, sobre todo los chicos (68% vs 58%), mientras que sólo
el 15% de los encuestados entre 55 y 64 años hace este tipo de uso. Además, mientras que sólo el 2% de los
más jóvenes lo usan únicamente para llamar, el 20% de los más mayores asegura usarlo sólo como
teléfono. Por regiones, en Madrid y Cataluña se utiliza más como un ordenador y en Andalucía y País Vasco
menos.

2.- No lo soltamos ni para ir al baño: Un tercio de los españoles asegura
llevarse el móvil al baño por si le llaman o reciben un mensaje. Sólo un 32% Un tercio de los
afirma no llevárselo jamás al excusado y el otro tercio, rara vez. De nuevo, los españoles se lleva
hombres van acompañados del terminal al lavabo más frecuentemente (38%) el móvil al baño
que las mujeres (25%). Sólo el 12% de chicos entre 18 y 24 afirma no
llevárselo nunca al baño, frente al 18% de chicas de esa edad. Y sólo el 44% de las personas entre 55 y 64
años lo ha dejado siempre fuera del lavabo. Los vascos, los que más lo mantienen fuera del WC (46%) y los
madrileños los que menos (21%).

3.- El amor y el móvil: Sólo el 25% de los españoles asegura desconectar el móvil en un momento íntimo
con su pareja o con un ligue. Un 6% dice que alguna vez lo ha usado para hacerse fotos o grabarse,
porcentaje que se eleva al 13% si nos fijamos sólo en la franja de jóvenes entre 18 y 24 años, sobre todo los
chicos. Un 10% afirma que en alguna ocasión ha visto interrumpido su momento de amor por una llamada
o un mensaje. A los jóvenes, es a quienes menos parece importarles que se suspenda ese momento mágico
(18%) frente a los más mayores (5%). El 58% de los españoles afirma que se limita a dejarlo encendido por
si recibe una llamada urgente, algo que hacen más las mujeres (60%) que los hombres (54%) y quienes más
lo dejan encendido son las personas de entre 55 y 64 años (65%), sobre todo las mujeres mayores (82% vs
56%). Quienes prefieren apagarlo para que nadie les moleste, curiosamente, son los hombres mayores, un
37%, mucho más que las mujeres de su misma edad 10%.

4.- Con el móvil a la cama: Sólo un 28% lo apaga y asegura no Solo el 28% lo apaga cuando
tenerlo cerca, como despertador siquiera. El 8% afirma mandar se va a dormir y para más de
mensajes, hablar, jugar o navegar por Internet desde el terminal la mitad de los usuarios es
antes de dormirse y el 5% afirma incluso haberse despertado a su despertador

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media noche para usarlo. La mayoría, el 58%, lo deja en la mesilla para usarlo como alarma. Pocas
diferencias entre ambos géneros, aunque en este caso ganan ellas, quienes afirman usarlo más a última
hora que ellos (9% vs. 7%). Sí se mantienen las grandes diferencias entre grupos de edad, con un 9% de
gente entre 18 y 24 que se despierta a media noche para usarlo y un 8% del grupo 25-34. El resto de edades
se sitúa en el 3% o por debajo. Apagarlo para conciliar el sueño sólo lo hace el 13% de los más jóvenes (18-
24) mientras que los mayores practican más esta costumbre (42%). Los que más lo usan como despertador
son los de 35-44 años (62%) y los que menos los de 55-64 (53%). Desde la cama, quienes más lo usan son
los madrileños (14%) y quienes menos, los andaluces (6%).

5.- Con un ojo en la carretera y el otro en el móvil: Únicamente el 28% lo apaga o lo silencia cuando
conduce, siendo más mujeres (34%) las que aseguran desconectarlo
Aunque un porcentaje para evitar distracciones que hombres (21%). Generalmente (55%), lo
bajo, los hay que usan el dejamos encendido y con el manos libres, y ya hay un 15% que lo
móvil mientras están utiliza como navegador en lugar de otro tipo de dispositivos, sobre
conduciendo todo los hombres (20%), mucho más que las mujeres (11%). Aunque
es un porcentaje bajo, preocupa que haya un 2% que reconoce
mandar mensajes, consultar sus redes sociales o utilizar alguna otra aplicación similar mientras está al
volante. Por edades, curiosamente los más jóvenes (18 a 24 años) son quienes más afirman apagarlo (32%)
mientras que el grupo comprendido entre 25 y 44 años son los que más lo usan desde el coche o la moto
(26%), grupo que además es el que más manda mensajes o consulta sus redes sociales al volante (4%) y
quienes destacan por usarlo como navegador (20%). Por comunidades autónomas, los madrileños y
valencianos destacan por ser los que más chatean mientras conducen, contestan si les llaman y los que más
lo utilizan como navegador. Quienes más se olvidan de él son los gallegos, los andaluces y los catalanes.

6.- El móvil hasta en la sopa: En la mesa, ya sea una comida familiar
o de negocios, la mayoría (55%) dice dejarlo en el bolso o en el Una de cada cinco
bolsillo de la chaqueta y, si suena, contesta. Ellas lo dejan más en el personas come mientras
bolso (58%) que ellos en la chaqueta (50%) y el 20% de los usa el móvil
encuestados afirma dejarlo incluso encima de la mesa para no perderse ninguna llamada ni ningún
mensaje, sobre todo los hombres (22%) más que las mujeres (16%). EL 5% afirma usarlo mientras come
porque dice poder hacer varias cosas a la vez, sobre todo los jóvenes (10%), y tan sólo el 20% afirma
olvidarse de él para prestar toda la atención a sus comensales, siendo mucha la diferencia entre grupos de
edad. Los encuestados entre 55 y 64 años lo apagan mucho más que los jóvenes y es en Madrid donde más
se come con el móvil encima de la mesa (27%), frente al País Vasco donde menos (14%). En Cataluña es
donde más afirman apagarlo (24%) y en Valencia donde menos (18%). Los vascos prefieren dejarlo más en
la chaqueta o el bolso (66%).

7.- Con el móvil en momentos de ocio. Más del 36% afirma dejar el
móvil encendido en el cine o en el teatro y aseguran no poder evitar Un tercio lo deja
mirarlo si reciben un mensaje. El 58% afirma apagarlo pero hay un encendido en el cine y lo
5% que reconoce que alguna vez le ha sonado en mitad del mira si recibe un mensaje
espectáculo. Las mujeres lo apagan un poco más que los hombres

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(59% vs 56%), que están un poco más pendientes (38%) que ellas (35%) por si suena algún mensaje y poder
verlo de inmediato. Una vez más, se observan grandes diferencias entre grupos de edad. Los más mayores
lo apagan más en estos momentos de ocio (70% del grupo 55-64) y los jóvenes los que menos (38% del
grupo 18-24). A quienes más les ha sonado el móvil alguna vez en un espectáculo es a los andaluces (6%) y
menos a los valencianos y madrileños (3%). Quienes más pendientes están de si reciben algún mensaje y no
pueden evitar mirarlo son los valencianos (42%) y andaluces (39%) y menos los catalanes y vascos (29%).
Los que más apagan el móvil y se olvidan de él completamente son los vascos (66%), catalanes (65%) y
madrileños (61%).

8.- El móvil, de vacaciones: Cuando los españoles nos vamos de vacaciones, sólo el 1,5% consigue dejarlo
en casa para desconectar completamente. El 50% prefiere llevárselo
Sólo el 1,5% asegura esgrimiendo que lo hace sólo para llamar a familiares o amigos o
dejarlo en casa cuando se por si surge una urgencia, un cuarto (24%) para hacerse fotos y el
va de vacaciones otro cuarto restante (25%) para colgarlas en las redes sociales,
consultar noticias, el correo electrónico y otras aplicaciones. De
nuevo, los mayores (55-64) lo dejan más en casa (4%). Las personas mayores de 45 años se lo llevan más
sólo para llamar (65%) mientras que las personas de entre 18 y 25 años destacan como las que más lo
hacen para actualizar sus redes sociales, consultar la actualidad y utilizar aplicaciones (40%), un porcentaje
que va cayendo a medida que aumenta la edad del encuestado (35% del grupo 25-34; 26% del grupo 35-44;
13% del grupo 45-54; y 10% en mayores de 55 años). Quienes más lo dejan en casa en época estival son los
gallegos (4%) y quiénes menos los catalanes, valencianos y andaluces (1%).

9.- No sin mi móvil: Uno de cada tres encuestados admitió preferir, antes que perder el móvil, que le
quiten un día de vacaciones en el trabajo, perder un vuelo o un tren cuando se iban de viaje o incluso un
regalo que acababan de comprar a su pareja. Aunque anecdótico, un 1% aseguró preferir un engaño de su
pareja antes que quedarse sin su teléfono. Existen diferencias entre ambos géneros. Hay más mujeres que
escogen perder un regalo que han comprado a su pareja por el aniversario antes que quedarse sin el
teléfono mientras que hay más hombres que sacrificarían un día de vacaciones o perderían un billete de
avión o de tren.

10.- Seguro: Ante el encarecimiento de los teléfonos inteligentes
Uno de cada tres confía en
y los cambios en las estrategias comerciales de las operadoras, se
hace cada vez más necesario contar con un seguro que te cubra
que un seguro les evite las
el robo o la avería del móvil. Preguntados por qué harían para consecuencias negativas de
evitar las consecuencias de este tipo de sucesos, sólo el 6% un robo o una avería
asegura que dejará de usar móvil en caso de que tenga que reponerlo de su propio bolsillo. El 64% asegura
que compraría uno más barato, para ir tirando, y un 30% afirma que o bien contratará un seguro que le
cubra estas incidencias o cree contar ya con uno que lo hace incluido en el con el seguro del hogar o del
automóvil. Son los hombres quienes más preocupados están en contar con un seguro (34%) frente a
mujeres (25%), sobre todo los del grupo de edad 35-44 años. Madrileños y catalanes, los más dispuestos a
hacerlo, un 36% y un 34% respectivamente.

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El experimento

Desde CPP quisimos completar el anterior estudio con una prueba a pie de calle para conocer, cara
a car, los hábitos de uso y seguridad de algunos usuarios a los que invitamos a pasar nuestro Control de
Movilemia. Para ello, escogimos como lugar la ciudad universitaria de Madrid ya que es donde se
concentra un gran número de personas que realizan un uso del móvil muy variado. En colaboración con el
psicólogo Molina del Peral, les entrevistamos personalmente sobre sus hábitos de uso y de seguridad y
realizamos algunas pruebas para detectar posibles conductas adictivas. Finalmente, les informábamos de
los resultados y les entregamos una guía útil y rápida para un uso responsable de dichos dispositivos. Las
entrevistas y las pruebas consistieron en evaluar el asunto tal y como se evalúa cualquier adicción,
midiendo el grado de tolerancia y abstinencia, la pérdida de control, la interferencia en otras áreas de la
vida y la respuesta inmediata ante la falta del objeto, cosa que sucede cuando pierdes, te roban o se te
avería el móvil.

La mayoría de las personas que se sometieron al test
 4 de cada 5 lo tiene aseguraba que lo tiene encendido constantemente (78%), que lo
encendido 24h/día considerarlo algo totalmente imprescindible (60%), que no puede
 4 de cada 5 lo usa pasar media hora sin mirarlo (61%), lo que demuestra cierto uso
compulsivo, y acaba usándolo más tiempo del que tenía previsto
más de lo previsto
(78%), además de usarlo muchas veces en lugares prohibidos (43%) y
 3 de cada 5 lo usa dejar de hacer otras cosas por estar con el móvil. Dicho esto, sólo uno
cada media hora de cada cinco reconoció que interfiere en su vida diaria y que sentiría
 2 de cada 5 lo usa inquietud o nerviosismo si no pudiese utilizarlo, por ejemplo, debido a
cuando está prohibido un robo o a una avería. Casi todos admitían a regañadientes que lo usa
demasiado pero no reconocían las consecuencias negativas que
conlleva esta nueva dependencia a no ser que hubiesen sufrido una pérdida, robo o avería del dispositivo y
tan solo el 16% admitió que interfería en aspectos de su vida diaria y que acababan desatendiendo sus
obligaciones o sus relaciones con amigos o familiares.

Hoy por hoy, el riesgo más común asociado al móvil es quedarse sin él. Sufrir un robo del celular es
algo que va en aumento, no sólo porque sean dispositivos cada vez más caros y que almacenan información
muy sensible y jugosa, sino por los hábitos de los usuarios. Hábitos que también causan averías en el
dispositivo, otro hecho que conduce a quedarte sin tu móvil. De hecho, el 42% de los testados en el Control
de Movilemia lo suele llevar en el bolsillo de atrás del pantalón o en el bolso sin cerrar la cremallera y el
52% lo deja encima de la mesa de una cafetería, o de la barra de un bar, por si suena. Y en cuanto a las
averías, el 78% de los encuestados admite que alguna vez se la ha caído al suelo y el 56% que se lo suele
llevar a la piscina o a la playa. Y las consecuencias negativas que supone perder, que te roben o que se te
averíe el móvil son:

A. Sufrir síntomas asociados a las adicciones por no poder usarlo, como la No poder usar el móvil
sensación de stress y ansiedad debido al uso tan frecuente que causaría nerviosismo a
hacemos de él. Al comienzo de las pruebas se sugería a los 2 de cada 3 testados

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participantes que para continuar con el análisis debían apagar el móvil el resto del día. Más tarde, a mitad
del test, se les preguntó si sentirían inquietud o nerviosismo al no poder usar el móvil durante tan solo seis
horas. Pues bien, sólo el 30% admitió que eso les pondría nerviosos. Sin embargo, cuando de forma casual
les comentábamos al finalizar las pruebas que no hacía falta que apagasen el móvil, les preguntamos si esa
sugerencia les había generado algún tipo de inquietud. El 63% admitió que sí, más del doble.

B. Sufrir fraudes por robo de identidad, tras la fuga de datos personales por un robo o una pérdida, además de
por otros motivos como conectarse a una WIFI no segura o sufrir una infección de malware. El 51% de los
testados afirman conectarse a redes WIFI públicas gratuitas, menos seguras, y el 80% afirman no tener un
antivirus. Esto aumenta considerablemente el riesgo a sufrir un robo de identidad. Según INTECO, el 18%
de los españoles afirma haber sido objeto de algún intento de fraude telefónico, se haya consumado éste o
no, y un 3,2% declara haber sufrido impacto económico por estos intentos de fraude. Toda nueva
tecnología crea nuevos riesgos y los usuarios de Smartphone son un tercio más propensos a ser víctimas del
cibercrimen, el 7% de los propietarios de estos aparatos fueron víctimas de suplantación de identidad en
2011. La cantidad de información personal que los usuarios tienen en sus móviles y la falta de
concienciación a la hora de protegerlos suponen una brecha en términos de seguridad que pone en peligro
la integridad de los usuarios si estos dispositivos caen en malas manos. Y cae en malas manaos cuando se
pierde o te lo roban. Desde INESE afirman que el seguro para móviles es un campo a explorar por las
compañías y distribuidores de móvil ya que el 95% de los españoles con
EL robo de datos
Smartphone no lo tiene asegurado, principalmente porque creen no
personales conduce a necesitarlo, porque no se lo han ofrecido o porque les parece caro. Es
sufrir fraudes por evidente que tenemos por delante una necesaria labor de concienciación
robo de identidad que permita disminuir los peligros asociados a la movilidad.

5.- TRES CONSEJOS

Aconsejar no utilizar tanto el móvil no es muy realista. Forma parte de nuestras vidas y cada día más. En
lugar de usarlo menos, cada vez vamos a usarlo más. Lo que recomendamos es protegerse de los riesgos
asociados a quedarse sin el móvil, cuidar los datos personales y hacer un uso responsable del dispositivo:

1.- UN USO MÁS CÍVICO No hagas fotografías sin autorización, baja el volumen cuando estés en sitios
cerrados, apágalo donde esté prohibido su uso y, al volante, olvídate de él.

2.- PORTÉGE TUS DATOS PERSONALES Bloquea el terminal con código PIN y contraseña de pantalla,
descarga un antivirus para el móvil y conéctate a redes WIFI seguras.

3.- EVITA EL ROBO Y LA AVERÍA No dejes el móvil encima de la mesa de una cafetería, cuidado en las
aglomeraciones, no lo lleves al baño, a la piscina o a la playa… Con un buen seguro estarás más
tranquilo.

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6. INFOGRAFÍA

Eduardo Gil Plasencia, Responsable de Comunicación de CPP
Vía de los Poblados, 1 Edif. B, 2ª planta. Polígono Empresarial Alvento. 280033 Madrid
T. +34 911211518 / F. +34 911211616 / M. +34 639635063 / egil@cpp.es; www.cpp.es

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