Sir Frederick William Herschel descubrió la luz infrarroja en 1800 mientras realizaba experimentos para medir la temperatura de cada color del espectro solar. Al medir más allá de la región roja, descubrió que esa zona tenía la temperatura más alta, a pesar de parecer desprovista de luz. Más tarde denominó a estos "rayos caloríficos" como rayos infrarrojos, demostrando así que existen formas de luz invisibles.