La inteligencia artificial trata de crear programas de computadora que imiten la inteligencia humana. El Test de Turing propone una forma de determinar si una máquina es inteligente mediante conversaciones donde un interrogador debe adivinar si habla con una máquina o un humano. Aunque el test ha recibido críticas como que no demuestra conciencia o sentimientos, una máquina podría considerarse inteligente si el interrogador no puede distinguirla de un humano la mayoría de las veces.