El documento describe la Revolución Industrial en Inglaterra entre 1780 y 1850, caracterizada por el aumento de la tecnología y la transformación de la producción manual a la producción en fábricas. Factores como el clima, el comercio, el crecimiento demográfico y el desarrollo científico contribuyeron a su origen. Sectores como los textiles, la siderurgia y el transporte experimentaron grandes cambios con la introducción de maquinaria y el uso del vapor como fuente de energía.