José encontró un perrito llamado Doki en el parque y se hicieron amigos. Más tarde, José se dio cuenta de que Doki estaba enfermo y gritó por ayuda a su amiga Anita. Anita fue a ver a José y llevaron a Doki al veterinario. Después de dos semanas de tratamiento, Doki se recuperó y José y Anita se llevaron a Doki a casa, donde vivieron felices para siempre.