El documento habla sobre cómo Jesús trató de enseñar a sus discípulos a no preocuparse ni estar ansiosos, ya que Dios proveerá todo lo necesario para la vida y el cuerpo. Explica que la ansiedad es ciega, ridícula y hace olvidar la historia de cómo Dios ha cuidado a su pueblo. Finalmente, dice que los hijos de Dios deben mostrarle al mundo cómo vivir sin ansiedad, confiando en un Padre celestial que proveerá todas sus necesidades.