La crónica narra el acto de valentía de un niño de doce años que salvó a un niño más pequeño de ser atropellado por un autobús al arriesgar su propia vida. Aunque el niño valiente resultó herido, su acción ejemplar muestra la solidaridad y madurez que aún pueden encontrarse en los jóvenes. El cronista usa el suceso para invitar a la reflexión sobre la importancia de traducir la solidaridad en acciones concretas.