La ley 2/2010 tiene como objetivo garantizar una atención adecuada al final de la vida basada en principios como evitar el sufrimiento y respetar la dignidad y autonomía del paciente. Establece 11 derechos de los pacientes como el derecho a la información, consentimiento informado y rechazo de tratamiento. También incluye deberes de los profesionales como respetar las decisiones del paciente y limitar esfuerzos terapéuticos sin indicación clínica, así como deberes de la administración sanitaria como facilit