La expresión francesa "laissez-faire" se refiere a un estilo de liderazgo que permite a los miembros del equipo trabajar de forma independiente, lo que puede ser efectivo si el líder monitorea los resultados y se comunica regularmente con el equipo. Este enfoque funciona mejor cuando los individuos tienen mucha experiencia, pero existe el riesgo de falta de control si el líder no supervisa lo suficiente.