El documento contrasta la sociedad actual, centrada en lo material y lo visible, con el verdadero significado de la Navidad según el cristianismo. Se ha sustituido la ética por la estética y los valores morales por lo tangible. La Navidad promueve valores como la pobreza, la solidaridad y la justicia, representados por el Niño Jesús, frente a la opulencia y el derroche actuales.