La historia narra la experiencia de una pareja dominicana, Marina García y José Jiménez, que emigró a Estados Unidos y logró establecer con éxito un restaurante móvil en Miami que mezclaba la cocina caribeña con la estadounidense. Más tarde, la pareja se mudó a Manhattan donde nació su hijo Joseph Michael Jiménez, quien a pesar de tener orígenes dominicanos se crió completamente integrado a la cultura estadounidense y ya no se identifica como dominicano.