La ciudad de Atenas estaba dividida en varias secciones, con las viviendas en la parte más baja y la Acrópolis en la cima, que albergaba templos. El Ágora era el centro cívico donde los ciudadanos se reunían y comerciaban. Las casas eran estrechas y apiñadas, mientras que la Acrópolis protegía importantes monumentos religiosos como el Partenón y el Erecteión. Las murallas defendían la ciudad.