La web 1.0 consistía en páginas estáticas que rara vez se actualizaban. La web 2.0 permitió a los usuarios contribuir y participar de forma activa a través de blogs, redes sociales y contenido generado por los usuarios. La web 3.0 pretende crear una red semántica inteligente donde la información se entienda y distribuya de forma descentralizada a través de dispositivos ubicuos, permitiendo búsquedas más relevantes y una interacción más natural con la red.