El documento discute la necesidad de formalizar la disciplina de la comunicación en Latinoamérica a través de la definición de su objeto, método y diseminación científica. Propone abordarla desde un paradigma complejo que integre perspectivas sociológicas, antropológicas, semióticas y cibernéticas. También resalta la importancia de sistematizar las revistas académicas de la región para establecer redes de investigadores y avanzar hacia el reconocimiento de la comunicación como disciplina.