El documento describe la vida de Juan Bosco en el seminario. Ingresó al seminario en 1835 con gran entusiasmo y dedicación a cumplir con el reglamento. Se relacionó con compañeros devotos y se mantuvo alejado de aquellos sin vocación. Las prácticas de piedad eran estrictas pero se las arreglaba para comulgar con más frecuencia. Pasó seis años felices en el seminario preparándose para el sacerdocio.