Existen tres tipos de marketing político: el marketing electoral, el marketing de gobierno y el marketing de oposición, cada uno con estrategias y mensajes para lograr objetivos como ganar una elección, mantenerse en el poder o informar a la ciudadanía sobre una fiscalización. Un mensaje político debe ser claro, directo y realista para la ciudadanía y conocer sus intereses y opiniones a través de encuestas permite elaborar mensajes más personalizados. La estrategia de comunicación política se construye para alcanzar objetivos mediante la definición de audiencias clave y