El documento explica los orígenes romanos de los nombres de los meses del año y los días de la semana. Los meses de julio y agosto fueron agregados por los emperadores Julio César y Augusto, respectivamente, y los nombres de los meses restantes derivan de números en latín que indicaban su posición original en el calendario romano. Los días de la semana toman sus nombres de dioses romanos y otros significados religiosos.