La actividad minera tiene un impacto positivo significativo en la economía peruana y en los niveles de vida de la población. Genera ingresos tributarios sustanciales, empleos e inversiones que impulsan el crecimiento económico. Un escenario de cierre total reduciría el PBI en más del 20% y aumentaría la pobreza. A nivel local, la minería está asociada con mayores ingresos familiares, mejor capital humano e infraestructura, y menores tasas de pobreza en los distritos productores.