El documental de observación, surgido por la disponibilidad de equipos de grabación y el desencanto con el documental expositivo, se caracteriza por la no intervención del realizador y el registro de la realidad tal como sucede. Este enfoque destaca la descripción exhaustiva de lo cotidiano y mantiene una continuidad espacial y temporal, evitando el uso de técnicas típicas de la narrativa clásica. Además, busca una conexión íntima con el momento de la filmación, asemejándose a la observación participativa en las ciencias sociales.