Las redes inalámbricas se comunican mediante ondas electromagnéticas y antenas. Ofrecen flexibilidad pero menor ancho de banda que las redes cableadas. Los estándares 802.11b y 802.11g operan a 2,4 GHz hasta 11 y 54 Mbps respectivamente. Las redes Wi-Fi usan accesos punto para conectar clientes y proveer seguridad a través de cifrados como WEP, WPA y WPA2.