El taller de neurociencia destaca la importancia del cerebro en el desarrollo del liderazgo, resaltando el papel del sistema límbico y la amígdala en la toma de decisiones y las relaciones humanas. Aboga por revisar la percepción del pensamiento como el principal motor de nuestras acciones, sugiriendo que los sentimientos y patrones emocionales son los que realmente guían nuestro comportamiento. Además, enfatiza la necesidad de comprender cómo las experiencias tempranas afectan la estructura del cerebro y, por ende, la calidad de las relaciones a lo largo de la vida.