Nicolás Sarubbi fue un artesano argentino que fundió importantes obras de bronce como las estatuas de San Martín en París y Madrid. Trabajó desde niño en un taller de fundición y con esfuerzo y ahorro logró abrir su propio taller, donde fundió obras para muchos escultores argentinos y sudamericanos. Su vida simboliza la importancia del trabajo duro, la previsión y la superación continua en una profesión artesanal.