La obsolescencia programada se refiere a la determinación de la vida útil de un producto por parte del fabricante para que el consumidor lo reemplace antes de lo necesario. Tiene como objetivo generar mayores ganancias al obligar al consumidor a comprar nuevos productos en lugar de reparar los existentes. Existen cuatro tipos principales: programada mediante dispositivos internos, indirecta por falta de repuestos, por incompatibilidad de versiones, y psicológica a través de campañas de marketing.