La programación orientada a objetos (POO) busca replicar el entorno físico mediante conceptos como herencia, modularidad, polimorfismo y encapsulamiento. Popularizada en los años 90, su origen se remonta al lenguaje Simula 67, con influencias significativas del C++. Entre sus características principales destacan la abstracción, la recolección de basura y la estructura de clases y objetos.