El documento discute la evolución del consumo de drogas entre adolescentes en las últimas décadas, destacando un cambio significativo en los patrones de uso, particularmente el aumento del consumo recreativo de sustancias como cannabis y cocaína. Además, se subraya la necesidad de que los pediatras se involucren en la problemática del consumo de drogas, dado el impacto en la salud adolescente y la alarma social que genera. Se evidencia una insuficiencia en la formación específica sobre este tema en los programas educativos para médicos.