Un perfilaje de pozo permite medir las características petrofísicas de las formaciones geológicas y fluidos contenidos a lo largo del pozo mediante el uso de herramientas de medición bajadas por un cable. Existen tres tipos principales de perfiles: acústicos, eléctricos y radiactivos, los cuales miden propiedades como la velocidad del sonido, resistividad, potencial espontáneo y radiación para determinar la porosidad, saturación de fluidos y calidad de la roca.