El anuncio publicitario analizado promueve la marca Pepsi a través de una escena donde los integrantes de la banda One Direction compiten con un jugador de fútbol americano por una lata de Pepsi. Cada uno presume sus logros y seguidores para demostrar su valía y tratar de quedarse con la bebida. Finalmente, los músicos le ofrecen al deportista unirse a la banda si les deja la Pepsi, y él acepta para disfrutar del refresco junto a ellos en el escenario.