El documento describe los límites máximos permisibles de plomo en pinturas establecidos por el decreto supremo chileno N° 374 de 1997. Se fija un límite de 0,06% de plomo en peso para pinturas de uso infantil o escolar, con excepciones para pinturas industriales y de uso artístico. También presenta información sobre fuentes de exposición al plomo, efectos en la salud, diagnóstico e intoxicación por plomo en animales.