Estos cuentos de Julio Cortázar juegan con la frontera entre lo real y lo ficcional a través de una narrativa no lineal. En "Apocalipsis en Solentiname", las fotos del protagonista cambian a imágenes violentas de la realidad latinoamericana. En "Continuidad de los parques", el lector se da cuenta que está viviendo la historia que está leyendo cuando es asesinado, rompiendo la frontera entre la fantasía y su propia realidad. Cortázar obliga al lector a completar el sentido a través de rupturas en el