Laura Escañuela Martínez analiza cómo la integración de las nuevas tecnologías en la educación transforma la forma en que los alumnos aprenden, comparando su experiencia con la de generaciones anteriores. Discute la importancia de adaptar la enseñanza a las capacidades tecnológicas actuales de los estudiantes, enfatizando la necesidad de un cambio en los métodos educativos tradicionales. Además, menciona cómo la tecnología puede facilitar la inclusión y la cooperación entre alumnos, independientemente de sus dificultades educativas.