El documento define el acoso escolar o bullying como un maltrato físico, verbal o psicológico que se produce de forma reiterada entre escolares. Explica que los agresores suelen tener personalidades agresivas, carecer de empatía y control de la ira, mientras que las víctimas suelen ser inseguras, tímidas y con baja autoestima. Señala que tanto agresores como víctimas y espectadores pueden sufrir consecuencias como problemas escolares, depresión e incluso intentos de suicidio.