Federico García Lorca viajó a Argentina en 1933 para promover sus obras teatrales y dar una serie de conferencias. En 1936 fue detenido en la casa de un amigo en Granada tras una denuncia anónima. Fue fusilado en el camino entre Víznar y Alfacar por orden del gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán. Su cuerpo permanece enterrado en una fosa común anónima en Fuente Grande, Alfacar.