La mediación escolar es un procedimiento voluntario mediante el cual los protagonistas de un conflicto, con la ayuda de un mediador imparcial, construyen por sí mismos un acuerdo satisfactorio para resolver el conflicto. El mediador escolar ayuda a las partes a comunicarse, identificar intereses subyacentes y alcanzar un acuerdo que repare el daño causado a la convivencia. Cualquier miembro de la comunidad educativa puede ser mediador si recibe la formación adecuada.