El documento discute el comportamiento volátil de los precios del petróleo desde los ataques terroristas del 11 de septiembre. La primera caída fuerte en los precios se debió a tres factores: temor a una disminución de la demanda de combustible para aviones, reducción de la demanda general de petróleo debido a una economía más débil y riesgo de recesión, y bajo cumplimiento de cuotas de producción por parte de la OPEP en agosto.