El documento explora la evolución de la estética desde una teoría de la sensibilidad hacia una teoría del arte, analizando la desconexión de repertorios y competencias en el proceso. Presenta la noción de 'procomunes estéticos' como un modelo para establecer un 'laboratorio de la autonomía', y discute la importancia de recuperar competencias instituyentes y repertorios de formas con un enfoque antropológico. Se plantea la necesidad de investigar patrones generativos y ontologías que crucen repertorios y competencias para aumentar nuestra capacidad de acción y comprensión en relaciones contextuales.