La casa fue bendecida por el Abuelito Jorge y los Bisabuelitos Rabeca y Rafael, quienes colocaron una Mezuzá en la entrada de la casa judía del autor. La Mezuzá contiene una bendición escrita a mano por el Bisabuelito Rafael y leída en voz alta por el Abuelito Jorge. Los Bisabuelitos Rabeca y Rafael fueron invitados especiales que ayudaron a bendecir la nueva casa.