El documento habla sobre cuatro nuevos materiales: el aluminio, conocido por su baja densidad y alta conductividad; el microlattice, una aleación de níquel y fósforo 100 veces menos densa que la espuma de poliuretano; el grafeno, un material revolucionario más fino que un pelo pero duro como el diamante; y los fullerenos, como el C-60, formas estables de carbono descubiertas en 1985 cuyas propiedades siguen estudiándose.