El documento aborda la importancia de la obediencia y fidelidad a Dios, en lugar de a los hombres, señalando que todo lo considerado bueno según la justicia humana es insuficiente ante Dios. Se analiza la primogenitura en el contexto de Jacob y Esaú, destacando cómo Esaú menospreció su derecho de primogenitura por satisfacer sus deseos inmediatos. Además, se enfatiza la necesidad de valorar la relación con Dios y no dejarse llevar por los apetitos carnales que pueden poner en riesgo la salvación.