Esta ley establece la importancia de programar la enseñanza para ordenar el proceso de aprendizaje y asegurar un ritmo educativo igual para todos los estudiantes. La programación didáctica debe ser flexible y dinámica para adaptarse a cada contexto. La LOE fundamenta la programación para lograr una educación de calidad que proporcione igualdad de oportunidades y atienda a la diversidad, formando ciudadanos competentes y desarrollando plenamente sus capacidades.