La pupila de Argyll Robertson se caracteriza por responder a estímulos de cercanía pero no a la luz. Generalmente es causada por una lesión neurosifilítica que interrumpe las fibras entre el núcleo pretectal y los núcleos parasimpáticos en el mesencéfalo. Presenta pupilas mióticas e irregulares que se dilatan poco y pueden ser asimétricas entre ambos ojos.