El microlearning es efectivo cuando se utiliza contenido breve, autoinstruccional y visual, con una duración ideal de 1 a 3 horas. Para diseñar una acción de microlearning, se deben incluir interacciones, adaptaciones contextuales y un enfoque claro y conciso. Es crucial evitar la sobrecarga de contenido y utilizar múltiples formatos, junto con elementos de gamificación y feedback constante.