El documento aborda la distinción entre justos y pecadores según la ley, enfatizando que los justos son quienes la obedecen y que la fe, más que las obras, es clave para la salvación. Se destaca la gracia como un regalo inmerecido que permite a los pecadores ser justificados, refiriéndose a la redención a través de Yeshua. Además, se hace un llamado a reflexionar sobre la obediencia a la ley como consecuencia de la justificación por gracia.