R. Hespérides nº 17 (2015)
HESPÉRIDES 2015
“Patena de Cristo en Majestad"
(Vidrio del siglo IV. Cástulo, Linares-Jaén)
Fotografía: Proyecto Forum MMX
Dibujo: Francisco Arias.
EDITA: ASOCIACIÓN DE PROFESORES
DE GEOGRAFÍA E HISTORIA DE BACHILLERATO
DE ANDALUCÍA «HESPÉRIDES»
I.E.S. San Blas
Plaza de Doña Elvira Embid, s/n
21200 ARACENA (Huelva)
JUNTA DIRECTIVA DE HESPÉRIDES
Presidente: José Virgilio Sánchez Sánchez (jvss45@gmail.com)
Vicepresidente: Javier Lazo Vélez
Secretario-Tesorero: Jesús Martín
COMITÉ CIENTÍFICO
Francisco Andújar Castillo,
Catedrático de Hª Moderna de la Universidad de Almería
Juan Manuel Serón Muñoz,
Profesor Titular de Ciencias de la Educación de la Univ.de Cádiz
José Manuel De Bernardo Ares,
Catedrático de Hª Moderna de la Universidad de Córdoba
Antonio Luis Cortés Peña,
Profesor Titular de Hª Moderna de la Universidad de Granada
Luis Garrido González,
Profesor Titular de Hª Económica de la Universidad de Jaén
Marion Reder Gadow,
Profesora Titular de Hª Moderna y Contemp. de la Univ. de Málaga
Julio Ponce Alberca,
Profesor Titular de Hª Contemporánea de la Universidad de Sevilla
Dirección Revista:
Pedro Martínez Gómez (pedromar185@hotmail.com)
Diseño Revista:
David Rodríguez Rivas
Imprime:
ISSN: 1576/9194
Depósito Legal: CA - 517/96
www.asociacionhesperidesandalucia.es
correo@asociacionhesperidesandalucia.es
DICIEMBRE 2015
on cierto retraso, pero con la misma ilusión de
siempre La Revista de Hespérides ve de nuevo
la luz. Con la edición del número 17 de nues-
tra revista, el proyecto colectivo de Hespérides
sigue plenamente vigente y no sucumbe al
desánimo a pesar del paso del tiempo y las
dificultades profesionales con las que nos tenemos que enfren-
tar a diario. Las reformas y contrarreformas educativas, las con-
gelaciones salariales, el aumento de ratio y horas lectivas no
minan el entusiasmo de quienes componemos Hespérides y
damos forma y contenido a sus actividades. Volvemos para
convertirnos, una vez más, en una herramienta de comunica-
ción donde compartir investigaciones y experiencias didácticas.
En nuestro recorrido por el rico y variado patrimonio
histórico-artístico andaluz, en esta ocasión, traemos a nuestra
portada la imagen de la “Patena de Cristo en Majestad” acom-
pañada de una recreación sobre un llamativo fondo, procedente
del yacimiento de Cástulo en la localidad jienense de Linares.
La Revista de Hespérides está atenta a diferentes cues-
tiones sociales que tengan repercusión en nuestras aulas de
Educación Secundaria. La problemática suscitada por la Ley
de Memoria Histórica genera distintas interpretaciones de las
que en ocasiones nuestro alumnado se hace eco. Hemos que-
rido que sea el Director General de la Memoria Democrática
de la Junta de Andalucía, Javier Giráldez, quien nos acerque a
la situación en la que se encuentra la cuestión desde el punto
de vista de la Administración.
Con la Guerra Civil como temática, recogemos tres
artículos complementarios entre sí. Comenzamos con un rela-
to pormenorizado del desarrollo de la Guerra Civil en el muni-
cipio onubense de Cortegana y las trágicas consecuencias para
algunos de sus protagonistas. Continuamos con un sugerente
artículo que nos acerca a la actitud que los anarquistas mostra-
ron hacia la prostitución en plena Guerra Civil. Concluimos el
apartado de la guerra con una propuesta de trabajo a través de
fuentes primarias de fácil acceso, con las que el autor pretende
desarrollar el pensamiento crítico entre el alumnado.
Las propuestas didácticas van tomando forma y conti-
nuidad en nuestra revista. La presencia de Santa Teresa de
Jesús en Sevilla o la celebración del Milenio de Almería cons-
tituyen dos instrumentos para motivar y aportar nuevas ideas
al profesorado.
Las reseñas de los congresos que Hespérides celebró
en 2015 ponen de manifiesto una vez más, la inquietud de
nuestra asociación por el perfeccionamiento del profesorado.
Desde una realidad candente como es la cuestión nacionalista
a una profundización en la Historia del Arte son temas que
centran nuestra labor como asociación.
Esperamos que los contenidos sean del agrado de
nuestros lectores, a la vez que invitamos a todos nuestros aso-
ciados y asociadas a participar en próximos números.
EN ESTE NÚMERO
28
18
2
5
ENTREVISTA
• Francisco Javier Giráldez Díaz
CULTURA
• ¿Quién fue Pelegrín? La defensa de
cortegana ante la llegada de los nacionales
• Los anarquistas, el sexo y la moral:
Una aproximación a la sexualidad libertaria
durante la Guerra Civil en Almería
EXPERIENCIAS DIDÁCTICAS
• Miguel Granados Ruiz:
Compromiso, represión y olvido
• Teresa de Jesús en Sevilla
• El Milenio del Reino de Almería
CONGRESOS
• Los nacionalismos en la enseñanza de la
Historia en Educación Secundaria
• XXIII Jornadas de Perfeccionamiento.
Andalucía y América en el Barroco
NOTICIAS HESPERIDIANAS
• “Cervantes y Andalucía.
Comisario al Servicio de Su Majestad”
C
Editorial 1
31
Pedro Martínez Gómez
Diciembre de 2015
— Todos conocemos la Ley de Memo-
ria Histórica aprobada por el Gobier-
no Socialista de Zapatero en 2007 y la
controversia entre partidarios y
detractores. Posteriormente el Gobier-
no Popular dejó sin partida presupues-
taria a la Ley. Recientemente la Junta
de Andalucía aprobó el Anteproyecto
de Ley de Memoria Democrática de
Andalucía, ¿en qué situación se
encuentra esta iniciativa y cuáles son
sus elementos fundamentales?
— El Proyecto de Ley de Memoria
Democrática fue aprobado por el Conse-
jo de Gobierno de la Junta de Andalucía
el pasado día 12 de octubre de 2015. A
partir de este momento es remitido al
Parlamento donde comenzará su trami-
tación con un doble objetivo: la mejora
del texto con la aportaciones de los gru-
pos parlamentarios y obtener el máximo
consenso posible.
En relación con los elementos funda-
mentales de este proyecto de ley lo pri-
mero que hay que señalar es que se sus-
tenta en una experiencia de 15 años de
políticas de memoria en nuestra Comu-
nidad Autónoma. Se trata, por tanto, de
la culminación de proceso que nace en el
año 2001 con el Decreto de indemniza-
ciones a expresos/as políticos y que ha
tenido normas tan determinantes como
la creación del Comisariado del Memo-
ria Histórica en 2005; el Decreto de
indemnizaciones a mujeres vejadas por
el franquismo en 2010 o el Decreto de
lugares de memoria de año 2011.
En cualquier caso, este proyecto de ley
va más allá de la Ley de Memoria His-
tórica de 2007 y está en consonancia
con las recomendaciones del Grupo de
Trabajo sobre Desapariciones forzadas
de Naciones Unidas, abordando asuntos
como la simbología franquista, los luga-
res de memoria, el ámbito documental y,
por supuesto, las fosas comunes.
— ¿Por qué el calificativo de Memoria
Democrática?
— Se trata de reconocer la lucha del
pueblo andaluz en favor de las liberta-
des y por eso el proyecto de ley se pre-
senta con vocación de consenso como
decíamos antes, con la finalidad de que
no sea solamente una ley para las vícti-
mas y sus familiares sino una ley para el
conjunto de la sociedad andaluza. Pero,
sobre todo, se trata de poner de mani-
fiesto que tenemos un pasado trágico
que hay que asumir y que hay temas
pendientes como la reparación efectiva
de las víctimas que deben abordarse de
inmediato para hacer más sólido nuestro
estado de derecho. Así lo ha puesto de
manifiesto Naciones Unidas en diferen-
tes informes y recomendaciones y cree-
mos que desde Andalucía es convenien-
te aplicar esas recomendaciones.
— La Junta de Andalucía ha apostado
por desarrollar la Ley de Memoria
Histórica como indicábamos anterior-
mente. ¿A través de qué Consejería lo
hace y qué importancia se le concede
dentro del organigrama de la misma?
— La Ley de Memoria Democrática de
Andalucía será desarrollada por la Con-
sejería de Cultura, donde residen actual-
mente las competencias de Memoria
Democrática. La memoria forma parte
de la cultura democrática, y sin lugar a
dudas, esta es una de las líneas de actua-
ción de la Consejería, lo que indica la
importancia de esta dirección general en
el organigrama de Cultura. Aunque, evi-
dentemente, somos conscientes de la
transversalidad de esta norma en relación
con aspectos tan determinantes como son
la educación, la sanidad, la justicia... y en
este sentido trabajamos en cooperación
con otros departamentos de la Junta.
— Hay voces que muestran su recha-
zo a que instituciones públicas se ocu-
pen de este tema y que incluso lleguen
a colaborar con dinero público, ¿qué
le diría a quienes piensan así?
— Afortunadamente cada vez hay
menos sectores políticos y sociales que
están en contra de las políticas de repa-
ración de las víctimas. A los que aún se
oponen a cualquier tipo de iniciativa en
este sentido les pediría un esfuerzo de
empatía con miles de personas que lle-
van ochenta años la reparación, la digni-
2 Entrevista
Francisco Javier Giráldez Díaz
Director General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía
Pedro Martínez Gómez
I.E.S. Alborán. Almería
rancisco Javier Giráldez Díaz es natural de Montellano (Sevilla), donde
nació en 1976. Doctor en Historia por la Universidad de Sevilla, entre
2009 y 2012 ha desarrollado su labor en el Comisariado de la Memoria
Histórica de la Junta de Andalucía como asesor y coordinador de proyec-
tos e investigaciones.
Ha sido también profesor asociado en la Universidad de Huelva (2005) y miembro del
Grupo de Investigación Sur-Clío de la Universidad de Almería. Ha colaborado en la
edición de diversas obras y publicaciones como ‘Lugares de Memoria. Golpe militar,
represión y resistencia en Sevilla’ (2014) o ‘La Memoria de todos. Las heridas del pasa-
do se curan con más verdad’ (2014)
F
DICIEMBRE 2015
3Entrevista
ficación de los espacios de memoria y
dar sepultura a las víctimas de una gue-
rra y una represión que dejó a España
sumida en una dictadura que duró dema-
siado. Por ejemplo, un tema a destacar es
que en todas las exhumaciones que
hemos participado lo que nos encontra-
mos son personas respetuosas y agrade-
cidas con la ansiedad lógica de recuperar
lo antes posible los restos de sus familia-
res para darles sepultura.
Creemos que, ahora que podemos disfru-
tar de una democracia consolidada y que
no tenemos ninguna excusa, es urgente
dar solución a este tema. En resumen,
tenemos la obligación de trasladar al
conjunto de la sociedad que la reparación
y las garantías de no repetición no deben
ser asuntos de política partidista, sino de
principios y derechos generales que con-
ciernen a todos la ciudadanía.
— ¿En qué consiste el Proyecto Todos
los Nombres?
— Se trata de un proyecto de gran inte-
rés que desarrolla desde hace 10 años el
Grupo para la Recuperación de la
Memoria Social de la CGT junto con la
Asociación para la recuperación de la
memoria y justicia de Andalucía, en
colaboración con investigadores y fami-
liares de víctimas.
Sin duda es una referencia para todos los
interesados en el estudio de la represión
franquista enAndalucía así como para los
familiares de las víctimas ya que contie-
ne una base de datos consultable con más
de ochenta mil nombres de desaparecidos
además de referencias documentales,
publicaciones, noticias, eventos... En
dicho proyecto han participado investiga-
dores de la talla de Francisco Espinosa
Maestre, José María García Márquez,
Fernando Romero, José Luis Gutiérrez
Molina, Ángel del Río, Arcángel Bed-
mar... además de cientos de historiadores,
investigadores, responsables de entidades
memorialistas y familiares de víctimas.
— ¿Y los Lugares de Memoria Histó-
rica y las Fosas Comunes?
— En relación con los Lugares de
Memoria Histórica de Andalucía hay
que decir que disponemos de 50 lugares
declarados como tales por el Consejo de
Gobierno en base al Decreto 264/2011,
de 2 de agosto.
En este sentido, la identificación de
estos lugares -escenarios de los aconte-
cimientos acaecidos durante la guerra
civil y la posguerra, como revitalizado-
res de la memoria democrática, e incen-
tivadores de nuestra identidad cultural-
constituyen una magnífica vía para este
cumplimiento, así como una inmejora-
ble forma de poner en valor nuestra
herencia democrática.
De la misma forma la señalización de un
espacio como Lugar de Memoria Histó-
rica de Andalucía supone otra magnífica
oportunidad de revitalizar el papel de
esos “soportes de la Memoria” que repre-
sentan familiares, colectivos memorialis-
tas, asociaciones de diversa índole y
administraciones locales, de nuevo fun-
damentales para el mejor conocimiento
de nuestro pasado.
En lo que respecta a las fosas comunes,
sin ninguna duda, su localización y exhu-
mación constituyen el mejor ejemplo de
la esencia de la Consejería de Cultura en
relación a su objetivo de atención a las
víctimas de la represión franquista, así
como a la manifestación más gráfica de
los valores de verdad y de reparación.
Abrir una fosa es cerrar una herida, por
primera vez limpia, por cada uno de los
familiares de las víctimas que en ella se
encuentran, y la posibilidad de que éstos
puedan recuperar los restos de sus seres
queridos para poder ofrecerles sepultura
digna, constituyen desde luego la razón
de ser y la mayor satisfacción en nuestra
labor como institución implicada, invo-
lucrada y sensible con la memoria.
Y es que ellos son, fundamentalmente,
los promotores que hacen posible iniciar
actuaciones en fosas, bien de forma par-
ticular o amparados en asociaciones
memorialistas, y desde luego con la
inestimable colaboración de los ayunta-
mientos, útiles interlocutores de las par-
tes implicadas.
Las actuaciones en fosas comprenden
desde los estudios preliminares de com-
pilación de información e investigación,
indagación, localización y delimitación
de la fosa, exhumación, individualiza-
ción y estudio antropológico de los cuer-
pos, así como, en los casos en que sea
posible, realizar pruebas que permitan
vincular genéticamente a las víctimas
con los familiares que las reclaman. Pre-
cisamente por esto mismo intentamos
priorizar aquellas intervenciones en fosas
con víctimas que cuentan con familiares
vivos, fundamentalmente hijos e hijas.
— Para desarrollar toda esta labor,
¿con qué instituciones viene colaboran-
do la Administración Andaluza: uni-
versidades, colectivos sociales, investi-
gadores, otras administraciones…?
— Las políticas de memoria deben
basarse en dos principios claros: la cola-
boración y el rigor. En este sentido,
todos los proyectos que estamos des-
arrollando se llevan a cabo en colabora-
ción con diferentes instituciones, admi-
nistraciones públicas, entidades memo-
rialistas y familiares.
Pongamos como ejemplo las fosas
comunes. En estas intervenciones los
familiares son el principio y el fin de
todo el proceso y en torno a ellos se arti-
culan los trabajos en fosas. Por tanto,
son claves: los familiares y entidades
memorialistas que solicitan las actuacio-
nes en base a las cuales comenzamos los
procedimientos; los equipos técnicos
multidisciplinares (historiadores,
arqueólogos y antropólogos forenses);
los ayuntamientos a la hora de conceder
las autorizaciones, prestar apoyo logísti-
co o ceder instalaciones para los estu-
dios antropológicos, y otras administra-
ciones, como las diputaciones, que ha
apoyado económicamente muchos pro-
yectos en Andalucía.
Asimismo, son muy importantes los
proyectos de investigación desarrolla-
H
Abrir
una fosa
es cerrar
una herida
DICIEMBRE 2015
4 Entrevista
dos por las Universidades Públicas
andaluzas para conocer aspectos rele-
vantes de la guerra civil y de la repre-
sión que hasta este momento habían
sido poco estudiados por la historiogra-
fía. Las investigaciones coordinadas por
el catedrático de la universidad de
Almería Fernando Martínez López en
relación a los Tribunales de Responsabi-
lidades Políticas y las incautaciones de
bienes, la investigación del exilio anda-
luz o el estudio de los Tribunales para la
Represión de la Masonería y el Comu-
nismo, son magníficos ejemplos. En
todos ellos han participado más de 40
investigadores e investigadoras de nue-
ve universidades públicas andaluzas con
apoyo de la Junta de Andalucía.
— Como sabe, Hespérides es una aso-
ciación de profesores y profesoras de
Geografía e Historia por lo que esta-
mos estrechamente ligados al mundo
de la Enseñanza Secundaria. ¿Han
diseñado o tienen planificado de algu-
na manera llevar este proyecto hasta
las aulas de los institutos?
— Será el desarrollo de la Ley el que
arbitrará los procedimientos para la incor-
poración de los contenidos relacionados
con este tema en la enseñanza andaluza.
Lo que es seguro que estos contenidos
serán desarrollados por un profesorado
especializado en colaboración con las
universidades públicas andaluzas.
— Además de las actividades que
hemos comentado, ¿qué otro tipo de
actividades o iniciativas han puesto
en marcha?
— Muy diversas, desde la organización
y colaboración en exposiciones, jorna-
das y publicaciones especializadas; ayu-
das para la creación e instalación de
monumentos de dignificación y recuer-
do a las víctimas; o la colaboración con
la Universidad de Granada en la elabora-
ción de un Banco de ADN.
— Ya conocemos la opinión del
Gobierno Central sobre todo lo rela-
cionado con la Memoria Histórica.
Pero, ¿cuál es la situación en el resto
de Comunidades Autónomas goberna-
das por diferentes partidos?
— La situación es muy desigual a día de
hoy en España. Nos consta que se está
trabajando en el País Vasco, Asturias,
Cataluña o Navarra desde hace varios
años y en los últimos meses hemos podi-
do comprobar el interés de otras Comu-
nidades Autónomas en desarrollar actua-
ciones relacionadas con la recuperación
de la memoria democrática.
En cualquier caso, lo que está claro en
nuestra opinión es que el desarrollo
efectivo de políticas de memoria, de ini-
ciativas de reparación a las víctimas de
la guerra civil y el franquismo no se pue-
de llevar a cabo desde una sola adminis-
tración. Es imprescindible la colabora-
ción de las administraciones públicas y
de la cooperación de éstas con las enti-
dades y los familiares. Necesitamos el
compromiso de las Comunidades Autó-
nomas, de ayuntamientos y de diputacio-
nes para trabajar con más eficacia. En
Andalucía lo estamos consiguiendo y
este hecho está facilitando y acelerando
muchas actuaciones.
En cualquier caso, creemos que son las
políticas de estado las que darían al pro-
ceso de recuperación de la memoria
democrática un verdadero impulso que
igualaría a toda la ciudadanía española.
— Para terminar y pensando en los
detractores de este proyecto, ¿por qué
es necesaria la Memoria Democrática
en Andalucía?
— Si no somos capaces de comprender
la dimensión de la represión ejercida
sobre las víctimas de la guerra civil y del
franquismo, de entender el derecho de
cada persona a enterrar dignamente a sus
muertos o de asumir que la recuperación
de la memoria y la reparación de las víc-
timas son fundamentales para garantizar
la no repetición, estamos abocados a que
estos hechos puedan repetirse.
En este sentido, me gustaría finalizar esta
entrevista recordando, en primer lugar el
pronunciamiento del Tribunal Supremo
que en su auto de marzo de 2012 indica-
ba lo siguiente: “si hay algo inobjetable
desde cualquier punto de vista -por
imperativo del respeto debido a la digni-
dad de todas las personas (Art. 10,1º de
la Constitución), y hasta por razones de
policía sanitaria mortuoria- es que los
restos de quienes hubieran sufrido muer-
tes violentas no pueden permanecer en el
anonimato ni fuera de los lugares pro-
pios de enterramiento. Y tampoco cabe
imponer a sus familiares el gravamen
representado por tal clase de situacio-
nes, moral y jurídicamente insostenible”
En segundo lugar, el de la Convención
Internacional para la protección de
todas las personas contra las desapari-
ciones forzadas de Naciones Unidas
(ratificada por el Jefe del Estado de
nuestro país el 14 de julio de 2009) que
dispone en su artículo 24: “cada víctima
tiene el derecho de conocer la verdad
sobre las circunstancias de la desapari-
ción forzada, la evolución y resultados
de la investigación y la suerte de la per-
sona desaparecida”.
Y por último, no podemos olvidar el
mensaje del Secretario General de
Naciones Unidas Ban Ki Moon en 2014,
coincidiendo con el ‘Día Internacional
contra las Desapariciones Forzadas’,
donde insistió en que “los Estados
deben informar plenamente sobre el
paradero de las personas que han des-
aparecido. Y deben aplicar de manera
efectiva el derecho a la verdad, la justi-
cia y la reparación a todas las víctimas
y sus familiares. Las desapariciones for-
zadas constituyen una práctica que no
puede tolerarse en el siglo XXI”.
En resumen, obligaciones y deberes que
debemos cumplir como país para como
decía antes reparar a las víctimas y for-
talecer nuestra democracia.
H
Las desapa-
riciones
forzadas
constituyen
una práctica
que no puede
tolerarse en
el siglo XXI
5Cultura
ada la complejidad de abarcar un tema tan
controvertido de nuestra historia, habría que
aclarar que este artículo sólo pretende narrar
unos hechos que tuvieron lugar en el munici-
pio onubense de Cortegana durante los días
transcurridos desde el estallido de la Guerra
Civil, el 18 de julio en la Península, y el día de la toma del pue-
blo por los nacionales, el 20 de agosto de 1936. Los aconteci-
mientos que se van a explicar a continuación deben entender-
se dentro del contexto de la guerra, por lo que la mayor parte
de las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento del
Frente Popular de Cortegana fueron ordenadas directamente
por las autoridades superiores. Y, por supuesto, en nada justi-
fica la masacre que la derecha llevó a cabo en esta localidad de
la Sierra de Huelva.
La tensión acumulada años atrás entre la izquierda y
la derecha se intensificó durante el periodo republicano
dejando seriamente dañadas las relaciones entre ambas ideo-
logías. Heridas que quedaron abiertas y que generaron un
odio irreversible entre las personas de una y otra tendencia
política. La segunda experiencia republicana no pudo funcio-
nar por ese odio enquistado que culminó con el estallido de
la Guerra Civil.
Tras las elecciones de febrero de 1936, como ocurrió
en la mayor parte de España, en Cortegana se estableció un
gobierno del Frente Popular. Era el triunfo de la unión de los
distintos partidos de izquierdas que se habían coaligado para
derrotar a la derecha en las elecciones. El nuevo Ayuntamien-
to estaba representado por el alcalde Antonio Alves López y
trece concejales: Rufino Pelegrín Vázquez Galán, Gregorio
Romero Vázquez, Rafael López Vázquez, Julián Vázquez
González, Manuel Navarro Fernández, Manuel Fernández
Moriña, Matías Romero Rodríguez, Manuel de la Noval Fer-
nández, Antonio Martín Borrallo, Manuel Gómez Acosta,
José Borrallo Menguiano, José Menguiano Forero y Ramón
González Colete 1.
Rufino Pelegrín Vázquez Galán, o simplemente Pele-
grín, como lo conocían todos, era, además de responsable de la
Comisión de Obras Públicas, el primer teniente de alcalde 2.
Este corteganés contaba entonces con 44 años, estaba casado,
aunque pronto enviudaría, y trabajaba como capataz de carre-
teras 3. Fiel a una república de izquierdas, no dudó en ponerse
al frente del Cabildo y liderar el Comité Circunstancial 4 crea-
do en Cortegana, convirtiéndose en el gran protagonista de los
acontecimientos ocurridos durante aquel primer mes de gue-
rra. Así, mientras el alcalde Antonio Alves y el resto de conce-
jales se mantuvieron prácticamente al margen de los actos que
se llevaron a cabo durante esos días, él encabezó la defensa del
pueblo en contra del Movimiento Nacional haciendo cumplir
las órdenes que le llegaban del gobernador civil de la provin-
cia primero, y del delegado de este después.
El 17 de julio Franco iniciaba el golpe de estado desde
Canarias y el 18 se alzaban los nacionales en la Península. A
partir de ese día los pueblos de Huelva fieles a la República
comenzaron a preparar la resistencia. Desde el inicio de la
Guerra Civil hasta la entrada de las tropas franquistas en Cor-
tegana, la derecha utilizó el calificativo de “días rojos” para
designar las actuaciones llevadas a cabo por la izquierda. Fue-
ron momentos difíciles que pagarían caro sus protagonistas
cuando los nacionales “liberaron al pueblo” de aquellos “32
días de pesadilla comunista”, frase con la que los afines al
Movimiento bautizaron los acontecimientos que tuvieron
lugar entre el 18 julio y el 20 de agosto de 1936 5.
¿Quién fue Pelegrín?
La defensa de cortegana ante la llegada de los nacionales
Mª Teresa Menguiano Romero
D
1 Archivo Municipal de Cortegana (a partir de ahora A.M.C.), Actas Capitulares, legajo 19, 22 y 23 de febrero de 1936.
2 A.M.C., Actas Capitulares, legajo 19, 23 de febrero de 1936. Al sustituir a Alves en sus funciones los vecinos se referían a él como “el alcalde Pelegrín”.
3 A.M.C., Correspondencia, legajo 147. Informes respecto a presos militares, 1937-1949.
4 El Comité Circunstancial, denominado por la derecha sublevada “Comité Revolucionario”, se creó para mantener el orden en los pueblos. En FERIA VÁZ-
QUEZ, P.J. y VÁZQUEZ LAZO, J.M.: “Los expedientes de incautación de bienes. El caso del Partido Judicial de Aracena (Huelva, 1936-1937)”, HAOL,
nº 18, 2009, p. 130.
5 De los expedientes de los procesados por los Consejos de Guerra se extraen los calificativos “rojos”, “marxistas” o “comunistas” para designar, de un modo
general, a los defensores de una república de izquierda, pues para el bando nacional los partidos que formaban parte del Frente Popular eran todos identifi-
cados con la ideología comunista o marxista (o “rojos”, por el color de su bandera) aunque formando parte del Frente Popular se hallaban partidos tan
diversos como Izquierda Republicana, Unión Republicana, el Partido Socialista Obrero Español entre otros, y, por supuesto, el Partido Comunista.
Cartel publicitario
de las elecciones
de febrero de 1936.
DICIEMBRE 2015
El día del golpe de estado la tensión se apreciaba en el
ambiente. La última reunión del Cabildo fue el 11 de julio y,
declarada la guerra, la mayoría de los concejales dejaron de
acudir al ayuntamiento. Sin embargo, el teniente de alcalde
Pelegrín se pasaría allí la mayor parte del tiempo 6. Aquel 18
de julio, a la 13:30, recibió la primera llamada del gobernador
civil en la que le daba órdenes de detener a un vehículo con
matrícula ML-3983 que atravesaría el pueblo procedente de
Portugal con dirección a Sevilla. Debían arrestar a todos sus
ocupantes pues, según le había comunicado el gobernador, en
ese coche viajaba el general Sanjurjo 7 deseoso de ponerse al
mando del golpe de estado. Pelegrín comunicó la noticia a los
alcaldes de Aroche y Rosal de la Frontera para que intensifica-
sen la vigilancia de la carretera 8 e inmediatamente nombró a
unos miembros del Comité, entre los que figuraba su sobrino
Eloy Maya, para controlar el pueblo y las vías de comunica-
ción 9. Daban comienzo los “días rojos”.
Los acontecimientos se aceleraron en aquellos últimos
días de julio. Las primeras medidas del Ayuntamiento, siempre
“cumpliendo órdenes de la superioridad”, se centraron en los
medios de comunicación.
Pelegrín se acercó a la Casa de Teléfonos y Telégrafos
dándole instrucciones a Tomás Cobos Díaz para que nadie uti-
lizara aquellos medios “al menos que esta alcaldía lo preci-
se”10. Dos días más tarde se dirigió a todos los corteganeses
que tuvieran radio prohibiéndoles “terminantemente ponerlos
con más estación emisora que la de Madrid” y “todo aquel que
haga uso de otras estaciones distintas sufrirán las sanciones y
demás responsabilidades que crea oportuno esta alcaldía”.
Dicho documento fue firmado por todos los vecinos que tení-
an radio en sus casas o establecimientos, que se comprometí-
an a no escuchar nada más que la emisora del gobierno legíti-
mo. En relación a esto, se le confiscó a Sebastián Martín Fer-
nández un micrófono y a Tobías Romero Carvajal la radio que
poseía en su domicilio 11. No se libró de esta medida el lugar
frecuentado por la derecha del pueblo, el Gran Casino 12, cuyo
presidente recibió la siguiente orden de Pelegrín:
“En atención a las circunstancias por las que de
momento atraviesa el país y las necesidades que demanda el
actual estado de excepción y de conformidad con lo ordenado
por la superioridad, vengo por el presente en requisar el apa-
rato receptor de radio perteneciente a esta sociedad que usted
preside, la cual pondrá inmediatamente a disposición de esta
alcaldía para su utilización”13.
Ante el viraje que tomaban los acontecimientos, el
Gran Casino no dudó en cerrar sus puertas 14. Tan sólo estaba
abierto el Nuevo Casino 15 adonde, por el contrario, concurrí-
an los afines a la República para escuchar la frecuencia que
retransmitía desde la capital madrileña 16.
Cultura6
6 Archivo del Tribunal Militar Territorial II de Sevilla (a partir de ahora A.T.M.T.S.S.), caja 56, legajo 623, Consejo de Guerra nº 1227, 1938.
7 En un principio, el general encargado de encabezar el Alzamiento era Sanjurjo, protagonista de un golpe de estado contra la República en 1932 que fracasó.
Por este motivo lo condenaron a cadena perpetua, pena que le fue conmutada durante el bienio de derechas marchándose a vivir a Estoril. Los informes
alertaron a los republicanos de la posibilidad de que el regreso a España lo hiciera en coche; sin embargo, lo hizo en avión que, por cierto, sufrió un acci-
dente al despegar falleciendo el propio Sanjurjo. Por todo lo cual, fue el general Franco quien lo sustituyó como comandante en jefe del bando sublevado.
8 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 18 de julio de 1936.
9 A.T.M.T.S.S., caja 79, legajo 991, Consejo de Guerra nº 1394, 1939.
10 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 20 de julio de 1936.
11 Ibídem, 22 de julio de 1936.
12 El Gran Casino está situado en la actual Plaza del Divino Salvador, aunque es más conocida por los corteganeses como El Pase, que entonces se llamaba
oficialmente Plaza Fermín Galán.
13 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 22 de julio de 1936.
14 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº 546, 547 y 567, 1937.
15 El Nuevo Casino y el Ayuntamiento se ubican en la Plaza de la Constitución que en aquella época se llamaba Plaza de la República. Los corteganeses la
conocen como La Plaza.
16 A.T.M.T.S.S., caja 101, legajo 1335, Consejo de Guerra nº 2619, 1939.
Imagen de Cortegana. Fotografía facilitada por Luis Sánchez Pinto. Gran Casino. Fotografía facilitada por Luis Sánchez Pinto.
DICIEMBRE 2015
También el 22 de julio el Ayuntamiento recibió un tele-
grama que decía:
“Ante la gravedad momentos para la República en
general y para el proletariado en particular, ordenamos enér-
gicamente todo ciudadano frente popular tengan la mayor
serenidad. El que atente contra personas o cosas, siembra la
inquietud y es un enemigo de la república quien no fraternice
con la guardia civil en absoluto leal a la república es un trai-
dor porque procura prestar fuerzas al gobierno legítimo. Por
la república y contra el fascismo serenidad, orden y sensatez.
Se ruega a las autoridades comuniquen este telegrama en for-
ma acostumbrada de bando y comunique a los pueblos inme-
diatos en la forma acostumbrada”17.
Sin embargo, la proximidad de las tropas de Queipo de
Llano, que avanzaban desde Sevilla, provocó que el miedo se
apoderara de los republicanos. El 29 de julio los nacionales
tomaron Huelva desde donde el nuevo gobernador civil de la
provincia, Gregorio de Haro, envió un telegrama a la Casa de
Teléfonos y Telégrafos de Cortegana en el que declaraba el
estado de excepción, daba a conocer el Bando de Guerra y le
comunicaba a la Guardia Civil que debía desarmar a las
izquierdas. El telegrama lo recibió la telefonista Josefa Cáce-
res Morcillo quien debía remitirlo al cuartel, como de hecho
hizo 18. Ese mismo día, unas horas más tarde y con el fin de
evitar la llegada de más órdenes del bando sublevado, miem-
bros del Comité cortaron los hilos del telégrafo 19.
En aquellos días se organizó un mitin en la Plaza de
Toros en el cual, además de atacar a Franco y a Queipo de Lla-
no, se incitó a los vecinos a formar parte de la milicia que par-
tiría a luchar al Frente con la columna que comandaba el capi-
tán Molina 20. Poco tiempo después salió desde la puerta del
ayuntamiento la primera camioneta que llevó a muchos corte-
ganeses a enfrentarse con los nacionales en el frente extreme-
ño y en Madrid 21.
Desde el estallido de la guerra, el Ayuntamiento dirigi-
do por Pelegrín había intensificado la búsqueda de todo tipo de
armamento. Eso llevó a los republicanos a confiscar las esco-
petas propiedad de las personas de derechas, si bien es cierto
que con anterioridad, y ante los rumores de un levantamiento
militar, el gobierno del Frente Popular corteganés había retira-
do las licencias y las armas a aquellas personas 22. Este alijo de
armamento, más el que poco después le fue incautado a la
Guardia Civil el día de la toma del cuartel, fue repartido entre
los defensores del sistema republicano 23 para realizar un tra-
bajo que la derecha denominó después “guardias rojas”. Se
hicieron guardias en el Ayuntamiento, en La Plaza, donde se
habían colocado sacos de tierra a modo de trincheras, en el
pósito, en los casinos, en la Central de Teléfonos, en un esta-
blecimiento frente al Ayuntamiento llamado La Petaca o en la
puerta de la Tabacalera. También controlaron las salidas del
pueblo pidiendo la documentación a las personas que pasaban
por la carretera de Almonaster la Real, el surtidor de gasolina
o Valdecastaño. Por cada una de aquellas guardias Pelegrín les
pagaba tres pesetas, no era mucho pero varios encausados
reconocieron ante los Consejos de Guerra que las hicieron por-
que necesitaban el dinero, dada la situación de carestía que
asolaba a la población 24.
Cultura 7
17 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 22 de julio de 1936.
18 A.T.M.T.S.S., caja 43, legajo 479, Consejo de Guerra nº 784, 1937.
19 A.T.M.T.S.S., caja 103, legajo 1369, Consejo de Guerra nº 2593, 1939.
20 El 18 de julio Antonio Molina se puso al frente de una columna de mineros que salió de Nerva y fue recogiendo a milicianos por la Sierra. Muchos corte-
ganeses se sumaron a este grupo que terminó en Madrid luchando por la República. En PICHARDO BOLAÑOS, M. y PÉREZ LÓPEZ, J.M.:www.todos-
losnombres.org (12-12-2014).
21 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº 546, 547 y 567, 1937.
22 A.M.C., Actas Capitulares, legajo 19, 30 de marzo de 1936.
23 A.M.C., Guardia Civil, legajo 421. Relación de escopetas entregadas y listado de señores que se han llevado escopetas, 1936.
24 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº546, 547 y 567, 1937; A.T.M.T.S.S.,caja 143, legajo 1934, Consejo de Guerra nº2238, 1940;
A.T.M.T.S.S.,caja 11, legajo 197, Consejo de Guerra nº 247, 1937.
Nuevo Casino. Fotografía facilitada por Luis Sánchez Pinto.
Fotografía de La Plaza. A la izquierda, el Ayuntamiento.
Fuente: unaventanaencortegana.blogspot.com.
DICIEMBRE 2015
8
La planta alta del consistorio, además de servir como
almacén de armas, era el lugar destinado a preparar bombas
con la dinamita requisada a algunos vecinos del pueblo. Al
comerciante Joaquín Ruiz lo llamó Pelegrín la noche del 18 de
julio para que le entregara la dinamita que tenía en su tienda
ya que, entre otras cosas, se dedicaba a la venta de material
explosivo 25. En el inventario que llegó a firmar Antonio Alves
quedó reflejado que le incautaron:
“1 escopeta de caza de un cañón calibre 20 y otra de
calibre 16, 100 cartuchos cargados para escopeta del calibre
20, pólvora sin humo, 1.250 cartuchos cargados para escope-
ta del calibre 16, pólvoras varias y 2.990 cartuchos cargados
para escopeta del calibre 12 pólvoras varias” 26.
Por el mismo motivo el Ayuntamiento se puso en con-
tacto con Diego Rodríguez ordenándole que le hiciera entrega
de la pólvora que, por su profesión de constructor de obras,
tenía almacenada en su casa. Sin embargo, al manifestarle que
no podía ir, el alcalde envió a cuatro personas del Comité a su
casa con el siguiente comunicado:
“Ruégole se sirva de hacer entrega a los agentes de mi
autoridad de la dinamita que posea en su domicilio, así como
de toda clase de explosivos que posea” 27.
De allí se llevaron “20 k. de dinamita y 80 m. de mecha
con una caja casi completa de fulminantes”. Estos hombres, entre
los cuales estaban Eloy Maya y José Sánchez, serían fusilados28.
Cuando el 20 de agosto entraron las tropas en Cortega-
na realizaron una inspección y dijeron haber hallado armamen-
to, bombas y dinamita no sólo en el ayuntamiento, también en
el juzgado 29, en el cuarto de la torre del reloj de la iglesia 30 y
en otras casas particulares; por ejemplo, en la casa del Rico
Nuevo, a 500 metros de Cortegana, hallaron “más de 198 bom-
bas cargadas, más de 700 cartuchos de caza del número 12, 10
y 6, 38 tubos de hierro con sus correspondientes tornillos y
chapas dispuestos para la carga y varias cajas de dinamita
vacías aunque una estaba intacta” 31.
También llegó dinamita de Riotinto que canjearon por
chacina, que los miembros del Comité habían requisado por
las casas y distintos establecimientos del pueblo 32. Esa pólvo-
ra se utilizó para construir en el ayuntamiento las bombas que
se colocaron en El Pilar de la Virgen con la intención de cor-
tar el paso a los nacionales 33.
Celestino Gómez Losada, El Gafas, reconoció ser el
fabricante de las bombas y el encargado de colocarlas allí. Se
había prestado como voluntario para ponerse a las órdenes del
Comité, convirtiéndose también en el conductor de uno de los
coches al servicio de Pelegrín. Junto a otros corteganeses, se
dirigió a la fábrica de electricidad de Santa Teresa para conse-
guir unos cables que utilizaron para la fabricación de las tres,
bombas colocadas en El Pilar de la Virgen y que pensaban
hacer explotar por control remoto 34.
El Juzgado Municipal, situado en la planta baja del
Ayuntamiento, a la derecha, se convirtió en un depósito donde
se almacenaba toda la chacina y el pan requisados por el
Comité. Cuando entraron las tropas, el juez Julián Macías fue
acusado de permitir utilizar aquellas dependencias como alma-
cén de armas y víveres 35 por lo que le aplicaron el Bando de
Guerra, es decir, fue condenado a muerte. Según los afines al
Movimiento aquellos enseres fueron distribuidos entre los
miembros del Comité, pero los republicanos aclararon en su
defensa que los repartieron entre la clase obrera y personas
más necesitadas del pueblo 36.
Cultura8
25 A.T.M.T.S.S., caja 56, legajo 623, Consejo de Guerra nº 1227, 1938.
26 A.M.C., Guardia Civil, legajo 421. Relación de escopetas entregadas y listado de señores que se han llevado escopetas, 1936.
27 Ibídem.
28 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 407, Consejo de Guerra nº 458, 1937.
29 A.T.M.T.S.S., caja 59, legajo 662, Consejo de Guerra nº 982, 1938.
30 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 405, Consejo de Guerra nº 457, 1937.
31 A.T.M.T.S.S., caja 56, legajo 623, Consejo de Guerra nº 1227, 1938.
32 Ibídem.
33 Al principio pensaron que las tropas sublevadas llegarían a Cortegana por la Nacional que conecta el pueblo con Sevilla; sin embargo, la columna dirigida
por el comandante Redondo entró el 20 de agosto por la carretera de Almonaster la Real.
34 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº546, 547 y 567, 1937; A.T.M.T.S.S.,caja 103, legajo 1369, Consejo de Guerra nº 2593, 1939.
35 A.T.M.T.S.S., caja 59, legajo 662, Consejo de Guerra nº 982, 1938.
36 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 407, Consejo de Guerra nº 458, 1937.
H
además de atacar a
Franco y a Queipo de
Llano se incitó a los
vecinos a formar parte
de la milicia
El Pilar de la Virgen. Fotografía de Luis Sánchez Pinto.
DICIEMBRE 2015
La requisa de alimentos respondía a las órdenes que
desde el principio de la guerra recibieron los pueblos de abas-
tecer a los soldados que luchaban contra el ejército de Queipo
de Llano. Las autoridades superiores obligaron a los Ayunta-
mientos a notificarles las existencias que había de gasolina y
de artículos de primera necesidad. Por ello, también el 22 de
julio, el gobernador civil republicano, aún desde Huelva, hizo
saber al cabildo de Cortegana que:
“Las autoridades de esta comarca recaben la mayor
cantidad de víveres para que, en camiones debidamente requi-
sados, sean llevados a las fuerzas milicianas leales y adictas
a nuestro gobierno único legalmente constituido que luchan
de la manera más heroica en las inmediaciones de Sevilla” 37.
Y al día siguiente insistía:
“Recabe almacenistas esa plaza tengan existencias
disposición comerciantes este pueblo para abastecimiento
población que de no ser así faltará dentro tres días” 38.
En la panadería de la madre de Santiago Carvajal se tra-
bajaba sin descanso elaborando panes que los miembros del
Comité de Cortegana y de otros pueblos le solicitaban. Tampo-
co Santiago Carvajal se libraría de la pena máxima cuando
entraron las tropas, pues fue acusado de hacer pan para la
izquierda y de guardar armamento en la torre del reloj, del que
estaba encargado 39.
Ante la necesidad de almacenar todo el alimento posi-
ble, el gobernador civil ordenó al Comité confiscar los camio-
nes y coches de los ricos del pueblo. Con dichos medios de
transporte se procedió al robo de ganado en varias fincas ubi-
cadas principalmente en el término de Aroche, Cumbres
Mayores y Cortegana. Fueron a la finca del señor Ternero y a
la de Juan Campos, en la Belleza, o a El Álamo, fincas situa-
das en el término de Aroche. El capataz de El Álamo recorda-
ba que fueron varias veces y se llevaron 74 cabezas de vacu-
no, 100 de cabrío aproximadamente y 10 cerdos. Oyó decir
que pertenecían al Comité de Cortegana, al de Riotinto, al de
Aroche y al de Jabugo. En la finca de Juan Campos robaron
tres vacas y muchas cabras. En Cortegana requisaron ganado
en El Majadal. Los dueños, o los trabajadores de aquellas tie-
rras, señalaron que en ocasiones solían pedir permiso y coinci-
dían en que el comportamiento de aquellos hombres era bue-
no40. Muchas de esas reses fueron sacrificadas en la Plaza de
los Toros o en plena calle, procediendo después a su reparto 41.
El que fuera chófer de Juan Esteban Amigo, Pablo
Borrallo Martín, fue requerido por el Ayuntamiento para que
realizara su trabajo de conductor con el camión que le fue con-
fiscado a su jefe. Pablo Borrallo hizo todo lo que el alcalde
Pelegrín le encomendó: fue a llevar víveres a La Algaba, a por
harina a El Repilado, a por borregos a dos fincas en Aroche, e
incluso se atrevió a recoger en aquel vehículo las armas de la
Guardia Civil tras el asalto al cuartel 42.
Con el camión requisado a Dolores Maestre Moreno, el
alcalde, ordenó a Luis Pichel Pérez que llevara al concejal
Manuel Fernández Moriña a Aroche y al Rosal de la Frontera
para recoger los víveres que habían almacenado43. También, el
conductor Domingo Bermúdez Maestre y dos personas más se
encargaron de llevar provisiones a los soldados que luchaban
en el frente sevillano 44.
Un aspecto que venía repitiéndose en otros pueblos fue
la agresión que la izquierda cometió contra la Iglesia. Esta
práctica anticlerical no era una novedad de este momento ini-
cial de la guerra ni exclusiva de esta parte de la geografía espa-
ñola. Los desmanes contra esta institución habían comenzado
desde que se iniciara el periodo republicano en distintas partes
de España, y es una de las razones que impulsó a los militares
a rebelarse contra un gobierno que, según ellos, permitía esas
atrocidades contra la Iglesia. Es por esto que el bando nacio-
nal se tomó la Guerra Civil como una auténtica cruzada contra
todos los republicanos a los que consideraban enemigos de la
Patria y de Dios.
Una columna de mineros de Riotinto venía de Rosal de
la Frontera y de Aroche reclutando a hombres para ir a Arace-
na a enfrentarse a las tropas nacionales. En Aroche habían
estado los días 10 y 11 de agosto participando en el ataque al
cuartel que se cobró la vida de varias personas. La columna
llegó el mismo día 11 a Cortegana tomando parte en el asalto
a las iglesias, a la Casa Estrada, propiedad de Eduardo Váz-
quez González-Bravo, y al Cuartel de la Guardia Civil y Cara-
Cultura 9
37 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 22 de julio de 1936.
38 Ibídem, 23 de julio de 1936.
39A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 405, Consejo de Guerra nº 457, 1937.
40 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº 546, 547 y 567, 1937.
41 A.T.M.T.S.S., caja 101, legajo 1335, Consejo de Guerra nº 2619, 1939; A.T.M.T.S.S.,caja 105, legajo 1393, Consejo de Guerra nº 1386, 1939.
42 A.T.M.T.S.S., caja 98, legajo 1279, Consejo de Guerra nº 9182, 1939.
43 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 24 de julio de 1936.
44 A.T.M.T.S.S., caja 156, legajo 2051, Consejo de Guerra nº 6844, 1940.
Iglesia del Divino Salvador
DICIEMBRE 2015
bineros 45. Según lo recuerdan los testimonios, aquel 11 de
agosto los mineros entraron en Cortegana y unas mujeres sen-
tadas en la fuente de La Plaza los incitaron a destruir las igle-
sias y los santos 46.
Sobre las 12:30 los mineros, acompañados de los veci-
nos más anticlericales, se dirigieron a la Iglesia del Divino Sal-
vador. Un vecino desde la puerta de su casa, situada en El
Paseo, declaró haber visto a Pelegrín en compañía de unos
mineros y cómo les abrió la puerta de la parroquia 47. Momen-
tos antes, el sacristán Francisco Álvarez había ido a casa del
cura a por la llave porque, según dijo, así se lo había ordenado
el alcalde 48. Sin embargo, aunque para algunos corteganeses
Pelegrín fue el responsable de estas actuaciones, otros vecinos
afirmaron que el teniente de alcalde se opuso en todo momen-
to a la destrucción de las iglesias y de la casa de Eduardo Váz-
quez. En concreto, Joaquín Martín Fernández vio a Pelegrín
enfrentase al cabecilla del grupo cuando estos se disponían a
entrar en la iglesia parroquial manifestándole “que traía una
columna de sinvergüenzas y de bandidos” y cómo quiso impe-
dir, también sin éxito, el saqueo de la Casa Estrada con una
pistola en la mano 49.
La parroquia fue destrozada completamente. Como no
alcanzaban a los santos y retablos más altos se subieron en la
escalera con la que trabajaban los electricistas municipales y
utilizaron un objeto de hierro 50 para tirarlos al suelo. Lo últi-
mo que destruyeron fue el púlpito 51. Lo tiraron todo a la calle
y al porche, después lo cargaron en un camión 52 y lo transpor-
taron a Las Eritas para quemarlo 53. Inmediatamente después
se dirigieron a la Iglesia de San Sebastián lanzando al Cristo
de la Vera-Cruz al recinto aledaño, y un poco más tarde entra-
ron en la Ermita de El Calvario cortándole la cabeza al Cristo.
Una vecina la recogió y la guardó en su casa, por lo que el
Nazareno aún conserva su auténtico rostro. Algunos mucha-
chos del pueblo subieron a la Ermita del Castillo donde se
hallaba la patrona del pueblo, la Virgen de la Piedad. Unas
jóvenes sentadas en la puerta de la iglesia parroquial escucha-
ron cómo alguien gritaba: “¡Qué traen a la Virgen!”. A conti-
nuación, observaron incrédulas cómo aquellos muchachos la
traían arrastrándola desde el Castillo para ser destruida con el
resto de la imaginería y retablos de la parroquia 54.
En el atestado que redactaron los nacionales se detalla-
ron todos los destrozos ocasionados:
“Iglesia del Divino Salvador: daño en parte de sus
muros, se destruyeron todos los retablos, el coro desapareció
con su Facistol, considerado este como gran joya del arte.
Todos los retablos fueron incendiados junto con las imágenes
de El Divino Salvador con los doce apóstoles del Altar Mayor
y el crucifijo con la Magdalena y San Juan, Corazón de Jesús,
Niño Perdido, San Vicente y Santa Bárbara, Nuestra Señora
del Rosario, San Bartolomé, San Martín, y Santo Domingo de
Guzmán, La Milagrosa, San Jorge, Santa Rita, Santa Bárbara
(esta última de inmenso valor por su antigüedad, que data del
siglo XV), San Nicolás, Virgen del Carmen, San Juan Nepomu-
ceno y dos crucifijos, pequeños de mucho valor artístico, Niño
de Jesús de la escuela de Montañés, San Francisco, San Anto-
nio, Virgen de los Dolores, Santa Ana, el Eccehomo, la Inma-
culada, San Rafael y San Miguel Arcángel, y otro hermoso
crucifijo. Objetos y joyas: destrucción total de cajoneras y
ornamentos, otro crucifijo, un hermoso órgano y un melodio,
el tenebrario y el Santo Sepulcro, el Catafalco y cuatro pasos
de imágenes, varios cuadros, entre ellos dos de gran mérito de
la Santísima virgen y Santiago Apóstol. Desaparición de un
Cáliz de plata sobredorado, de varias Custodias y Manifesta-
dor de procedencia mejicana, a más de otros desperfectos pro-
ducidos en otras alhajas.
Iglesia del Castillo: destrucción completa por incendio
de la Santísima virgen de la Piedad, patrona de este pueblo,
las imágenes de San Blas y Santa Lucía y destrucción de todo
el Camerín y el Altar.
Cultura10
45 A.T.M.T.S.S., caja 76, legajo 936, Consejo de Guerra nº 1229, 1938; A.T.M.T.S.S., caja 105, legajo 1393, Consejo de Guerra nº 1386, 1939.
46 Entrevista a Ana Domínguez Sánchez y Clotilde Martín García. Cortegana, mayo de 2013.
47 A.T.M.T.S.S., caja 98, legajo 1275, Consejo de Guerra nº 7442, 1939.
48 A.T.M.T.S.S., caja 22, legajo 331, Consejo de Guerra nº 371,1937.
49 A.T.M.T.S.S., caja 211, legajo 2596, Consejo de Guerra nº 9160, 1939.
50 Los documentos aluden a tal herramienta como “marrillo” o “almandarilla” y era utilizado para sacar cosas de los pozos.
51 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº 546, 547 y 567, 1937; A.T.M.T.S.S., caja 22, legajo 331, Consejo de Guerra nº 371,1937.
52 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 406, Consejo de Guerra nº 193, 1937;A.T.M.T.S.S.,caja 143, legajo 1934, Consejo de Guerra nº2238, 1940.
53 A.T.M.T.S.S., caja 22, legajo 331, Consejo de Guerra nº 371,1937.
54 Entrevista a Ana Domínguez Sánchez. Cortegana, mayo de 2013.
H
El bando nacional se
tomó la Guerra Civil
como una auténtica
cruzada
Iglesia de San Sebastián. Fotografía facilitada por Luis Sánchez Pinto.
DICIEMBRE 2015
Iglesia de San Sebastián: destrucción de tres retablos
con todas las imágenes. A saber: Santísimo Cristo de la Vera-
Cruz de gran valor artístico, San Elías, San Sebastián, virgen
de la Soledad, Sagrado Corazón de Jesús, Santa Ana, San José
y Santa Teresa de Jesús, dos hermosos estandartes de la Vir-
gen del Rosario, destrucción del cancel y cajonera de Sacris-
tía con varios ornamentos.
Ermita del Calvario: destrucción de nuestro padre
Jesús de Nazareno, de inmenso valor artístico con todo lo que
además contenía esta Ermita” 55.
Ese mismo día asaltaron la casa de Eduardo Vázquez,
conocida como Casa Estrada. Según el informe, destruyeron
el mobiliario, robaron enseres, joyas y dinero, entre muchas
otras cosas:
“En este saqueo se llevaron una máquina de escribir
marca Remigton, unos gemelos de campaña forrados en marfil,
una maleta conteniendo joyas de gran valor, una máquina foto-
gráfica, cubiertos de plata, ropa de cama y de vestir, una caja de
caudal de acero portátil, la que según un hermano del perjudi-
cado debía contener varios miles de duros por haberse encon-
trado un escrito en el suelo de puño y letra del perjudicado que
decía: la cantidad que contiene el cofre será destinada a la
construcción de un Santuario en lugar indicado en el escrito”56.
Esta casa señorial acabó convirtiéndose en el cuartel
general de la Falange durante la guerra.
El 13 de agosto la columna de mineros se dirigió al
Cuartel de la Guardia Civil y Carabineros para desarmarlos y
evitar que se sumaran al Alzamiento. Ante el temor de que se
produjera el mismo asalto violento que tuvo lugar en Aroche
días atrás, algunos miembros del Ayuntamiento, entre los que
se encontraba Pelegrín, Rafael López Vázquez, Manuel
Gómez Acosta y el alcalde Antonio Alves, además del médico
Pepe Fernández, entraron en el cuartel mientras la columna
esperaba fuera. Su intención era la de intermediar entre los
mineros y los guardias pidiéndoles a estos que entregaran pací-
ficamente las armas. Pepe Fernández insistió en la necesidad
de hacerlo así para evitar una masacre y ordenó a los milicia-
nos que estaban en la puerta que cogieran las escopetasy las
metieran en la camioneta que traían. La buena fe de estos
mediadores fue mal interpretada por los guardias que los acu-
saron de forzarles a firmar el acta de desarme y, por tanto,
señalados como los dirigentes de la toma del cuartel. Al pare-
cer, Antonio Alves, a quien habían obligado a ir, lloraba y
exclamaba que acababa de firmar su sentencia de muerte 57.
El 20 de agosto entraron las tropas del comandante
Redondo en Cortegana. La defensa que los fieles a la Repúbli-
ca llevaban organizando desde hacía un mes, se esfumó como
por arte de magia y la mayoría de los que habían participado
en estos acontecimientos huyeron para evitar represalias,
incluido Pelegrín. Las personas afines al Movimiento Nacio-
nal no les perdonaron el miedo que pasaron en aquellos días,
y se vengaron. Es cierto que lo miembros del Comité se pre-
sentaron en sus casas exigiéndoles dinero, armas o alimen-
tos58; que los sometieron a un arresto domiciliario, si bien
muchos habían optado por la reclusión voluntaria; encarcela-
ron a algunas personas de derechas, aunque gracias a la inter-
vención del concejal Moriña y del alcalde Antonio Alves se
evitó la de tantos otros 59. A pesar de ello, conviene recordar
que no se asesinó a nadie por lo que en ningún caso estaría jus-
tificada la represión desproporcionada que después llevaron a
cabo los nacionales contra los protagonistas de esos días.
Los que se quedaron fueron ejecutados rápidamente;
los que huyeron tuvieron más suerte pues, a pesar de los largos
días que pasaron escondidos en sus casas o del duro exilio que
llevó a algunos incluso atravesar la frontera francesa, cuando
regresaron fueron, en el peor de los casos, encarcelados y, en
el mejor, absueltos.
Pelegrín llegó a la capital de España y allí fue captura-
do cuando finalizó la guerra en abril de 1939. En mayo, el Juez
Militar Permanente nº 3 de Madrid solicitó información al
Ayuntamiento de Cortegana sobre su conducta. Los informes
que elaboraron el nuevo alcalde y el jefe de la Falange no le
beneficiaron en absoluto:
“Era jefe del partido socialista y dirigente del Frente
Popular; ostentaba el cargo de Primer Teniente de Alcalde
de este ayuntamiento en aquella fecha: muy activo y despier-
to en ideales revolucionarios, dominando fácilmente a toda
la horda que aquí existía; al comienzo del Movimiento ejer-
Cultura 11
55 ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL, Causa General, 1041, Exp.17, Estado nº3. Relación de tormentos, torturas, incendios de edificios, saqueos, destruc-
ciones de iglesia y objetos de culto, profanaciones y otros hechos delictivos que por sus circunstancias, por la alarma o el terror que produjeron deban con-
siderarse como graves, con exclusión de los asesinatos, que fueron cometidos en este término municipal durante la dominación roja, 1940-1949.
56 Ibídem.
57 A.T.M.T.S.S., caja 119, legajo 1619, Consejo de Guerra nº 2946, 1941; A.T.M.T.S.S., caja 83, legajo1063, Consejo de Guerra nº 2503, 1939;
A.T.M.T.S.S., caja 99, legajo 1300, Consejo de Guerra nº 2851, 1939.
58 A.T.M.T.S.S., caja 143, legajo 1934, Consejo de Guerra nº 2238, 1940; A.T.M.T.S.S., caja 105, legajo1393, Consejo de Guerra nº 1386, 1939.
59 A.T.M.T.S.S., caja 59, legajo 662, Consejo de Guerra nº 982, 1938; A.T.M.T.S.S., caja 99, legajo 1300, Consejo de Guerra nº 2851, 1939.
Casa Estrada. Fotografía propia.
DICIEMBRE 2015
cía su dominio y acción con bastante cautela, pues si bien
demostraba algunas veces ciertas reprensiones sobre la hor-
da marxista, para justificar tal vez su conducta para el exte-
rior, puede decirse que era él el Jefe de cuantos hechos aquí
se registraron durante el dominio rojo, habiendo huido de la
población momentos antes de ser esta liberada por las fuer-
zas de nuestro Glorioso Ejército; considerado como elemen-
to muy peligroso” 60.
Además de la cruel represión física que sufrieron por
haber pertenecido a algún partido del Frente Popular y haber
sido acusados de participar en cualquiera de las actuaciones
que se realizaron en defensa del sistema republicano, fueron
víctimas de lo que Feria Vázquez y Vázquez Lozano denomi-
nan “represión económica” y que se materializó con la expro-
piación de sus bienes inmuebles 61.
A Pelegrín le confiscaron todo lo que tenía en el bar que
poseía en La Plaza 62; no fue el único, pues a Antonio Alves
López, Matías Romero López, José Borrallo Borrallo y Joa-
quín Ruiz Carrasco también les incautaron sus propiedades 63.
En el caso particular de este último, su comercio fue saqueado
cuando entraron las tropas, la Falange se apropió de su domi-
cilio durante un tiempo y finalmente le confiscaron el local
donde después se construyó la Plaza de Abastos 64.
En cuanto a lo que les ocurrió a algunas de las personas
que se han nombrado en este artículo, su final fue el siguiente:
• Ramón González Colete (concejal): Aparece como fusila-
do el 20 de agosto de 1936 65, sin embargo, en posteriores
informaciones que ofrece el Ayuntamiento parece que huyó
cuando entraron las tropas 66.
• Manuel de la Noval Fernández (concejal): Fusilado el 25
de agosto de 1936 67.
• José Fernández Vázquez El de tabacalera (médico):
Fusilado el 28 de agosto de 1936 68.
• Antonio Martín Borrallo (concejal): Fusilado el 13 de
septiembre de 1936 69.
• Manuel Navarro Fernández (concejal): Fusilado en sep-
tiembre de 1936 70.
• Julián Vázquez González (concejal): Fusilado (sin fecha)71.
• Julián Macías Fernández (juez municipal): Fusilado en
septiembre de 1936 72.
• Santiago Carvajal Romero (romanero): Fusilado el 19 de
agosto de 1937 73.
• José Sánchez Sánchez Parranda: Fusilado el 19 de agos-
to de 1937 74.
• Daniel Gómez Menguiano: Fusilado el 18 de septiembre
de 1937 75.
• Manuel Fernández Moriña (concejal): Estuvo escondido
en su casa hasta que en 1938 decidió presentarse. El Con-
sejo de Guerra que lo juzgó ese año lo indultó por todas las
buenas acciones que demostró durante aquellos días 76.
• Joaquín Ruiz Carrasco (dueño de comercio): Deambuló
por los campos durante algún tiempo y después volvió a su
casa donde permaneció oculto hasta que se entregó en
1938. Fue encarcelado y finalmente liberado 77.
• Eloy Maya Vázquez (sobrino de Pelegrín): Fusilado el 7
de noviembre de 1939 78.
Cultura12
60 A.M.C., Correspondencia, legajo 147. Informes respecto a presos militares, 1937-1949.
61 FERIA VÁZQUEZ, P. J. y VÁZQUEZ LAZO, J.M.: op. cit., p. 117.
62 A.M.C., Correspondencia, legajo 147. Informes respecto a presos militares,1937-1949.
63 FERIA VÁZQUEZ, P. J. y VÁZQUEZ LAZO, J.M.: op. cit., pp. 128,129 y 130.
64 Entrevista a Carmen Ruiz Ramos. Cortegana, julio de 2013.
65 ESPINOSA MAESTRE, F.: La Guerra Civil en Huelva. Huelva, Diputación de Huelva, 4ª edición, 2005, p. 590. Esta información ha sido extraída por el
autor del Registro Civil del Juzgado de Paz de Cortegana.
66 A.M.C., Correspondencia, legajo 147. Informes respecto a presos militares,1937-1949.
67 ESPINOSA MAESTRE, F.: op. cit., p. 590.
68 Ibídem.
69 Ibídem. En la entrevista que mantuve con Clotilde Martín García me aclaró que el primer apellido de su abuelo era exactamente Martín de Miguel.
70 Así reza una de las placas del monumento a los fusilados que se encuentra en el Cementerio Municipal de Cortegana.
71 Entrevista a Carmen Mancera Ruiz. Cortegana, julio de 2013.
72 Entrevista a Isabel Castilla Macías. Cortegana, enero de 2013.
73 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 405, Consejo de Guerra nº 457, 1937.
74 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 407, Consejo de Guerra nº 458, 1937.
75 A.T.M.T.S.S., caja 22, legajo 331, Consejo de Guerra nº 371, 1937.
76 A.T.M.T.S.S., caja 59, legajo 662, Consejo de Guerra nº 982, 1938.
77 A.T.M.T.S.S., caja 56, legajo 623, Consejo de Guerra nº 1227, 1938.
78 A.T.M.T.S.S., caja 79, legajo 991, Consejo de Guerra nº 1394, 1939.
Entrada de las tropas nacionales en Cortegana el 20 de agosto de 1936.
Fotografía de Sebastián Martín Sacri.
DICIEMBRE 2015
13Cultura
• Antonio Alves López (alcalde): Huyó a Francia regresan-
do al final de la guerra. Fue juzgando por un Consejo de
Guerra que lo absolvió en 1939 79.
• Celestino Gómez Losada El Gafas (mecánico): Abando-
nó el pueblo como tantos otros. En 1939 el Consejo de Gue-
rra lo acusó de Auxilio a la Rebelión y fue encarcelado en
la Prisión Provincial de Huelva 80.
• Pablo Borrallo Martín (chófer): También huyó pero deci-
dió regresar y esconderse en su casa donde permaneció has-
ta 1939. En el juicio fue absuelto 81.
• Rafael López Vázquez El Emiliano (concejal): Llegó a
Madrid con Pelegrín y Manuel Gómez Acosta. En 1939 lo
condenaron a veinte años de reclusión temporal por el deli-
to de Rebelión Militar, pena después conmutada a ocho
años siendo liberado en 1947 82.
• Matías Romero Rodríguez (concejal): Abandonó el pue-
blo ante la inminente llegada de los nacionales. Fue juzga-
do en 1940, encarcelado y finalmente absuelto 83.
• Manuel Gómez Acosta (concejal): Buscó refugio en Fran-
cia. Regresó en 1941 y, aunque fue encarcelado, a finales de
ese año le concedieron la libertad 84.
• José Menguiano Forero Casino (concejal): Huyó y llegó
a Madrid. También estuvo en Francia hasta que regresó al
pueblo en los años cincuenta 85.
• Rufino Pelegrín Vázquez Galán (teniente de alcalde):
Llegó a Madrid junto a otros miembros de la corporación
municipal y al finalizar la guerra fue detenido y encarcela-
do en la prisión de aquella ciudad. Poco después, el juez
instructor de la plaza de Huelva pidió a la cárcel de Madrid
su traslado a Cortegana para ser juzgado por el Tribunal
Militar de la provincia; sin embargo, y desconociendo los
motivos, había sido puesto en libertad. En 1941, ignorando
su paradero y sospechando que podía haber cambiado de
identidad, el Consejo de Guerra lo declaró en rebeldía
pasando a estar en busca y captura 86.
Rufino Pelegrín Vázquez Galán tuvo que ser un perso-
naje conocido en Cortegana, no sólo por haber sido concejal y
teniente de alcalde del Frente Popular, por haber liderado el
Comité encargado de proteger el sistema republicano, sino
también porque, con anterioridad, había defendido sus ideales
oponiéndose a medidas como la clausura de la Agrupación
Socialista de Cortegana, ejecutada por el gobierno anterior de
derechas 87. A pesar de ello, resulta curioso cómo los cortega-
neses y corteganesas que vivieron y recuerdan el conflicto han
olvidado por completo quién fue Pelegrín.
79 A.T.M.T.S.S., caja 99, legajo 1300, Consejo de Guerra nº 2851, 1939.
80 A.T.M.T.S.S., caja 103, legajo 1369, Consejo de Guerra nº 2593, 1939.
81 A.T.M.T.S.S., caja 98, legajo 1279, Consejo de Guerra nº 9182, 1939.
82 A.T.M.T.S.S., caja 83, legajo 1063, Consejo de Guerra nº 2503, 1939.
83 A.T.M.T.S.S., caja 127, legajo 1741, Consejo de Guerra nº 3275, 1940.
84 A.T.M.T.S.S., caja 119, legajo 1619, Consejo de Guerra nº 2946, 1941. Tanto el concejal Manuel Gómez Acosta como Ramón González Colete aparecen
en el registro de defunciones como fusilados. Lo cierto es que ambos huyeron al entrar las tropas nacionales en el pueblo pero sus familiares, al no saber
nada de ellos, los dieron por muertos o desaparecidos.
85 Entrevista a José López, agosto de 2015.
86 A.T.M.T.S.S., caja 211, legajo 2596, Consejo de Guerra nº 9.160, 1939.
87 A.M.C., Sedes de Obreros de Cortegana, legajo 421. Disolución de la Agrupación Socialista de Cortegana y hojas "Al Pueblo de Cortegana", 1935.
H
El 13 de agosto
la columna de mineros
se dirigió al cuartel de la
Guardia Civil y Carabineros
para desarmarlos
Imagen panorámica de Cortegana
DICIEMBRE 2015
14 Cultura
Los anarquistas, el sexo y la moral:
Una aproximación a la sexualidad libertaria durante la Guerra Civil en Almería
Antonio Ramírez Navarro
I.E.S. La Puebla. Vícar (Almería)
diferencia de lo que
ocurrió con otras ideo-
logías del movimiento
obrero, la sexualidad
fue una preocupación
central entre los anar-
quistas. El intento de construir una nue-
va moral revolucionaria que superara la
mentalidad gazmoña del catolicismo lle-
vó a los ensayistas libertarios a plantear
toda una nueva serie de actitudes frente
a la sexualidad. Sin embargo y a pesar de
los proclamas sobre el amor libre -los
más 'avanzados' llegaron a definir el
matrimonio como una forma de prostitu-
ción burguesa-, la mentalidad tradicional
y un cierto puritanismo siguieron for-
mando parte de las concepciones liberta-
rias sobre el sexo. Los escritores y perio-
distas ácratas llevaron a la prensa temas
no muy habituales en la España de los
años treinta como la prostitución, la
masturbación o la homosexualidad y sus
propuestas, en numerosos casos, resulta-
ron contradictorias.
El doctor anarquista Félix Martí
Ibáñez llevó a cabo en 1935 una serie de
encuestas que le permitieron afirmar que
en España, afectada aún por una enorme
represión, se vivía la sexualidad entre
dos polos: el matrimonio y la prostitu-
ción. Los libertarios abogaron por que el
amor y las uniones libres sustituyeran a
las uniones contractuales características
de las sociedades burguesas. Para que se
produjese la anhelada transformación
social, era imprescindible que una nueva
moral sexual sustituyese a las conven-
ciones burguesas. 1
Durante la guerra, el debate sobre
la licitud de la prostitución adquirió una
especial importancia por sus implicacio-
nes en la marcha de los acontecimientos
bélicos. A comienzos de 1938, el diario
libertario Emancipación ponía de mani-
fiesto que, a pesar de las promesas de
redención social asociadas a la revolu-
ción, el número de prostitutas en Alme-
ría no había dejado de crecer. La ciudad
contaba, tal como describe Gerald Bre-
nan, con un barrio de burdeles situado
entre la Plaza Vieja y el cerro de San
Cristóbal. 2 El autor de la columna anó-
nima, aseguraba haber visto en la aveni-
da de la República la "caravana de
dolor" formada por las meretrices que
volvían del reconocimiento médico. A
falta de dinero, se permitía incluso que
los usuarios de la prostitución pagaran
con vales. El columnista se muestra
escandalizado por el hecho de que se
permita una actividad que contribuye a
difundir las enfermedades venéreas y
favorece el espionaje: "Combatientes
con venéreo (sic) son indignos de figurar
en nuestras trincheras". 3
En diciembre de 1936 la Delega-
ción de Orden Público y Presos, encabe-
zada por el anarquista Juan del Águila,
prohibía terminantemente la entrada a
las casas de prostitución a partir de las
siete de la tarde a toda persona ajena a
las mismas para evitar "la degeneración
que a nuestras juventudes proporciona
estos lugares (sic) y por exigirlo además
la moral revolucionaria". 4 Sin embargo
fueron las prostitutas, por su "desviación
sexual", las que cargaron con la culpa de
propagar las enfermedades venéreas
mientras que se eximía de toda respon-
sabilidad a sus clientes. 5
La revista quincenal del comisa-
riado de guerra de la 147 Brigada Mixta
¡Nervio! reconocía en su primer número
que "las bajas en nuestro Ejército han
sido más numerosas por las enfermeda-
des venéreas que por las balas de nues-
tros enemigos". 6 En Madrid, al estallar
la guerra, numerosas prostitutas acudie-
ron al frente de Somosierra haciéndose
pasar por milicianas, en busca de un
negocio que comenzaba a decaer en la
capital 7 y la fama de la relajación sexual
en las trincheras llegó a tal extremo que
la mujer del comandante comunista
Ledesma Carreño se empeñó en acom-
pañarlo al frente de Mecina Bombarón, a
pesar de no ser miliciana, "para evitar
que hiciera vida marital con otras muje-
res". 8 Sin embargo, la considerable
expansión de las enfermedades venéreas
seguramente estuvo más relacionada con
A
1 MASJUAN, Eduard. "Población y recursos naturales en el Anarquismo Ibérico: Una perspectiva ecológico-humna en el marco del socialismo de los pobres".
Ecología Política, nº 5. Barcelona, 1993, pp. 41-56.
2 BRENAN, Gerald. Al sur de Granada. (Véase el capítulo "Almería y sus burdeles"). Tusquets. Barcelona, 1997, pp. 237-260.
3 Emancipación, 2-1-1938.
4 ¡Adelante!, 30-12-1936.
5 MATTHEWS, James. Soldados a la fuerza. Reclutamiento obligatorio durante la guerra civil 1936-1939. Alianza. Madrid, 2012, pp. 204-205.
6 ¡Nervio!, 1-1-1938.
7 CAMPOAMOR, Clara. La revolución española vista por una republicana. Espuela de plata. Sevilla, 2011, p. 100.
8 Juzgado Togado Territorial (Jutoter) nº 23, sumaria 29.146/39.
DICIEMBRE 2015
15Cultura
el aumento de la prostitución en la reta-
guardia, motivada por la creciente
demanda de los soldados de permiso,
que con la actividad de las prostitutas en
los frentes.
En el mismo número de ¡Nervio!,
prueba de que el problema llegó a ser
casi una obsesión para las autoridades
militares, se daban una serie de consejos
a los soldados, algunos perogrullescos,
para que intentasen evitar el contagio.
Una visión pesimista que consideraba
los burdeles algo inevitable convivía,
pues, con la de los partidarios de supri-
mir radicalmente la prostitución: "En
primer lugar hay que echar mano al
prostíbulo el menor número de veces
posible. Cuanto menos se recurra a las
prostitutas, menos posibilidad hay de
que nos contagien. Al burdel hay que ir
solo en aquellos casos en que no nos sea
posible escapar por otro punto". El anó-
nimo columnista ofrece a los soldados
una alternativa en la que, poniéndose
como ejemplo, encuentra solo ventajas:
"Yo recurro a la masturbación antes que
al prostíbulo. Al menos así me prostitu-
yo solo. Y me evito tres cosas: gastar
dinero, ser contagiado y fomentar la
prostitución." En cualquier caso el obje-
tivo para los anarquistas ha de ser el de
rechazar "la cómoda satisfacción que da
el burdel" y "superarse y hacerse acree-
dor de las caricias sanas, plenas y ale-
gres de las mujeres decentes". 9
A pesar de esta apología del ona-
nismo, en un primer momento, los anar-
quistas se pronunciaron también contra
la masturbación en términos parecidos a
los que empleaba la Iglesia católica. Así,
en los años veinte, la revista Generación
Consciente, preocupada siempre por
temas relacionados con la salud y la
sexualidad, publicaba un artículo de
Caro Crespo en el que se asegura que
"una de las causas que originan y pro-
longan la degeneración de la especie
arrojando cada año un aumento conside-
rable sobre el año anterior de tuberculo-
sos, de tísicos, de degenerados y enfer-
mos de toda especie, son los llamados
vicios solitarios, en los cuales la juven-
tud siente el placer de los sentidos des-
viados, de las pasiones desenfrenadas,
incontenidas, despertadas en la más
escandalosa orgía de la más impúdica y
absurda moral". 10
En los años treinta el ideólogo
anarquista Isaac Puente, médico de pro-
fesión, consideró exagerados los peli-
gros de la masturbación y ya en 1935
Llauradó publicó en la prensa anarquista
una "rehabilitación del onanismo" en la
que se rechazaba el concepto de vicio
solitario y se consideraba la masturba-
ción una práctica normal y saludable. 11
Aunque con poco éxito, la propa-
ganda de guerra hizo todo lo posible
para evitar que los milicianos frecuenta-
ran los burdeles. Desde las páginas de
Fragua Social se conminaba al comba-
tiente: "Recuerda que tras las frágiles
caricias se esconden los gérmenes de
males sucios y dolorosos (...) lo mejor
sería que sublimaras el deseo fundiéndo-
lo en anhelos de esperanza y victoria". 12
No consta que la propuesta de la subli-
mación, extrañamente parecida a la dada
por la Iglesia católica, lograse los resul-
tados previstos.
Ya en 1919, la posteriormente
diputada comunista Margarita Nelken
denunciaba que en España, a diferencia
de lo que ocurría en países más avanza-
dos, no se hacía otra cosa para impedir la
prostitución que no fuese intentar recluir
a las prostitutas en conventos.13 Las
autoridades republicanas, antes del esta-
llido de la guerra, habían mostrado una
clara tendencia abolicionista. Se creó un
Patronato de Protección de la Mujer que
sustituyó al Patronato para la Represión
de la Trata de Blancas. Un decreto publi-
cado en junio de 1935 aseguraba que en
España no se reconocía la prostitución
como medio lícito de vida. Sin embargo
la contienda hizo que la prostitución
aumentara en los dos bandos.14
Los anarquistas se pronunciaron
desde sus medios informativos contra la
prostitución e intentaron aleccionar a sus
militantes para que no recurrieran a sus
servicios. Así, en un consultorio de una
revista libertaria de la época, podía leer-
se: "¿Un anarquista puede acudir a los
prostíbulos para satisfacer una necesidad
sexual?" "No -responde la Revista Blan-
ca-, el hombre que acude a las casas de
mala nota no puede ser anarquista".15 La
organización libertaria Mujeres Libres
realizó una activa campaña planteando la
prostitución como un problema de salud
que, a través de las enfermedades venére-
as, producía numerosas bajas entre los
soldados republicanos y también como
un mal social al que se veían abocadas
las mujeres por falta de recursos econó-
micos. La organización llegó a crear
unos liberatorios de la prostitución con
los que se intentaba regenerar a las muje-
res públicas.16 Eran una especie de asilos
en los que las mujeres que querían aban-
donar el oficio recibían ayuda y forma-
9 ¡Nervio!, 1-1-1938.
10 CLEMINSON, Richard. Anarquismo y sexualidad en España (1900-1939). Universidad de Cádiz, 2008, p. 140.
11 Ibídem, p. 147.
12 Fragua Social, 27-6-1937, citado en SAFÓN SUPERVÍA, Agustín y SIMEÓN RIERA, José Daniel. Valencia 1936-1937. Una ciudad en guerra. Ayun-
tamiento de Valencia, 1986, p. 86.
13 NELKEN, Margarita. La condición social de la mujer en España. CVS. Madrid, 2012, p. 127.
14 SÁNCHEZ, Pura. Individuas de dudosa moral. La represión de las mujeres en Andalucía (1936-1958). Crítica. Barcelona, 2009, pp. 76-77.
15 PANIAGUA FUENTES, Xabier. "Religión y anticlericalismo en el anarquismo español". Estudis d'Història Contemporània del País Valencià, nº 1. Valen-
cia, 1979, pp. 257-269.
16 Ruta, 28-1-1937.
H
Crear unos
liberatorios de
la prostitución
con los que se
intentaba
regenerar a
las mujeres
públicas
DICIEMBRE 2015
16 Cultura
ción pero la iniciativa, en líneas genera-
les, fue un fracaso.17 La prostitución,
lejos de disminuir durante la guerra, se
incrementó considerablemente.
Sin embargo no todas las enfer-
medades venéreas, que fueron definidas
en un cartel de la época como "el fascis-
mo de la naturaleza", eran achacables a
la prostitución. Durante los primeros
meses de la guerra, en el bando republi-
cano se vivió un debate sobre si las
mujeres debían incorporarse directa-
mente al frente o limitarse a realizar fun-
ciones de apoyo al Ejército desde la reta-
guardia. En un primer momento los
anarquistas apoyaron el papel activo de
la mujer en el combate, pero la prolifera-
ción de venéreas y la relajación en la
moral de guerra llevaron a que muchos
libertarios cambiaran de opinión y adop-
taran posiciones sexistas. Martí Ibáñez,
responsable de la legalización del aborto
en Cataluña en diciembre de 1936, abo-
gó por la retirada de las mujeres del fren-
te para que los hombres no malgastasen
sus energías en relaciones eróticas. La
propuesta de Martí pasaba por la casti-
dad y la disciplina sexual para potenciar
al máximo el esfuerzo bélico. 18
Los anarquistas se pronunciaron
también contra la pornografía y los
espectáculos subidos de tono que proli-
feraron durante el régimen republicano.
En su labor emancipatoria de mujeres y
jóvenes, el Ateneo Libertario tuvo una
actuación moralizante y así, en octubre
de 1933, dirigía una carta al Diario de
Almería, para que cesara el espectáculo
de varietés que se estaba representando
con carácter ambulante en el parque
Nicolás Salmerón y en el que, "cinco
desgraciadas mujeres" eran obligadas "a
ejecutar unos actos que traspasan todos
los límites de la obscenidad dando con
ello lugar a que los espectadores que
acuden a estos lugares caigan en las abe-
rraciones más repugnantes". 19 El Ateneo
Libertario se instaló en la iglesia de los
Franciscanos, donde el periodista Maria-
no Brisa, que firmaba sus artículos en
Emancipación con el pseudónimo de
'Gabay', pronunció conferencias de
"tema sexual". 20 Tras incautarse del
templo los libertarios instalaron una pis-
cina en la que según los franquistas,
siempre dados a imaginar todo tipo de
conductas desenfrenadas en el bando
republicano, niños y niñas se bañaban
"totalmente desnudos y al mismo tiempo
unas y otros". 21
Los anarquistas adoptaron tam-
bién posturas antinatalistas. Mariano
Brisa pronunció en el Ateneo libertario
una conferencia sobre maternidad cons-
ciente ante un nutrido auditorio en el que
abundaban las "féminas curiosas".
Gabay se quejó del alto número de
embarazos en unos momentos en los que
habría que evitar las fecundaciones ya
que los sobresaltos a los que se veían
sometidas las madres a causa de los
bombardeos afectaban a los fetos. El
redactor anarquista fue aún más lejos y
ante su auditorio explicó varios métodos
anticonceptivos "algunos tan sencillísi-
mos que están al alcance de cualquier
mujer". El conferenciante terminó su
intervención recordando a las jóvenes
presentes su "derecho a elegir" antes de
unirse sexualmente a un hombre. 22
Los libertarios intentaron susti-
tuir la moral tradicional en torno a las
relaciones sexuales por su concepto de
amor libre que, en los casos más extre-
mos, dejaba sin sentido el concepto de
adulterio. Desde las páginas de ¡Nervio!,
Mariano Gallardo rompía una lanza en
favor de la libertad de las mujeres para
tener relaciones con hombres que no
fueran sus parejas habituales: "Suponga-
mos que 'mi' mujer cohabita con otro
hombre. Este hecho ¿en qué puede dis-
minuir la integridad ética de 'mi' mujer?
Yo creo que en nada. ¿Qué diferencia
puede haber entre una cópula realizada
conmigo y otra cópula verificada con
otro? Si mi cópula es perfectamente
moral, lo mismo lo será la cópula del
otro. No puede haber un coito 'decente' y
un coito 'inmoral' por el hecho de ser
diferentes los órganos copuladores mas-
culinos". 23 Gallardo culpaba a las muje-
res, por su negativa a tener relaciones
prematrimoniales y extramaritales, de
que los hombres se vieran obligados a
recurrir a los lupanares. "Parece ser que
las mujeres no se prestan fácilmente a
las relaciones sexuales sin haber tenido
con el hombre un cierto tiempo de trato
amistoso o de idilios palabreros y senti-
mentalistas. Ese empalagoso e irritante
sentimentalismo femenino da por resul-
tado el tener el hombre que echar mano
a la prostitución para satisfacerse
17 GUEREÑA, Jean-Louis. La prostitución en la España contemporánea. Marcial Pons. Madrid, 2003, p. 408
18 NASH, Mary. Rojas. Las mujeres republicanas en la Guerra Civil. Taurus. Madrid, 2000, pp. 171-172.
19 Diario de Almería, 31-10-1933.
20 Emancipación, 30-1-1938.
21 Causa General, 1164, Exp. 7-168.
22 Emancipación, 1-2-1938.
23 ¡Nervio!, 1-3-1938.
DICIEMBRE 2015
17Cultura
sexualmente". En su opinión la virgini-
dad debía tratarse como "un delito
social, un atentado a la salud y a la tran-
quilidad de los hombres (...) esa virgini-
dad es la causa de que haya burdeles, de
que muchas jóvenes caigan en el cieno
de la prostitución, de que haya enferme-
dades sexuales, y de que los hombres se
embrutezcan en el prostíbulo, en el caba-
ret". 24 Eso sí, Brisa no especificó a par-
tir de qué edad la virginidad debería ser
considerada delito.
El concepto de amor libre no
abarcaba las relaciones sexuales entre
personas de un mismo sexo. El escritor
libertario Javier Serrano consideraba la
homosexualidad "una enfermedad repug-
nante" mientras que el médico naturista
Roberto Remartínez la veía como una
degeneración sexual. La literatura anar-
quista de la época está llena de ejemplos
en las que el señorito burgués es identifi-
cado con la perversión homosexual
mientras que el obrero es encarnación de
la sana virilidad heterosexual. 25 En el
mejor de los casos, los libertarios consi-
deraban la homosexualidad una patolo-
gía, lo que les llevó a oponerse a que se
adoptaran sanciones contra aquellos
invertidos que lo fuesen por su naturale-
za y no por vicio o esnobismo.
A pesar de su defensa del amor
libre, muchos anarquistas siguieron
optando por el matrimonio aunque, eso
sí, despojado de todas sus connotaciones
burguesas. El juez de instrucción de Sor-
bas Francisco Escribano contó a las auto-
ridades franquistas los numerosos pro-
blemas que tuvo con los milicianos que
acudían al registro civil para casarse. Per-
trechados con fusiles y bombas de mano,
se presentaban ante el alcalde para con-
traer matrimonio pero se negaban a cum-
plir las formalidades legales exigidas. 26
Las proclamas a favor del amor
libre convivían con una mentalidad puri-
tana heredada de una España tradicio-
nalmente católica. Especialmente curio-
so es el caso de Juan del Águila, líder de
la FAI en Almería y presidente del comi-
té de presos, responsable de la mayoría
de los crímenes que se cometieron
durante los primeros meses
de la guerra. En su declara-
ción ante las autoridades
franquistas asumió la res-
ponsabilidad directa en
400 asesinatos, cifra en la
que bien pudieron influir
los expeditivos métodos de
los interrogadores para
arrancar confesiones. A
propuesta de Francisco
Maroto, el comité regional
de la CNT, reunido en
Baza en abril de 1937, soli-
citó la expulsión de Juan
del Águila por inmoral, 27
pero no se basaba en los
asesinatos sino en que
vivía con su amante Fer-
nanda Mañas tras haber
abandonado a su esposa
Carmen Ibáñez.
Su hermano Fran-
cisco, uno de los principa-
les dirigentes anarquistas
almerienses, fusilado como
Juan al acabar la guerra,
protagonizó también un
'escándalo' a pesar de la nueva moral
revolucionaria. Abandonó a su novia
embarazada de catorce años para unirse
con otra mujer. Los franquistas, que ten-
dían a imaginar un bando republicano
con una moral sexual mucha más relaja-
da de la que tuvo en la realidad, asegura-
ron en el informe de la Falange que Fran-
cisco del Águila "no tenía reparos en la
violación de mujeres, considerando esto
como un caso de deportismo (sic)". 28
En general, la moral de los anar-
quistas vivió instalada en una contradic-
ción entre el hedonismo y la defensa de
los goces naturales que postulaban los
defensores del amor libre y un purita-
nismo de herencia cristiana que no se
privaba de recurrir a imágenes evangé-
licas para aleccionar a los creyentes en
el ideal. 29
Más pacatos que los anarquistas,
los comunistas se ocuparon mucho
menos de las cuestiones sexuales.
Seguían así el criterio de Lenin, que se
opuso a la liberación de la mujer y pos-
tuló un puritanismo revolucionario no
siempre acorde con su vida personal:
"No tengo ninguna confianza en la segu-
ridad y perseverancia en la lucha de las
mujeres, para las cuales la novela perso-
nal se mezcla con la política. Como tam-
poco en los hombres que corren detrás
de todas las faldas y se enamoran de
todas las mujeres. ¡No, no, eso no va con
la revolución!" 30
24 NASH, Mary. Mujer, familia y trabajo en España (1875-1936). Anthropos. Barcelona, 1983, pp. 275-276.
25 LORA MEDINA, Alejandro. "Consideraciones sobre el homosexualismo en el anarquismo español de los anos 30", en CASAS SÁNCHEZ, José Luis y
DURÁN ALCALÁ, Francisco (coord.). Republicanismo en España. Cultura, política e ideologías. Patronato Niceto Alcalá-Zamora y Torres. Priego de Cór-
doba, 2013.
26 Causa General, 1161, exp. 3-682.
27 AMORÓS, Miquel. Maroto, el héroe. Virus. Barcelona, 2011, p. 171.
28 Jutoter nº 23. Sumaria 137A/41.
29 ÁLVAREZ JUNCO, José. La ideología política del anarquismo español (1868-1910). Siglo XXI. Madrid, 1991, p. 132.
30 DUCRET, Diane. Las mujeres de los dictadores. Aguilar. Madrid, 2011, p. 106.
“FALLAMOS: Que debemos condenar y condenamos al pro-
cesado rebelde MIGUEL GRANADOS RUIZ, como autor de
un delito consumado de Masonería, con la concurrencia de
circunstancias agravantes de la responsabilidad criminal a la
pena, de TREINTA AÑOS de reclusión mayor, y accesorias de
interdicción civil durante el tiempo de condena y las inhabili-
taciones y separación para el ejercicio de cualquier cargo del
Estado, Corporaciones Públicas y Oficiales, Entidades Sub-
vencionadas y Empresas Concesionarias, Gerencias y Conse-
jos de Administración de Empresas Privadas, así como cargos
de confianza, mando y dirección de las mismas, separándole
definitivamente de los aludidos cargos”
Madrid, a treinta de enero de mil novecientos cuarenta y dos.1
sí concluía el sumario abierto por el Tribunal
Especial para la Represión de la Masonería y
el Comunismo contra Miguel Granados. No
será ésta la única condena que recayó sobre
Miguel Granados Ruiz. Según lo previsto en
el artículo octavo de la Ley de 1 de marzo de
1940 sobre Represión de la Masonería y del Comunismo, por
su condición de masón también se le abrió un procedimiento
para una imposición de sanción económica en base a la Ley de
Responsabilidades Políticas de 9 de febrero de 1939. En octu-
bre de 1945 el Tribunal de Responsabilidades Políticas aprobó
el embargo de parte de la que fue su vivienda en la ciudad de
Almería. Meses después el mismo tribunal declaró finalmente
el sobreseimiento del caso al no exceder sus bienes a la canti-
dad de 25.000 pesetas. 2
Miguel Granados Ruiz no tuvo que cumplir ni la pena
privativa de libertad ni la sanción económica a las que aludía-
mos anteriormente. Y no tuvo que hacerlo, porque pagó una
pena mucho más dura, cruel y prolongada como fue la del exi-
lio de por vida y la del olvido de los almerienses.
Con este breve trabajo centrado en la biografía de uno
de esos muchos republicanos casi anónimos, pretendemos
acercar al lector a la difícil situación a la que se vieron aboca-
dos al final de la Guerra Civil muchos de quienes durante años
lucharon por las libertades dentro de la legalidad Republicana.
A través de todo un cuerpo legal que incumplía las garantías
jurídicas mínimas exigibles en Derecho, las autoridades Fran-
quistas prolongaron su particular lucha por imponer su mode-
lo de Espala más allá de los campos de batalla.
El trabajo se complementa con el esbozo de una pro-
puesta didáctica destinada al alumnado de 2º de Bachillerato
en Historia de España. A través de diferentes fuentes históricas
los alumnos reconstruyen la trayectoria política del personaje
con la intención de hacerles reflexionar sobre la causalidad y
la empatía histórica necesaria.
El Sumario número 250-941 contra Miguel Granados Ruiz
En el Preámbulo de la Ley sobre la Represión de la
Masonería y el Comunismo de 1 de marzo de 1940, las autori-
dades franquistas dejan patente su beligerancia hacia lo que
consideraban grandes males de la Patria: “En la pérdida del
imperio colonial español, en la cruente guerra de la Indepen-
dencia, en las guerras civiles que asolaron a España durante el
pasado siglo, y en las perturbaciones que aceleraron la caída
de la Monarquía constitucional y minaron la etapa de la Dicta-
dura, así como en los numerosos crímenes de Estado, se descu-
Experiencias Didácticas18
A
Miguel Granados Ruiz: compromiso, represión y olvido.
Una propuesta didáctica
Pedro Martínez Gómez
I.E.S. Alborán (Almería)
1 Centro Documental de la Memoria Histórica, Expediente personal masónico y Sumario del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el
Comunismo contra Miguel Granados Ruiz, Exp. 23, Leg. 21. Archivo General de la Administración, Expediente de Miguel Granados Ruiz en el Tribunal
de Responsabilidades Políticas (7) 39.0275/741
2 Ley de 1 de marzo de 1940 sobre la Represión de la Masonería y el Comunismo, en Boletín Oficial del Estado, 2 de marzo de 1940. Ley de Responsabili-
dades Políticas, en Boletín Oficial del Estado, 13 de febrero de 1939
DICIEMBRE 2015
19Experiencias Didácticas
bre siempre la acción conjunta de la masonería y de las fuerzas
anarquizantes movidas a su vez por ocultos resortes internacio-
nales”. En el artículo cuarto concretan el objeto de su actua-
ción: “Son masones todos los que han ingresado en la masone-
ría y no han sido expulsados o no se han dado de baja de la
misma o no han roto explícitamente toda relación con ella”.
El Preámbulo no deja duda sobre la culpabilidad histó-
rica de los males de España que el Franquismo otorga a la
Masonería. Por tanto, el panorama se dibujaba bastante gris
para toda una generación de políticos que habían estado liga-
dos por convencimiento o conveniencia a la Masonería, funda-
mentalmente durante la Dictadura de Primo de Rivera y a lo
largo de la Segunda República. 3
Adentrándonos en el proceso contra nuestro personaje,
la primera ilegalidad que se produce es el carácter retroactivo
de la ley. Miguel Granados forma parte de todo un amplísimo
grupo de personas que fueron encausados y juzgados por
actuaciones que en el momento de realizarse estaban dentro de
la legalidad de la Dictadura o la Segunda República. 4 Además,
son procesos que no cumplen con los requisitos de garantía
jurídica necesaria. Con una celeridad inusual la incoación de
su expediente comienza el 15 de noviembre de 1941 y se dic-
ta sentencia el 30 de enero de 1942. En ese periodo dio tiem-
po a realizar la denuncia, recopilar la información necesaria,
declararle en rebeldía, hacer la petición por el Ministerio Fis-
cal y dictar sentencia.
La composición de los tribunales evidencia también la
falta de imparcialidad exigible. Para juzgar a Miguel Granados
Ruiz se constituyó un Tribunal integrado por el general Sali-
quet como presidente y como vocales el Sr. Pradera y el gene-
ral Ricardo Rada Peral. No parece lo más apropiado que el pre-
sidente del Tribunal fuese un militar forzado al retiro por la
Reforma de Azaña y que participó activamente en la Guerra
Civil. Pero el caso más significativo es el del general Rada.
Durante la Dictadura de Primo de Rivera, el general Rada con
el empleo entonces de comandante, actuó como delegado
gubernativo en el partido judicial almeriense de Vera en los
primeros meses de 1924. Apenas unos meses atrás, en septiem-
bre de 1923, Miguel Granados había sido el único concejal del
Ayuntamiento de Almería que había mostrado públicamente su
disconformidad con el acuerdo municipal de felicitar a Alfon-
so XIII por su decisión de apoyar el golpe militar del general
Miguel Primo de Rivera. En 1931 Granados Ruiz fue elegido
Alcalde de Almería y Diputado a Cortes. Militante del Partido
Republicano Radical Socialista y más tarde de Izquierda
Republicana, tras las elecciones de febrero de 1936 fue nom-
brado Gobernador Civil de Badajoz. El general Rada, propie-
tario de una finca en la localidad almeriense de Fiñana, ade-
más de su cargo durante la dictadura primorriverista, en la
República militó en la Acción Popular almeriense y más tarde
en la Comunión Tradicionalista, siendo candidato a Cortes en
febrero de 1936. Los otrora adversarios políticos se veían de
nuevo las caras. No parece que entre juez y enjuiciado existie-
se la relación más deseada en aras de la imparcialidad precisa.
En el expediente comprobamos que en la Conceptua-
ción policial de Miguel Granados aparece: “Socialista y
Masón” y en su Grado de Peligrosidad es calificado como:
“Muy Peligroso”. Conviene que, aunque sea brevemente, rela-
temos algunos aspectos de su vida política a fin de determinar
la veracidad o inexactitud de estos calificativos. Efectivamen-
te, Miguel Granados se había iniciado en la masonería a través
de la logia Evolución nº 403 (GOE) en enero de 1921 con el
nombre simbólico de Pepe Jesús. En 1923 adquirió el grado de
maestre masón. Durante la dictadura primorriverista, Miguel
Granados, al igual que otros muchos republicanos, encontró el
refugio necesario para mantener su actividad y reflexión polí-
tica gracias a la permisividad de las autoridades. En esos años
encontramos a un Granados masón que participó en la Asam-
blea celebrada en Sevilla por la Gran Logia Simbólica Regio-
nal Mediodía de España o siendo uno de los fundadores de la
Logia Progreso nº 28 en Almería. Su actividad masónica al
igual que la del resto de masones españoles se vio interrumpi-
da en 1928 por el cambio de opinión de Primo de Rivera que
optó por suspender las logias. En 1930 retoma su actividad
masónica a través ahora de la Logia Actividad nº 24, pero
según consta en su expediente masónico, a finales de 1931
abandona la masonería por plancha de quite. A la vista de los
datos, efectivamente sí perteneció a la masonería, pero lo hizo
con el beneplácito de las autoridades gubernativas del momen-
to e incluso consta su baja. Retroactividad y revisión parcial de
su expediente masónico no otorgan ningún tipo de validez jurí-
dica a su proceso judicial.
El otro calificativo es el de “socialista”. Granados había
iniciado su trayectoria política al inicio de la década de los años
veinte presidiendo el Círculo Instructivo Benéfico Republicano
de Almería y siendo elegido concejal del Ayuntamiento de
Almería entre 1920 y 1923 como republicano. Son años de una
3 Para profundizar sobre la evolución de la Masonería, GÓMEZ MOLLEDA, María Dolores, La masonería en la crisis española del siglo XX, Madrid,
1986; y ÁLVAREZ REY, Leandro, “Republicanismo y masonería en Andalucía. Una aproximación” en MARTÍNEZ LÓPEZ, Fernando (Ed), Nicolás
Salmerón y el republicanismo parlamentario. Madrid, 2007, pp: 240-247. Una visión de conjunto sobre la Ley de Responsabilidades Políticas en ÁLVARO
DUEÑAS, Manuel, Por ministerio de la ley y voluntad del Caudillo. Jurisprudencia Especial de Responsabilidades Políticas (1939-19445), Madrid, 2006.
Un análisis completo sobre la actuación de estos tribunales en Andalucía en GÓMEZ OLIVER, Miguel y MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Fernando (Coord), El
“botín” de guerra en Andalucía. Cultura represiva y víctimas de la Ley de Responsabilidades Políticas, Madrid, 2015
4 Para la trayectoria política de Miguel Granados Ruiz y Ricardo Rada Peral, MARTÍNEZ GÓMEZ, Pedro, La dictadura de Primo de Rivera en Almería.
Almería, 2008; QUIROSA-CHEYROUZE MUÑOZ, Rafael, Católicos, monárquicos y fascistas en Almería durante la Segunda República. Almería, 1998;
y ÁLVAREY REY, Leandro, Los Diputados por Andalucía de la Segunda República: 1931-1939. Diccionario biográfico, Sevilla, 2009
H
Socialista
y Masón
DICIEMBRE 2015
20 Experiencias Didácticas
intensa labor para contrarrestar la actuación de unos ayunta-
mientos controlados por los partidos del turno y en los que Gra-
nados Ruiz se erige en portavoz de los obreros almerienses que
se veían abocados a la emigración ante la falta de trabajo o que
protagonizaban la huelga minera en la cuenca de Serón. Denun-
cias por las irregularidades en las contrataciones municipales o
la defensa de la secularización de las instituciones ejempli-
fican su actuación. Tras la visita
de Alfonso XIII a Almería en
1922, Granados no dudó en mani-
festar en un pleno municipal: “que
no vuelva, que la ciudad no está
para estos gastos”. En plena Dic-
tadura presidió el comité de la
Alianza Republicana almeriense.
Tras la caída de la Dictadura retomó
su acta de concejal a la vez que fue
uno de los impulsores del Partido
Republicano Radical Socialista en
Almería. Seguidor de la línea políti-
ca de Marcelino Domingo terminó
integrándose en las filas de la
Izquierda Republicana de Manuel
Azaña. Su notoriedad política le valió
para ser elegido primer Alcalde repu-
blicano de Almería en 1931, Diputado
a Cortes en 1931 y Gobernador Civil
de Badajoz en 1936. Evidentemente,
son cargos para los que fue “elegido”
con la misma legitimación que los polí-
ticos de posiciones más conservadoras
que desempeñaron cargos similares en
el periodo republicano.
Pero si su presencia en la maso-
nería y su actividad política se adecua a
la legalidad del momento, tal vez el cali-
ficativo de “Muy Peligroso” habría que buscarlo en su actua-
ción al ocupar cargos políticos. Ya hemos dado cuenta de su
labor como concejal en defensa de
los intereses de los obreros, el res-
peto a los procedimientos adminis-
trativos y de la República. Iniciati-
vas que en su momento no le supu-
sieron ningún tipo de recriminación
gubernativa. En los primeros
momentos de la Dictadura de Pri-
mo de Rivera, sí tenemos constan-
cia de un destierro en Granada que
responde más a una labor preventi-
va, ya que son años de calma en la
provincia. Tal es la normalidad de
estos años, que Miguel Granados
participó en 1926 en la celebración
del aniversario de la Primera Repú-
blica y la erección de la estatura en
honor a Nicolás Salmerón en su
pueblo natal de Alhama. Como
Diputado fue elegido Secretario de
la Mesa del Congreso. Sus intervenciones parlamentarias se
limitan a sumarse a las iniciativas de otros Diputados alme-
rienses reclamando inversiones públicas que paliasen la falta
de agua para riegos. En febrero de 1932 se unió, a través de
una enmienda, al proyecto de Ley sobre el Régimen del Patri-
monio de la Corona solicitando que los edificios y vías públi-
cas de La Granja (Segovia)
pasasen a usufructo del pueblo.
Como Gobernador de Badajoz
tuvo que hacer frente a la ocu-
pación de fincas por los sindi-
catos en la primavera y el vera-
no de 1936, y a la sublevación
militar en julio con la deten-
ción de falangistas y revolu-
cionarios de izquierda. Ante
el avance de las tropas del
teniente coronel Yagüe y días
antes de la toma de Badajoz,
Miguel Granados huyó a
Portugal. Días después, un
grupo de falangistas penetró
en Portugal con la intención
de secuestrarlo y llevarlo de
nuevo a España para juz-
garlo por haber encarcelado
al Jefe provincial de Falan-
ge. Gracias a la actuación
del Gobernador de Elvas
pudo salvar su vida.
En su expediente
no consta ningún hecho
que venga a dar sentido al
calificativo de “Muy
Peligroso” y en nuestro
relato tampoco encontramos evidencia alguna al respecto.
¿Por qué entonces esa calificación? Es una pregunta a la que
no encontramos respuesta más allá del simple hecho de haber
DICIEMBRE 2015
21Experiencias Didácticas
sido masón, de haber militado en partidos republicanos de
izquierda y haber ocupado cargos públicos como resultado de
unas elecciones libres y en base a la misma norma legal que
los Diputados o Alcaldes de posiciones conservadoras.
Miguel Granados Ruiz consiguió huir a Francia y más
tarde a México para evitar ser detenido por la Gestapo. En su
exilio mexicano contó con la ayuda de la JARE y algunos anti-
guos compañeros de la masonería, a la vez que consiguió algu-
nos trabajos. Durante su exilio mexicano mantuvo su relación
con las organizaciones republicanas, llegando a presidir en la
década de los 40 el Ateneo Salmerón que agrupaba a los mili-
tantes de Izquierda Republicana en México. En 1943 represen-
tó a Izquierda Republicana en la directiva de la Junta Española
de Liberación. En noviembre de 1961 fue miembro de la comi-
sión organizadora del banquete que los ex Diputados de las
Cortes Constituyentes residentes en México se reunieron para
conmemorar el XXX aniversario de la Constitución de 1931. A
partir de ese momento perdemos la pista de nuestro personaje.
El callejero urbano suele acoger a personajes que pasan
a la memoria colectiva sin que en muchos casos atendamos a
su verdadera naturaleza. Hasta los primeros años de la transi-
ción, dos céntricas calles de Almería llevaban los nombres de
quienes actuaron como jueces de estos tribunales políticos, los
generales Saliquet y Rada. La modificación del callejero en los
años 80 permitió que sus nombres fuesen sustituidos por los de
la vecina ciudad de Granada y la escritora Concepción Arenal.
Quien fuese primer alcalde republicano de Almería sigue sin
recibir ningún tributo de una ciudad y una provincia por la que
luchó en defensa de las libertades y la prosperidad.
Propuesta Didáctica
Compartimos la opinión de Hernández Cardona cuan-
do afirma que: “En la educación del siglo XXI la Historia
debe plantearse como una palanca de conocimiento científico
al servicio de la formación personal”. Apostamos por un enfo-
que crítico en el proceso de enseñanza y aprendizaje de las
Ciencias Sociales que posibilite a nuestros alumnos a pensar
y actuar por sí mismos en la sociedad, alejándonos de un
modelo de reproducción social. 5 Para nuestro planteamiento
didáctico seguimos un modelo conceptual sobre la formación
del pensamiento histórico basado en la empatía histórica y las
competencias para contextualizar, así como la interpretación
de la historia a partir de fuentes. 6
Nuestra propuesta didáctica está destinada a Historia de
España de 2º de Bachillerato. A través de la reconstrucción de
la vida política de un republicano que sufrió la represión fran-
quista pretendemos que nuestros alumnos tengan un conoci-
miento más próximo y real de la actuación de los políticos
republicanos y que reflexionen sobre la naturaleza y conse-
cuencias de la represión franquista. 7
Trabajaremos las Competencias sociales y cívicas basa-
das en el conocimiento crítico de los conceptos de democra-
cia, justicia, igualdad, ciudadanía y derechos humanos y civi-
les. Las Competencias de Aprender a Aprender porque favore-
ce la motivación tanto por la curiosidad que genera el tema
como por el protagonismo que el alumnado adquiere en su
aprendizaje. Internet se convierte en una herramienta útil para
localizar legislación y prensa de época que permite un afianza-
miento de la Competencia digital. A través del trabajo con
fuentes históricas de contenido legal y periodístico desarrolla-
remos la Competencia lingüística. 8
El trabajo se divide tres secuencias de aprendizaje y se
realizará coincidiendo con el estudio del inicio del Franquismo:
Secuencia 1:
- Presentación de las sentencias contra Miguel Granados Ruiz.
- Hipótesis de los alumnos sobre las posibles causas que pue-
dan haber motivado esas dos condenas.
Secuencia 2:
- Búsqueda de legislación histórica a través de internet.
- Reconstrucción de la trayectoria política de Miguel Grana-
dos Ruiz a través de las fuentes históricas y la biografía
básica aportada por el profesor.
- Revisión del callejero de Almería hasta los años 80 y en la
actualidad.
Secuencia 3:
- Puesta en común en la que se analiza y valora el procedi-
miento judicial atendiendo a:
o Legalidad del procedimiento
o Veracidad de las acusaciones
o Validación de las hipótesis iniciales
o Legitimidad moral
- Puesta en común valorando el protagonismo público de
Miguel Granados Ruiz en el contexto de la España del
momento y la huella o reconocimiento que ha dejado, o no,
sobre los almerienses.
- A través de una frase el alumnado resumirá un mensaje que
quieren transmitir a partir del trabajo realizado sobre nues-
tro personaje.
5 HERNÁNDEZ CARDONA, F. Xavier, 12 ideas clave. Enseñar y aprender historia. Barcelona, 2011, pp: 10; y BENEJAM, Pilar y PAGÉS, Joan, Enseñar
y aprender Ciencias Sociales. Barcelona, 1997, pp: 151-168
6 GONZÁLEZ, N, PAGÈS, Joan y SANTISTEBAN, Antoni, “Una investigación sobre la formación del pensamiento histórico”, en ÁVILA, Rosa (Coord),
Metodología de investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales. Zaragoza, 2010
7 BOE, 3 de enero de 2015, Bloques 10 y 11 (La Segunda República. La Guerra Civil en un contexto de Crisis Internacional y la Dictadura Franquista), pp:
326-327
8 BOE, 29 de enero de 2015
DICIEMBRE 2015
22 Experiencias Didácticas
l pasado 15 de octubre
el Papa Francisco decla-
raba el inicio del año
jubilar teresiano en con-
memoración del V cen-
tenario del nacimiento
de Teresa de Jesús y el IV de su beatifi-
cación. Durante este año se sucederán
los actos y celebraciones vinculadas con
la Santa de Ávila por buena parte de la
geografía española, entre ellos Sevilla,
pues Teresa, llamada muy apropiada-
mente “la santa andarina”, recorrió bue-
na parte del reino de Castilla y bajó has-
ta las orillas del Guadalquivir. Una expe-
riencia que la propia madre carmelita
describe con tintes amargos.
En tiempos de Teresa Sevilla era
la ciudad más grande de España, una de
las grandes metrópolis de Europa y un
puerto de gran dinamismo y potencial
económico gracias al privilegio del
comercio con América. No es por tanto
extraño que, tras fundar diez conventos
en Castilla, Teresa pensase en fundar un
convento en el Puerto de Indias. Proba-
blemente le decidiese a ello el padre
Jerónimo Gracián, visitador de la orden
carmelita en Sevilla, quien se entrevistó
con Teresa en abril de 1575, en el recién
fundado convento de Beas de Segura.
En mayo de 1575 Teresa partió
del convento de Beas con seis monjas y
varios sacerdotes y seglares acompañan-
tes, en dirección a Sevilla con la inten-
ción de fundar un nuevo convento. Llegó
a la ciudad el jueves 26 de mayo, con el
calor típico de un verano adelantado, al
que la fundadora no estaba acostumbra-
da, como se lamenta, y al que culpa del
carácter de los sevillanos porque "secaba
el alma y enervaba las pasiones” por lo
que “los demonios tienen más mano allí
para tentar”. (Fundaciones, XXV).
La estancia de Teresa en Sevilla y
la fundación del convento carmelita des-
calzo de San José aparecen recogidas en
los capítulos XXV y XXVI del Libro de
las Fundaciones, de la propia Teresa, y
en la Novena Recreación del Libro de
las Recreaciones, de María de San José,
la primera priora del convento sevillano.
Además contamos con las numerosas
cartas cruzadas entre ambas religiosas,
en las que María informa a la madre
Teresa de los problemas de la comuni-
dad y ésta le ofrece consejos y recomen-
daciones, y los expedientes de los proce-
sos seguidos contra Teresa y otras mon-
jas de la comunidad sevillana ante el tri-
bunal de la Inquisición.
La sociedad sevillana recibió con
recelo la fundación de un nuevo conven-
to en una ciudad donde ya existían
numerosas entidades religiosas y no se
mostró muy dispuesta a apoyar la crea-
ción de uno nuevo. La propia Teresa
mostró su extrañeza al constatar que “en
una ciudad tan caudalosa como Sevilla y
de gente tan rica había de haber menos
aparejo de fundar”. Tampoco recibió el
apoyo de las autoridades eclesiásticas,
pese a que, en una carta, le habían pro-
metido su ayuda.
En aquel momento la máxima
autoridad religiosa de la ciudad era el
arzobispo Cristóbal de Rojas y Sandoval,
quien, como era habitual en la alta jerar-
quía eclesiástica, pertenecía a una presti-
giosa familia nobiliaria (los marqueses
de Denia). Contaba con un largo historial
de servicios a la iglesia: fue capellán de
Carlos V, intervino como teólogo en el
Concilio de Trento y había pasado pre-
viamente por los obispados de Oviedo,
Badajoz y Córdoba. En Badajoz hubo de
enfrentarse a focos de iluminismo y pos-
teriormente, en Córdoba, tuvo que inter-
venir contra clérigos y beatas acusados
de tener visiones extrañas, realizar la ora-
ción mental y otras prácticas vinculadas
a la herejía iluminada.
Todas estas experiencias le hicie-
ron mostrarse receloso ante la llegada a
Sevilla de una monja reformista como
Teresa, que estaba produciendo una pro-
funda división en la orden carmelita, que
había sido procesada por el Tribunal de
la Inquisición y que pretendía establecer
un nuevo convento sin contar con medios
económicos que garantizasen una renta
suficiente para la comunidad. Si en un
Teresa de Jesús en Sevilla
José Manuel Navarro
I.E.S. Los Alcores. Mairena del Alcor (Sevilla)
E
DICIEMBRE 2015
23Experiencias Didácticas
primer momento el arzobispo había res-
pondido de forma entusiasta a la petición
de Teresa prometiendo su apoyo para
fundar el convento en Sevilla, cuando
llegó el momento de materializar dicho
apoyo, no prestó ayuda alguna a la nueva
comunidad carmelita. El único eclesiásti-
co Sevilla que apoyó desde el primer
momento la fundación fue Hernando de
Pantoja, prior del monasterio cartujo de
Santa María de las Cuevas.
Las religiosas se alojaron en una
casa arrendada situada en la calle de las
Armas (hoy Alfonso XII), una calle
bulliciosa, próxima al puerto y muy
insegura, como muestra el hecho de que
nada más llegar las monjas, varios veci-
nos les robaron buena parte de sus perte-
nencias. A pesar de los inconvenientes,
Teresa consiguió su objetivo y el 29 de
mayo, fiesta de la Santísima Trinidad, se
celebró la misa fundacional del conven-
to carmelita descalzo de Sevilla. De
todas formas Teresa continuó las gestio-
nes para comprar una casa para el con-
vento en una zona menos conflictiva.
Teresa nombró como priora de la
naciente comunidad a María de San José,
de tan sólo 27 años de edad. María había
tomado el hábito de carmelita descalza
en Malagón, (Ciudad Real) en 1570.
Ingresó sin dote, apoyada por Luisa de la
Cerda, señora de la villa de Malagón y
protectora de Teresa. Los primeros pasos
de la comunidad fueron muy duros.
María de San José recoge en su libro la
pobreza de las hermanas, que sólo conta-
ron durante todo el verano con lechos de
cañizo sin ropa de cobertera, lo que dis-
culpaba la priora por el calor, y una
comida reducida muchos días a manza-
nas y pan. Esto no impidió que numero-
sas jóvenes solicitasen su ingreso, atraí-
das por el nombre de la reformista.
De vital importancia para el man-
tenimiento de la comunidad en sus pri-
meros momentos fue el apoyo de Loren-
zo de Cepeda, hermano de Teresa, quien
regresó a Sevilla en agosto de 1575, tras
haber hecho fortuna en América. Loren-
zo había embarcado para las Indias
treinta años antes, con la expedición
organizada en 1540 por Vaca de Castro.
Se estableció en Quito hacia 1549, don-
de ejerció como regidor y alcalde del
cabildo y fue nombrado juez de la
Audiencia. Entre sus actuaciones desta-
ca la prohibición de la servidumbre de
los indios en 1565. Consiguió una
amplia fortuna y una hacienda valorada
en unos 35.000 pesos. A su regreso a
España, Lorenzo se instaló en Sevilla
con su familia y ayudó con un elevado
préstamo y su influencia, a la nueva fun-
dación. Su hija Teresita ingresó en la
comunidad con ocho años de edad y
acompañó a su tía hasta su muerte. Estu-
vo con ella en San José de Ávila, en la
fundación del convento de Burgos y en
Alba de Tormes, donde murió.
Estando Teresa en Sevilla estalló
la discordia entre carmelitas calzados y
descalzos en el capítulo general celebra-
do en 1575 en Plasencia. Los descalzos
criticaban la relajación de la observancia
de la regla por los calzados y estos acu-
saron a los descalzos de extralimitarse
fundando o reformando más conventos
de los autorizados por el Papa. En Sevi-
lla esta disputa se materializó en noviem-
bre cuando el padre Gracián (reformista
descalzo), fue rechazado por los carmeli-
tas calzados del convento sevillano cuan-
do acudió a realizar una vista de inspec-
ción. El padre Salazar, provincial del
Carmelo de Castilla, prohibió a Teresa
realizar más fundaciones y le ordenó reti-
rarse a un convento. De todas formas no
pudo impedir que la madre Ana de San
Alberto y otras tres monjas enviadas por
Teresa, fundasen el convento de Carava-
ca de la Cruz en enero de 1576.
Teresa fue denunciada ante la
Inquisición de Sevilla en diciembre en
1575 por una monja llamada María del
Corro, una joven viuda que no terminó
de adaptarse a la vida conventual y se
enfrentó a Teresa y a Isabel de San Jeró-
nimo, una religiosa destacada en la vida
de oración propuesta por Teresa. María
del Corro abandonó el convento y las
denunció acusándolas de inmoralidad,
relajación y realizar prácticas ilumina-
das. Según recoge la propia Teresa en su
carta nº 76, entre las acusaciones se
encontraban que ataba a las monjas de
pies y manos y las azotaba.
Los inquisidores Carpio y Pára-
mo interrogaron a las religiosas, pregun-
tando por el estilo de vida, sus creencias
y las prácticas religiosas, para confirmar
o refutar las acusaciones y declaraciones
de los testigos y averiguar si estaban
relacionadas con el iluminismo. Entra-
ron varias veces en el convento para exa-
minar a las religiosas, pero no consta en
el proceso ninguna orden de encarcela-
ción. En paralelo al proceso inquisitorial
contra Teresa y sus religiosas por la acu-
sación de herejía, la comunidad fue
objeto de investigación por el tribunal
ordinario del Arzobispado, para averi-
guar la verdad sobre las acusaciones de
desórdenes y faltas a la regla de la orden.
Los jueces eclesiásticos llegaron
a solicitar a fray Domingo Ibáñez, de la
Orden de Santo Domingo, que les remi-
tiese desde Valladolid el libro escrito por
Teresa sobre su vida, que estaba exami-
nando por una denuncia interpuesta ante
el Santo Oficio por la princesa de Éboli.
Probablemente fuese un acto de vengan-
za de la noble castellana, con la que
Teresa se había enfrentado. La princesa
quiso convertirse en religiosa en el con-
vento que había fundado Teresa en su
villa señorial de Pastrana, pero conser-
vando su lujoso tren de vida. Teresa
decidió disolver el convento y trasladar
las monjas al convento de Segovia, des-
airando a la poderosa noble.
El temor de los inquisidores a que
pudiera tratarse de un grupo vinculado a
H
La pobreza de
las hermanas,
que sólo conta-
ban durante el
verano con
lechos de cañizo
DICIEMBRE 2015
24 Experiencias Didácticas
los alumbrados de Extremadura, que ya
habían sido condenados por herejía, les
llevó a consultar al Consejo de la Inqui-
sición en Madrid pidiendo instrucciones
para juzgar el caso. Afortunadamente
para Teresa el Inquisidor General, Gas-
par de Quiroga, arzobispo de Toledo, era
un viejo conocido de Luisa de la Cerda,
amiga y protectora de Teresa, y mantenía
una cordial relación con Felipe II, quien
le había promovido al puesto de primado
de la Iglesia española. Tras las engorro-
sas e inevitables molestias de exámenes e
investigaciones, el proceso judicial se
saldó de forma favorable. El 29 de abril
de 1576 el tribunal dictó una sentencia
absolutoria para Teresa, la priora y las
monjas, declarando que las acusaciones
de la novicia eran infundadas.
Esta sentencia se sumaba al jui-
cio favorable que el padre Domingo Ibá-
ñez había emitido en junio del año ante-
rior, a petición del Santo Oficio, sobre el
libro de su vida, y ambas venían a con-
ceder, indirectamente, la aprobación de
la reforma del Carmelo emprendida por
Teresa, de su labor, su modelo religioso
y sus enseñanzas, considerándolos acor-
des a la doctrina católica.
El último acto de Teresa en Sevi-
lla fue el traslado del convento a una
casa propia, situada en la calle Pajarerí-
as (actual calle Zaragoza), comprada en
abril de 1576 y a la que se trasladó la
comunidad el 3 de junio. Un incendio
ocurrido durante la celebración de la
fiesta de inauguración estuvo a punto de
destruir el nuevo convento.
Al día siguiente partió Teresa de
Sevilla para Toledo, pasando por Mala-
gón. Su experiencia sevillana no fue satis-
factoria y amargamente confesaba a su
sobrina María Bautista "... las injusticias
que se guardan en esta tierra extraña, la
poca verdad, las dobleces. Yo le digo que
con razón tiene la fama que tiene.”(Carta
76). Atrás quedaba, como recuerdo de su
paso por Sevilla, el único retrato de Tere-
sa de Jesús hecho en vida, pintado por el
lego carmelita fray Juan de la Miseria por
mandato del padre Gracián, y el manus-
crito original de Las Moradas.
La sospecha continuó pesando
sobre la comunidad carmelita y en 1578
fueron los calzados sevillanos, que se
oponían a la reforma de Teresa, quienes
denunciaron a las monjas descalzas de
incumplimiento de la regla, ciertos exce-
sos en la vida contemplativa y prácticas
de oración que se acercaban a los heréti-
cos iluminados. La predicación del con-
sejero espiritual del convento, el padre
Cárdenas, no hizo más que crear proble-
mas. En sus visitas aconsejaba a las car-
melitas que dejasen de realizar la oración
mental y otras prácticas establecidas por
Teresa, por juzgarlas propias de ilumina-
dos. Con ello estimuló la reticencia de un
grupo de hermanas a seguir estrictamen-
te la disciplina y rigidez de la regla.
En este ambiente, la actitud inde-
cisa de la priora, María de S. José, inca-
paz de dirigir adecuadamente la comuni-
dad e imponer la disciplina en el conven-
to, propició un nuevo enfrentamiento y
una segunda acusación ante el Tribunal
del Santo Oficio. En agosto Beatriz de
Chaves, la primera novicia en ingresar
en el convento de Sevilla, y Margarita de
la Concepción, que al parecer estaba
enamorada de su director espiritual, acu-
saron ante la Inquisición a la priora de
diversos delitos heréticos, a Teresa y al
padre Gracián de iluminismo y a sus
compañeras de llevar “una vida de ora-
ción perniciosa y viciada por el mal espí-
ritu”. El tribunal de la Inquisición, tras
apreciar numerosas contradicciones
entre las denunciantes, no admitió la
acusación, considerando infundado y
falso el memorial difamatorio. Las mon-
jas se retractaron y el 3 de mayo de 1579
el tribunal dictó sentencia contra las acu-
sadoras. Finalmente obtuvieron el per-
dón de Teresa.
En 1586, con el apoyo de Juan de
la Cruz, la comunidad se trasladó al
actual convento de San José, conocido
popularmente en Sevilla como Las Tere-
sas, en el barrio de Santa Cruz, un lugar
más tranquilo y alejado del bullicio del
puerto. Desde entonces la comunidad de
carmelitas descalzas ha mantenido en
este rincón sevillano el recuerdo de la
Santa de Ávila.
H
Fueron los calzadas sevillanos
que se oponían a la reforma
de Teresa, quienes denunciaron
DICIEMBRE 2015
25Experiencias Didácticas
El Milenio del Reino de Almería
Carlos Villoria Prieto
Centro de Profesorado de El Ejido
n 2014 se cumplió un milenio de la creación
del reino independiente de la taifa de Alme-
ría. En julio de 2014 Jairán, de origen eslavo
y lugarteniente de Almanzor, ante la crisis
del califato hispanoárabe proclamó una
Almería independiente.
Este hecho hay que contextualizarlo en la desintegra-
ción del califato omeya de Córdoba. Esta desintegración
comenzó durante el reinado de Hisham II (976-1013), nieto de
Abdarrahmán III, que había dejado el poder en manos de
hachib (primer ministro) Almanzor. Este último fue reforzan-
do su poder, reduciendo el papel del califa. Recurrió a merce-
narios berberiscos, que le eran completamente fieles, redujo el
poder de los círculos palatinos, trasladó la administración a un
nuevo palacio, Medina al Zahara, estableciendo una autentica
dictadura militar que le obligaría a cosechar éxitos militares
para sostener su poder. Las grandes campañas contra los cris-
tianos tuvieron lugar durante las dos últimas décadas del siglo
X, en que saquearon Zamora, Barcelona, Coimbra, León, cul-
minando con la expedición de 997 en que asaltaron Santiago.
En los años siguientes continuaron las incursiones por tierras
de Navarra y Castilla, hasta morir Almanzor en una de ellas,
en Medinaceli, en 1002. A su muerte le sucedió su hijo Almu-
zaffar, y a este su hermano Abdarrahmán Sanchuelo, que for-
zó ese mismo año al califa omeya Hisham II a que le nombra-
ra a él y a sus descendientes herederos. Su asesinato condujo a
un largo periodo de luchas civiles (1009-1031). La falta de
prestigio hizo propagar la idea de usurpación del poder califal,
así, en febrero de 1009, un biznieto de Abdarrahmán III,
Muhadmmad II, que había elimina-
do a Abdarrahmán Sanchuelo,
desterró a un grupo de eslavos
amiríes, entre los que desta-
caba Jayrán Al.Amirí, un
antiguo esclavo de ori-
gen eslavo al que Almanzor había ascendido a general, y que
eran leales a Hisham II, asentándose en las zonas orientales del
califato, dominando Almería, Murcia y Orihuela y Valencia.
En noviembre de ese mismo año Sulaymán al-Mustaín, tam-
bién biznieto de Abdarrahmán III, derrotó a Muhadmmad II,
haciéndose con el poder. Estos dos personajes continuaron su
lucha hasta el año 1013 en que muere asesinado Hisham II, el
califa ya no controlaba el territorio andalusí, surgiendo ese año
la taifa zirí de Granada.
Al entrar los bereberes en Córdoba, Jayrán huye a Ori-
huela, donde preparó una hueste de soldados de fortuna, con
los que emprendió la conquista de Almería. Para consolidar su
poder en el levante peninsular, Jayrán se encaminó a la ciu-
dad, cuya región había sido tomada por el también eslavo
Aflâh con ayuda de los beréberes, apoderándose de la ciudad
en julio de 1014.
Almería originariamente en el siglo IX había sido en
barrio marítimo de la República de Bayyana. En esta época
Almería tenía una torre vigia en el espacio de la actual alca-
zaba, que controlaba la bahía. Este es el origen del nombre,
al-mariyyat Bayyana, la atalaya de Bayyana. La ciudad cada
día aumentaba su población y el comercio en torno al puerto,
por eso Abdarrahmán III el año 955 le da el estatus de ciu-
dad, y se manda fortificar la ciudad, la erección de una mez-
quita, y la construcción de una gran fortaleza para proteger la
ciudad de los ataques de los piratas. La ciudad se convertirá
en el principal puerto de Al-Andalus, y sede de la flota cali-
fal. El almirante de la flota califal era una de las personas más
importantes e influyentes, por eso cuando Almanzor se hizo
con el poder en al-Andalus mató al almirante y se hizo con el
patrimonio de este.
Con Jayrán la prosperidad de Almería tomo alas,
aumentando constantemente su población, atrayendo nuevos
moradores de Córdoba, que huían de la crisis económica y de
E
DICIEMBRE 2015
26 Experiencias Didácticas
la inseguridad de esta ciudad. También se aprovechó Almería
de la decadencia de Bayyana (Pechina), absorbiendo a la
mayor parte de su población. Con este crecimiento económico
y demográfico se tuvieron que ampliar las líneas de muralla de
la ciudad, construyéndose el lienzo que pasa por el cerro de
San Cristóbal. La ciudad tenía 30.000 habitantes que vivían de
la actividad industrial que generaba el puerto.
La ciudad estaba constituida por tres recintos, la alme-
dina, el central, que constituia el centro religioso, político y
económico. Aquí estaba la mezquita mayor, la alcaicería y las
atarazanas. Otro de los recintos era el barrio de al-Musalla u
Oratorio, que estaba al levante, este barrio surge gracias a la
pujanza demográfica y es fortificado por Jayrán. Constaba de
tres puertas, siendo la de Pechina, junto a la actual Puerta Pur-
chena, uno de los centros neurálgicos de Almería y la princi-
pal entrada a la ciudad. El otro barrio, situado a poniente era el
de al-Hawd, o la Hondonada.
Jayrán promovió otras obras en la ciudad destacando
la mezquita mayor, que la amplió. La mezquita de Almería
era enorme, con siete naves de oración, desafortunadamente
solo nos ha llegado a la actualidad el mihrab, hoy en día for-
mando parte del muro de la iglesia de San Juan. Otra obra
destacada de Jayrán fueron los aljibes de la ciudad, hoy con-
servados en parte, junto a la puerta de Pechina. También
construyó la acequia que alimentaba estos aljibes, desde las
fuentes de Alhadra.
Jayrán murió la noche del día 31 de mayo de 1028 sin
haber concluido todas estas obras.. Según el geógrafo de Dalí-
as (Almería) al-Udri, coetáneo de estos hechos, fue un monar-
ca preocupado por el bienestar de sus súbditos. Su labor la
continuaría su sucesor Zuhayr, también de origen eslavo y
general de Almanzor, quien tuvo que luchar contra Musallán,
también eslavo para suceder a Jayrán. Desarrolló complicadas
alianzas con el fin de aumentar el decadente poder de la mino-
ría eslava en el Levante peninsular. En su breve reinado, la tai-
fa almeriense alcanzó la máxima extensión territorial al apode-
rarse de Córdoba (1034), si bien por poco tiempo, y sería reco-
nocido como señor en Játiva, Jaén, Baeza y Calatrava. Murió
en 1034 intentando conquistar el reino de Granada, y con su
muerte acaba el poder eslavo en al-Andalus y se cierra el ciclo
histórico de la influencia amirí.
Cuando Zuhayr murió en el campo de batalla, los nota-
bles de Almería eligieron a un miembro de la familia Banú
Ramîmî para dirigir los destinos de la ciudad. Pero los eslavos
eran aún influyentes, así que, al poco, tomó el poder el rey de
Valencia, Abd al-Aziz al-Mansur, hijo de Sanchuelo y nieto de
Almanzor, dejando a su cuñado Abú l-Ahwas Man como
gobernador en el año 1041. Man al año siguiente aprovechó la
rebelión de Lorca, Játiva y Jódar contra al- Mansur para pro-
clamar su independencia. Su hijo Almotacín, se declaró rey de
Almería en1054, inaugurando el periodo más largo de estabi-
lidad en un siglo muy agitado. Almotacín, denominado el rey
poeta, reinó hasta el año 1091, creando el más importante
núcleo cultural de Al-Andalus, con el mecenazgo de literatos,
filósofos, poetas y artistas. Construyó en la Alcazaba un mag-
nífico palacio donde organizaba veladas literarias con los inte-
lectuales llegados a Almería.
Almería era conocida por los geógrafos árabes como la
“Puerta de Levante”, por la gran importancia de los puertos
que eran las puertas de Al-Andalus que conectaban la penínsu-
la ibérica con gran parte del Magreb y con Oriente, intercam-
biando mercancías entre las que estaban la cultura, las corrien-
tes literarias y de pensamiento. Económicamente en Almería
DICIEMBRE 2015
27Experiencias Didácticas
destacaban los artesanos, la industria de la seda, la del mármol,
destacando las canteras de Macael. Uno de los negocios más
lucrativos del puerto era el comercio de esclavos, no es de
extrañar que el propio Jayrán llegase a Al-Andalus como
esclavo a través del puerto almeriense.
Fruto de esa situación estratégica y su papel de gran
puerto comercial con el norte de África y el próximo oriente,
competía en el Mediterráneo con genoveses y catalanes. El rey
leones Alfonso VII, coronado en la Catedral de León como
Imperator totius Hispaniae, capitaneó el llamamiento a cruza-
da convocado por el Papa Eugenio III con la excusa de luchar
contra los infieles y acabar con la piratería, la realidad era que
el objetivo era económico, se trataba de acabar con la rivalidad
comercial de las puertos cristianos.
Tras tres meses de asedio la ciudad cayó en manos de
las tropas cristianas en octubre de 1147. En 1157, los almoha-
des recuperaron el control de la ciudad de Almería y Alfonso
VII parte para intentar reconquistarla. Fracasa en el intento y
cuando regresaba a León muere el 21 de agosto. Este breve
periodo de dominio cristiano acabó con el esplendor almerien-
se, la ciudad fue saqueada, perdió gran parte de la población y
su red de contactos comerciales. Durante los siglos XIII y XIV
Almería se integra dentro del sultanato nazarí de Granada.
El Milenio del reino de Almería se empezó a celebrar
en junio de 2014, continuando los actos durante el año 2015.
El primer impulso para esta celebración parte de la Asociación
de Amigos del Milenio de Almería, que hizo que tanto la
sociedad almeriense como las instituciones se movieran y
empezaron a diseñar actividades para esta conmemoración.
Desde la Junta de Andalucía, y la entonces consejería
de Educación Cultura y Deporte se hizo un importante esfuer-
zo para difundir esta efeméride, la pena es que fue con muy
poco presupuesto. Desde los Centros del Profesorado, se
organizaron en el mes de octubre de 2014 unas jornadas pro-
vinciales para motivar al profesorado a trabajar el Milenio y
darle difusión. Se realizó una iniciación al significado históri-
co de la creación del reino taifa de Almería a comienzos del
siglo XI y se abordó el reto didáctico que supone para los cen-
tros educativos, planteando estrategias didácticas y conocien-
do experiencias propuestas desde centros educativos de la
provincia de Almería en relación con el Milenio. Como con-
tinuación a este trabajo desde los tres CEP de la provincia se
organizó un cuso en cada una de sus sedes para seguir profun-
dizando en la temática. En el mes de junio de 2015 se celebró
en el museo de Almería a modo de colofón una feria de expe-
riencias donde los centros educativos de la provincia expusie-
ron sus prácticas educativas para conmemorar esta efeméride.
Como complemento a la formación del profesorado la conse-
jería de Educación, Cultura y Deporte en colaboración con los
CEP de la provincia de Almería publicó una guía del alumno
para explicar el Milenio del Reino de Almería, coordinando
su edición los hesperidianos Alfonso Ruiz García y Valeriano
Sánchez Ramos. La delegación Territorial de Educación, Cul-
tura y Deporte creó una página donde aloja material didáctico
e información sobre actividades educativas. La dirección es:
milenio.cepindalo.es
Como complemento a esto desde el museo de Almería
se ha organizado una magnífica exposición “Al Mariyya. Puer-
ta de Oriente”, que ofrece un recorrido por el pasado islámico
de la ciudad - desde el año 711, con la llegada de los primeros
musulmanes, hasta la definitiva expulsión de los moriscos, en
el siglo XVI - a través de cerca de 350 piezas arqueológicas.
Desde el resto de instituciones de la provincia se han
organizado distintas actividades, destacando el Instituto de
Estudios Almerienses (IEA), que ha publicado La conquista de
Almería, una comedia del Siglo de Oro de autor desconocido
que narra la conquista de la ciudad por Alfonso VII. El IEA ha
colaborado con diferentes asociaciones para conmemorar el
Milenio, así con la Asociación de Amigos de la Alcazaba está
preparando el libro, el Reino de Almería, mil años de historia.
Con la asociación Louis Siret de amigos/as del museo de
Almería se organizaron unas jornadas centradas en la arqueo-
logía urbana de Almería de época islámica. Con la Fundación
Ibn Tufayl de Estudios Árabes, se organizaron distintas activi-
dades como la organización de ciclos de conferencias, una
sobre el Sufismo y otra sobre cultura y civilización andalusíes.
A pesar del poco presupuesto del que ha gozada la cele-
bración del Milenio, la implicación de las distintas asociacio-
nes de Almería y de sus instituciones ha logrado dar a conocer
esta efeméride entre la sociedad almeriense.
H
Desde la Junta de
Andalucía y la entonces
Consejería de Cultura y
Deporte se hizo un impor-
tante esfuerzo para
difundir esta efemérides
28 Congresos
Los nacionalismos en la enseñanza de la Historia
en Educación Secundaria
Iván Maldonado Requena y Pedro Martínez Gómez
I.E.S. Alhambra (Granada) I.E.S. Alborán (Almería)
a cuestión nacionalista
ha irrumpido con fuerza
en el debate político y
social poniendo en cues-
tión la unidad de España
como país. Se trata de
una temática que a diario incita a que
diferentes actores sociales viertan sus
opiniones defendiendo en ocasiones pos-
turas alejadas del necesario rigor histo-
riográfico. Se trata de una problemática
social con una importante presencia en
nuestras aulas de Secundaria y Bachille-
rato, en la que nuestro alumnado se hace
eco de distintas interpretaciones.
Desde Hespérides creíamos que
debíamos reunirnos para enriquecernos
y reflexionar juntos sobre el tema. Con
esta intención celebramos en febrero
de 2015 el Congreso Extraordinario:
“La enseñanza de los nacionalismos
en la Educación Secundaria”.
La programación del congreso se
centró en dos grandes ejes: reflexiones
historiográficas sobre la cuestión nacio-
nalista en la España contemporánea y el
análisis de cómo se trabaja el nacionalis-
mo en las aulas de instituto.
Para abordar la cuestión naciona-
lista invitamos a un grupo de destacados
profesores universitarios procedentes de
distintas universidades españolas que
nos ofrecieron una visión complementa-
ria del tema. El profesor Santos Juliá se
centró en el análisis de tres conceptos
fundamentales para situar el tema:
nación, nacionalidad y región en la
España del siglo XX. Los profesores
Borja de Riquer y Fernando García de
Cortázar nos ofrecieron dos visiones
contrapuestas. De Riquer puso de mani-
fiesto las relaciones entre Cataluña y
España a lo largo de la historia, centrán-
dose en la situación actual conocida por
todos. García de Cortázar justificó el
sentimiento que justifica España como
nación. Este bloque se completó con la
intervención del profesor Leandro Álva-
rez Rey que reflexionó sobre la evolu-
ción del nacionalismo andaluz.
Para completar el primer bloque,
contamos con la profesora Inmaculada
Cordero que hizo un preciso relato sobre
la cuestión nacionalista en los manuales
de historia en secundaria desde finales
del siglo XIX hasta la actualidad. A tra-
vés de una mesa redonda, un grupo de
profesores de instituto en activo expusie-
ron diferentes propuestas. José Manuel
Navarro se centró en el uso del dossier de
prensa, María Dolores Sánchez en la
Historia de Francia y España en Bachi-
bach, Manuel J. Fernández en el uso de
las TIC y Francisco J. Merchán en la
innovación de la enseñanza de la Historia
en España.
El congreso se completó con una
visita al Centro de Estudios Andaluces,
donde los profesores Salvador Cruz y
Manuel Peña expusieron la labor de
investigación y divulgación que realiza
esta institución.
Para la organización de este con-
greso extraordinario, Hespérides contó
con la colaboración del Departamento
de Historia Contemporánea de la Uni-
versidad de Sevilla, el Centro de Estu-
dios Andaluces y la Consejería de Edu-
cación, Cultura y Deportes de la Junta de
Andalucía. Las editoriales ANAYA y
VICENS VIVES se unieron una vez más
a Hespérides para llevar buen puerto
este congreso.L
H
Se trata de una problemática
social con una importante
presencia en nuestras aulas
DICIEMBRE 2015
29Congresos
XXIII Jornadas de Perfeccionamiento.
Andalucía y América en el Barroco. Entre lo sagrado y lo profano
Francisco Javier Gutiérrez Núñez
I.E.S. López de Arenas. Marchena (Sevilla)
l pasado mes de noviembre, los días 5, 6 y 7,
tuvieron lugar las XXIII Jornadas de Perfec-
cionamiento, organizadas por la Asociación
HESPÉRIDES. Se celebraron en las localida-
des de Écija y Fuentes de Andalucía. En su
organización y desarrollo hemos contado con
la colaboración de sus respectivos Ayuntamientos, así como con
del Grupo ANAYA, gracias a la cual tuvimos la presencia del
profesor Jesús Miguel Palomero Páramo, dispusimos de mate-
rial de trabajo y un espléndido cartel anunciador de las mismas.
En la tarde del jueves 5 de noviembre tuvo lugar la
recepción de los participantes en el Palacio de Benamejí (Éci-
ja). Las actividades se desarrollaron en el Salón de Plenos del
Ayuntamiento. En la apertura estuvo presente D. David García
Ostos, Alcalde de Écija, y D. José Virgilio Sánchez, Presidente
de HESPÉRIDES. Ambos dieron la bienvenida a los asistentes,
y a continuación tomó la palabra D. Jesús Miguel Palomero
Páramo, Catedrático de Historia del Arte (Universidad de Sevi-
lla), cuya conferencia se tituló “La originalidad del Barroco en
Écija y su aportación al Arte Español e Hispanoamericano”.
Puso de manifiesto distintos aspectos del patrimonio y urbanis-
mo ecijano, que se exportaron allende los mares, a la América
española. Terminada la misma, se produjo el traslado a la Igle-
sia de los Carmelitas Descalzos, donde asistimos a un Concier-
to de órgano a cargo de Ana Belén García, con el acompaña-
miento del Coro de Cámara Polymnia (Écija).
En la mañana del viernes 6 nos desplazamos a la cerca-
na localidad de Fuentes de Andalucía. Igualmente nos recibió
D. Francisco Martínez, Alcalde de la localidad. y D. Héctor
Ramos Silgado, moderador de las intervenciones de la maña-
na, dio paso a la intervención de D. Rafael Morales Mora.
Como alma máter de “Adarve Patrimonio Cultural”, abordó su
experiencia empresarial en la creación, gestión y promoción
de varias rutas de visitas guiadas en Carmona. Insistió en la
diferencia de planteamientos de conceptos entre el guía turís-
tico de masas que encontramos en muchas ciudades andaluzas,
y las visitas guiadas escolares. Tras su experiencia personal
apuesta por el modelo de visitas personalizadas y adaptadas al
colectivo de que se trate, gracias a lo cual cada tipo de visita
recibiría un tratamiento y atención distinto en función del per-
fil del público asistente.
La conferencia del profesor D. Fernando Quiles García
(Universidad Pablo de Olavide), tuvo la inspiración de un ver-
so de Rubén Darío, y se tituló: "En el latir del agua insomne…
de un mar como en sí mismo derramado. Y desde las Indias...
un arte con el que se construyó el barroco andaluz". Puso de
manifiesto las relaciones sociales y artísticas que mantuvieron
Andalucía y América en los siglos XVII y XVIII. Resaltó la
importancia de Sevilla como lugar de intercambio artístico
entre el Viejo y el Nuevo Mundo, insistiendo sobre todo en las
aportaciones americanas. De este trasiego lo más conocido ha
sido siempre los envíos de obras andaluzas a América, pero en
los últimos años él mismo ha estudiado el tráfico de obras
indianas desde la perspectiva de la historia social, económica
y de las mentalidades. Estos planteamientos le han permitido,
a la luz de la documentación de los Protocolos Notariales de
Sevilla, reconstruir el consumo doméstico de obras de arte y
otras piezas de procedencia americana.
Estas obras, fundamentalmente esculturas, pinturas y
muestras de artes suntuarias (platería y otras técnicas como el
arte plumaria y los enconchados) estaban destinadas al adorno
de los interiores domésticos, que adquirían un novedoso aspec-
to gracias al "boom" de estas piezas americanistas. Como eran
E
H
Apuesta por el modelo
de visitas personalizadas
y adaptadas
DICIEMBRE 2015
30 Congresos
obras nunca vistas por estas latitudes, se puso de moda una ver-
dadera fiebre coleccionista que afectó no sólo a las clases
pudientes, sino que también pudieron ser adquiridas, lógica-
mente en menor grado, por las clases más modestas, pues para
estos sectores más desfavorecidos existían piezas más baratas y
asequibles pero igualmente novedosas. De ahí que Quiles utili-
zara la expresión "lo mejor de cada casa" para etiquetar a ese
conjunto de piezas de procedencia americanista que causaron
furor en la Sevilla y Andalucía de la Edad Moderna. Sin embar-
go, no son muchas las piezas conservadas en la actualidad, por
lo que hay que recurrir a la documentación para la reconstruc-
ción ideal de estos interiores domésticos.
Para cerrar la mañana intervino D. Ignacio Herrera,
Director de la Real Maestranza de Caballería de Ronda y de
EUSTORY en España, explicando los objetivos de éste pre-
mio de investigación histórica vinculado con la Enseñanza
Secundaria. Dª Inmaculada García Torres (IES San Fulgencio,
Écija), fue la Tutora del trabajo “Un paseo por la Écija ame-
ricana”, 2º premio EUSTORY
España, del año 2015. Las autoras
del mismo son Alba Cruz Roja,
Estrella María Díaz González e
Isabel Martínez Jiménez. Inmacu-
lada y Estrella expusieron que se
trataba de un trabajo de rastreo de
las huellas de las relaciones entre
Écija y América, basado en mane-
jo de bibliografía, especialmente
local, y algo de consulta de archi-
vos. Se rescataron varios aspectos:
La emigración de ecijanos a Amé-
rica, la huella de Écija en América
y las huellas de vuelta en Écija.
La visita al Centro de Inter-
pretación del Barroco, y al urbanis-
mo de la localidad fontaniega
pusieron el punto final a la maña-
na. Tras el almuerzo, se retomó el
día con la visita al Castillo de la Monclo-
va, en la actualidad del Duque del Infanta-
do, un marco arquitectónico impresionan-
te que alberga un rico patrimonio artístico.
De vuelta a Écija, el Doctor D. Sal-
vador Hernández González (Red Visibilia
– UPO), guió la visita de la iglesia de la
Limpia Concepción de Nuestra Señora de
Écija, más conocida como iglesia de Los
Descalzos, que se encuentra a intramuros
de esta localidad. Esta iglesia perteneció al
convento de los Padres Carmelitas Descal-
zos desde su fundación en 1591 hasta la
desamortización. La restauración integral
de la iglesia a cargo de la Consejería de
Cultura (Junta de Andalucía), recibió los
Premios Europa Nostra de 2010.
En la mañana del sábado 6 de
noviembre, se celebró la Mesa Redonda
titulada “Cervantes y Andalucía. Comisario al Servicio de Su
Majestad”. La razón de ser de ella, era “hacerle un guiño” a
la efeméride de la publicación en el año 1615 de la Segunda
parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, en
la imprenta de Juan de la Cuesta (Madrid). El día y las Jorna-
das se cerraron con una visita organizada en tres grupos guia-
dos por Sandra Laguna y Nieves Dugo (Local look tours).
H
“Lo mejor de cada
casa” para etiquetar
ese conjunto de piezas
31Noticias Hesperidianas
“Cervantes y Andalucía. Comisario al Servicio de Su Majestad”
Francisco Javier Gutiérrez Núñez
I.E.S. López de Arenas. Marchena (Sevilla)
n el marco de las XXIII
Jornadas de Perfeccio-
namiento (Andalucía y
América en el Barroco.
Entre lo sagrado y lo
profano), celebradas en
Écija y Fuentes de Andalucía, el pasado
noviembre 2015, tuvo lugar una Mesa
Redonda titulada “Cervantes y Andalu-
cía. Comisario al Servicio de Su Majes-
tad”. La razón de ser de ella, era “hacer-
le un guiño” a la efeméride de la publica-
ción en el año 1615 de la Segunda parte
del ingenioso caballero don Quijote de la
Mancha, en la imprenta de Juan de la
Cuesta (Madrid).
D. Valeriano Sánchez Ramos,
destacado investigador del Reinado de
Felipe II y Delegado de HESPÉRIDES
por Almería, intervino en primer lugar.
Abordó la importancia que tuvo para
Cervantes y el "mundo cervantino" el
ámbito y la cultura de la Andalucía
oriental, representada por el Reino de
Granada. Los conocimientos que tenía
Cervantes sobre la sociedad morisca,
son patentes en la obra quijotesca con el
famoso "Morisco Ricote". Y ello tam-
bién lo reflejó en su posterior produc-
ción novelesca. Se ha comentado que le
provenía de su participación en Lepanto
y de haber sido prisionero de las cárce-
les norteafricanas.
El profesor Sánchez Ramos puso
de manifiesto que este conocimiento de
la problemática morisca provenía, no
sólo por su presencia física en el Valle
almeriense del Almanzora en la década
de 1590 como Comisario, sino porque
mucho de lo que sabía del alzamiento
morisco lo escuchó de boca de muchos
de sus compañeros de los Tercios, tal y
como se refleja en algunos pasajes del
propio Quijote. No hay que olvidar que
Cervantes embarcó en la galera Marque-
sa, al mando de Miguel de Moncada, en
la compañía del Capitán Urbina, dos
personajes que están perfectamente
documentados con su participación en la
represión del alzamiento alpujarreño con
los tercios.
Por otro lado valoró muy positi-
vamente la importancia de la historia
local, fundamental para desvelar la mul-
titud de matices que la obra cervantina
tiene y que sigue sorprendiendo por su
riqueza de matices en la pluralidad de
escenarios -geográficos y humanos- que
conoció y en los que participó. Mucho
más allá de las precisiones de la cultura
manchega que a veces con demasiada
insistencia se marcan, Andalucía y el
mundo andaluz subrayó mucho su per-
sonalidad y su obra. Ese "mundo cer-
vantino" al que se refirió en el inicio de
su intervención.
D. José Cabello Núñez, Archi-
vero Municipal de La Puebla de Cazalla
(Sevilla) e Investigador local intervino
en segundo lugar. En los últimos años ha
rastreado el paso de Cervantes por Sevi-
lla y su Reino. En su haber se cuenta el
hallazgo y posterior publicación entre
los años 2014 y 2015 de seis nuevos
documentos cervantinos hasta entonces
inéditos, indagando en los Protocolos
Notariales de La Puebla de Cazalla y
Sevilla capital, así como en el Archivo
General de Indias.
Una documentación que ha per-
mitido documentar la presencia de
Miguel de Cervantes en diversos lugares
de la provincia de Sevilla ejerciendo su
labor como Comisario Real de abastos
entre el 21 de febrero y el 28 de abril del
año 1593, sirviendo a la Corona para el
abastecimiento de los galeones de la
Flota de la Carrera de las Indias. Hasta
ahora se desconocía el paradero y activi-
dad de Cervantes en dicho periodo de
tiempo, así como su vinculación y rela-
ción con el proveedor general Cristóbal
de Barros y con la bizcochera sevillana
doña Magdalena Enríquez. Ambos han
podido ser agregados a la relación de
personas que forman parte de la biogra-
fía de Cervantes.
E
H
sirviendo a la
Corona para
el abasteci-
miento de los
galeones de
la Flota de la
Carrera de
las Indias
DICIEMBRE 2015
32 Noticias Hesperidianas
Durante su intervención, José
Cabello expuso someramente el conteni-
do de los citados documentos y dio a
conocer el descubrimiento por su parte
de otros también inéditos, entre ellos la
carta de pago otorgada por doña Magda-
lena Enríquez el 28 de marzo de 1594,
de haber percibido en nombre de Miguel
de Cervantes el salario que a éste le
adeudaba la Casa de la Contratación de
Sevilla por su labor como Comisario
Real de abastos en la referida comisión
de 1593. Mostró otros testimonios de
diversa índole que pueden confirmar la
relación de amistad de Cervantes con
doña Magdalena Enríquez, próspera
comerciante y dueña de hornos de bizco-
cho, y de ésta a su vez con Tomás Gutié-
rrez, cómico, amigo personal y protector
de Cervantes, con quien compartía
vecindad en la calle Bayona de Sevilla.
Por último puso de relieve posi-
bles relaciones con otros bizcocheros,
Comisarios de abastos, mercaderes,
capitanes de navío, maestres de la plata,
oficiales de la Casa de la Contratación y
otras personas del mundo del comercio,
de las finanzas y del teatro; cuyos nom-
bres figuran en dichos documentos y con
los cuales probablemente Cervantes
hubo de tener algún que otro trato profe-
sional o personal durante su prolongada
estancia en la capital hispalense.
La intervención final estuvo a
cargo de D. Julio Mayo Rodríguez,
Archivero Municipal de Los Palacios y
Villafranca y también Investigador
Local, que ha desarrollado estudios
sobre la importancia histórica de Utrera
a lo largo de la Edad Moderna. En su
exposición comentó que hasta la fecha,
son escasos los documentos firmados
por el mismísimo Miguel de Cervantes
que prueban su estancia personal en
muchos de los pueblos de Sevilla, así
como buena parte de Andalucía occiden-
tal y oriental.
En el cumplimiento de su come-
tido como Comisario Real, dejó rastro
de su actividad administrativa, requi-
sando trigo y víveres para abastecer a
los soldados y embarcaciones de la
Armada española. A lo largo del 2015,
localizó un documento que situó al
escritor en un mesón de Utrera, otorgán-
dole poderes a un arriero para que, en su
nombre, cumpliera con el encargo de
portear cantidades de trigo a varios pue-
blos de la campiña.
De su mismo puño y letra dejó
don Miguel estampada su rúbrica en una
escritura notarial que según Mayo
Rodríguez, tras analizarla pormenoriza-
damente, ayuda a valorar una serie de
detalles concernientes a su oficio de
Comisario Real. Un documento que des-
vela la identidad de diversos integrantes
de la amplia red de colaboradores de la
que tuvo que valerse para poder operar
por tantísimos lugares, dentro de un
ámbito geográfico extensísimo.
Gracias a otros documentos sus-
critos por el propio Cervantes en Sevilla
sabemos que nunca abandonó su voca-
ción de escritor y que se acostumbró, en
aquellos años que deambulaba por
Andalucía de pueblo en pueblo, a mante-
ner su medio de vida intelectual en el
reposo de un mesón, y no en el despacho
de una oficina. Este nuevo documento se
incorpora así al repertorio documental
cervantino, el cual ayudará a compren-
der mejor la dimensión de un personaje
que tuvo la gran habilidad de simultane-
ar el oficio de Comisario con su pasión
de escribir comedias y novelas.H
dejó don Miguel
estampada su rúbrica
en una escritura notaria

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R. Hespérides nº 17 (2015)

  • 2. HESPÉRIDES 2015 “Patena de Cristo en Majestad" (Vidrio del siglo IV. Cástulo, Linares-Jaén) Fotografía: Proyecto Forum MMX Dibujo: Francisco Arias. EDITA: ASOCIACIÓN DE PROFESORES DE GEOGRAFÍA E HISTORIA DE BACHILLERATO DE ANDALUCÍA «HESPÉRIDES» I.E.S. San Blas Plaza de Doña Elvira Embid, s/n 21200 ARACENA (Huelva) JUNTA DIRECTIVA DE HESPÉRIDES Presidente: José Virgilio Sánchez Sánchez (jvss45@gmail.com) Vicepresidente: Javier Lazo Vélez Secretario-Tesorero: Jesús Martín COMITÉ CIENTÍFICO Francisco Andújar Castillo, Catedrático de Hª Moderna de la Universidad de Almería Juan Manuel Serón Muñoz, Profesor Titular de Ciencias de la Educación de la Univ.de Cádiz José Manuel De Bernardo Ares, Catedrático de Hª Moderna de la Universidad de Córdoba Antonio Luis Cortés Peña, Profesor Titular de Hª Moderna de la Universidad de Granada Luis Garrido González, Profesor Titular de Hª Económica de la Universidad de Jaén Marion Reder Gadow, Profesora Titular de Hª Moderna y Contemp. de la Univ. de Málaga Julio Ponce Alberca, Profesor Titular de Hª Contemporánea de la Universidad de Sevilla Dirección Revista: Pedro Martínez Gómez (pedromar185@hotmail.com) Diseño Revista: David Rodríguez Rivas Imprime: ISSN: 1576/9194 Depósito Legal: CA - 517/96 www.asociacionhesperidesandalucia.es correo@asociacionhesperidesandalucia.es
  • 3. DICIEMBRE 2015 on cierto retraso, pero con la misma ilusión de siempre La Revista de Hespérides ve de nuevo la luz. Con la edición del número 17 de nues- tra revista, el proyecto colectivo de Hespérides sigue plenamente vigente y no sucumbe al desánimo a pesar del paso del tiempo y las dificultades profesionales con las que nos tenemos que enfren- tar a diario. Las reformas y contrarreformas educativas, las con- gelaciones salariales, el aumento de ratio y horas lectivas no minan el entusiasmo de quienes componemos Hespérides y damos forma y contenido a sus actividades. Volvemos para convertirnos, una vez más, en una herramienta de comunica- ción donde compartir investigaciones y experiencias didácticas. En nuestro recorrido por el rico y variado patrimonio histórico-artístico andaluz, en esta ocasión, traemos a nuestra portada la imagen de la “Patena de Cristo en Majestad” acom- pañada de una recreación sobre un llamativo fondo, procedente del yacimiento de Cástulo en la localidad jienense de Linares. La Revista de Hespérides está atenta a diferentes cues- tiones sociales que tengan repercusión en nuestras aulas de Educación Secundaria. La problemática suscitada por la Ley de Memoria Histórica genera distintas interpretaciones de las que en ocasiones nuestro alumnado se hace eco. Hemos que- rido que sea el Director General de la Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, Javier Giráldez, quien nos acerque a la situación en la que se encuentra la cuestión desde el punto de vista de la Administración. Con la Guerra Civil como temática, recogemos tres artículos complementarios entre sí. Comenzamos con un rela- to pormenorizado del desarrollo de la Guerra Civil en el muni- cipio onubense de Cortegana y las trágicas consecuencias para algunos de sus protagonistas. Continuamos con un sugerente artículo que nos acerca a la actitud que los anarquistas mostra- ron hacia la prostitución en plena Guerra Civil. Concluimos el apartado de la guerra con una propuesta de trabajo a través de fuentes primarias de fácil acceso, con las que el autor pretende desarrollar el pensamiento crítico entre el alumnado. Las propuestas didácticas van tomando forma y conti- nuidad en nuestra revista. La presencia de Santa Teresa de Jesús en Sevilla o la celebración del Milenio de Almería cons- tituyen dos instrumentos para motivar y aportar nuevas ideas al profesorado. Las reseñas de los congresos que Hespérides celebró en 2015 ponen de manifiesto una vez más, la inquietud de nuestra asociación por el perfeccionamiento del profesorado. Desde una realidad candente como es la cuestión nacionalista a una profundización en la Historia del Arte son temas que centran nuestra labor como asociación. Esperamos que los contenidos sean del agrado de nuestros lectores, a la vez que invitamos a todos nuestros aso- ciados y asociadas a participar en próximos números. EN ESTE NÚMERO 28 18 2 5 ENTREVISTA • Francisco Javier Giráldez Díaz CULTURA • ¿Quién fue Pelegrín? La defensa de cortegana ante la llegada de los nacionales • Los anarquistas, el sexo y la moral: Una aproximación a la sexualidad libertaria durante la Guerra Civil en Almería EXPERIENCIAS DIDÁCTICAS • Miguel Granados Ruiz: Compromiso, represión y olvido • Teresa de Jesús en Sevilla • El Milenio del Reino de Almería CONGRESOS • Los nacionalismos en la enseñanza de la Historia en Educación Secundaria • XXIII Jornadas de Perfeccionamiento. Andalucía y América en el Barroco NOTICIAS HESPERIDIANAS • “Cervantes y Andalucía. Comisario al Servicio de Su Majestad” C Editorial 1 31 Pedro Martínez Gómez Diciembre de 2015
  • 4. — Todos conocemos la Ley de Memo- ria Histórica aprobada por el Gobier- no Socialista de Zapatero en 2007 y la controversia entre partidarios y detractores. Posteriormente el Gobier- no Popular dejó sin partida presupues- taria a la Ley. Recientemente la Junta de Andalucía aprobó el Anteproyecto de Ley de Memoria Democrática de Andalucía, ¿en qué situación se encuentra esta iniciativa y cuáles son sus elementos fundamentales? — El Proyecto de Ley de Memoria Democrática fue aprobado por el Conse- jo de Gobierno de la Junta de Andalucía el pasado día 12 de octubre de 2015. A partir de este momento es remitido al Parlamento donde comenzará su trami- tación con un doble objetivo: la mejora del texto con la aportaciones de los gru- pos parlamentarios y obtener el máximo consenso posible. En relación con los elementos funda- mentales de este proyecto de ley lo pri- mero que hay que señalar es que se sus- tenta en una experiencia de 15 años de políticas de memoria en nuestra Comu- nidad Autónoma. Se trata, por tanto, de la culminación de proceso que nace en el año 2001 con el Decreto de indemniza- ciones a expresos/as políticos y que ha tenido normas tan determinantes como la creación del Comisariado del Memo- ria Histórica en 2005; el Decreto de indemnizaciones a mujeres vejadas por el franquismo en 2010 o el Decreto de lugares de memoria de año 2011. En cualquier caso, este proyecto de ley va más allá de la Ley de Memoria His- tórica de 2007 y está en consonancia con las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones forzadas de Naciones Unidas, abordando asuntos como la simbología franquista, los luga- res de memoria, el ámbito documental y, por supuesto, las fosas comunes. — ¿Por qué el calificativo de Memoria Democrática? — Se trata de reconocer la lucha del pueblo andaluz en favor de las liberta- des y por eso el proyecto de ley se pre- senta con vocación de consenso como decíamos antes, con la finalidad de que no sea solamente una ley para las vícti- mas y sus familiares sino una ley para el conjunto de la sociedad andaluza. Pero, sobre todo, se trata de poner de mani- fiesto que tenemos un pasado trágico que hay que asumir y que hay temas pendientes como la reparación efectiva de las víctimas que deben abordarse de inmediato para hacer más sólido nuestro estado de derecho. Así lo ha puesto de manifiesto Naciones Unidas en diferen- tes informes y recomendaciones y cree- mos que desde Andalucía es convenien- te aplicar esas recomendaciones. — La Junta de Andalucía ha apostado por desarrollar la Ley de Memoria Histórica como indicábamos anterior- mente. ¿A través de qué Consejería lo hace y qué importancia se le concede dentro del organigrama de la misma? — La Ley de Memoria Democrática de Andalucía será desarrollada por la Con- sejería de Cultura, donde residen actual- mente las competencias de Memoria Democrática. La memoria forma parte de la cultura democrática, y sin lugar a dudas, esta es una de las líneas de actua- ción de la Consejería, lo que indica la importancia de esta dirección general en el organigrama de Cultura. Aunque, evi- dentemente, somos conscientes de la transversalidad de esta norma en relación con aspectos tan determinantes como son la educación, la sanidad, la justicia... y en este sentido trabajamos en cooperación con otros departamentos de la Junta. — Hay voces que muestran su recha- zo a que instituciones públicas se ocu- pen de este tema y que incluso lleguen a colaborar con dinero público, ¿qué le diría a quienes piensan así? — Afortunadamente cada vez hay menos sectores políticos y sociales que están en contra de las políticas de repa- ración de las víctimas. A los que aún se oponen a cualquier tipo de iniciativa en este sentido les pediría un esfuerzo de empatía con miles de personas que lle- van ochenta años la reparación, la digni- 2 Entrevista Francisco Javier Giráldez Díaz Director General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía Pedro Martínez Gómez I.E.S. Alborán. Almería rancisco Javier Giráldez Díaz es natural de Montellano (Sevilla), donde nació en 1976. Doctor en Historia por la Universidad de Sevilla, entre 2009 y 2012 ha desarrollado su labor en el Comisariado de la Memoria Histórica de la Junta de Andalucía como asesor y coordinador de proyec- tos e investigaciones. Ha sido también profesor asociado en la Universidad de Huelva (2005) y miembro del Grupo de Investigación Sur-Clío de la Universidad de Almería. Ha colaborado en la edición de diversas obras y publicaciones como ‘Lugares de Memoria. Golpe militar, represión y resistencia en Sevilla’ (2014) o ‘La Memoria de todos. Las heridas del pasa- do se curan con más verdad’ (2014) F
  • 5. DICIEMBRE 2015 3Entrevista ficación de los espacios de memoria y dar sepultura a las víctimas de una gue- rra y una represión que dejó a España sumida en una dictadura que duró dema- siado. Por ejemplo, un tema a destacar es que en todas las exhumaciones que hemos participado lo que nos encontra- mos son personas respetuosas y agrade- cidas con la ansiedad lógica de recuperar lo antes posible los restos de sus familia- res para darles sepultura. Creemos que, ahora que podemos disfru- tar de una democracia consolidada y que no tenemos ninguna excusa, es urgente dar solución a este tema. En resumen, tenemos la obligación de trasladar al conjunto de la sociedad que la reparación y las garantías de no repetición no deben ser asuntos de política partidista, sino de principios y derechos generales que con- ciernen a todos la ciudadanía. — ¿En qué consiste el Proyecto Todos los Nombres? — Se trata de un proyecto de gran inte- rés que desarrolla desde hace 10 años el Grupo para la Recuperación de la Memoria Social de la CGT junto con la Asociación para la recuperación de la memoria y justicia de Andalucía, en colaboración con investigadores y fami- liares de víctimas. Sin duda es una referencia para todos los interesados en el estudio de la represión franquista enAndalucía así como para los familiares de las víctimas ya que contie- ne una base de datos consultable con más de ochenta mil nombres de desaparecidos además de referencias documentales, publicaciones, noticias, eventos... En dicho proyecto han participado investiga- dores de la talla de Francisco Espinosa Maestre, José María García Márquez, Fernando Romero, José Luis Gutiérrez Molina, Ángel del Río, Arcángel Bed- mar... además de cientos de historiadores, investigadores, responsables de entidades memorialistas y familiares de víctimas. — ¿Y los Lugares de Memoria Histó- rica y las Fosas Comunes? — En relación con los Lugares de Memoria Histórica de Andalucía hay que decir que disponemos de 50 lugares declarados como tales por el Consejo de Gobierno en base al Decreto 264/2011, de 2 de agosto. En este sentido, la identificación de estos lugares -escenarios de los aconte- cimientos acaecidos durante la guerra civil y la posguerra, como revitalizado- res de la memoria democrática, e incen- tivadores de nuestra identidad cultural- constituyen una magnífica vía para este cumplimiento, así como una inmejora- ble forma de poner en valor nuestra herencia democrática. De la misma forma la señalización de un espacio como Lugar de Memoria Histó- rica de Andalucía supone otra magnífica oportunidad de revitalizar el papel de esos “soportes de la Memoria” que repre- sentan familiares, colectivos memorialis- tas, asociaciones de diversa índole y administraciones locales, de nuevo fun- damentales para el mejor conocimiento de nuestro pasado. En lo que respecta a las fosas comunes, sin ninguna duda, su localización y exhu- mación constituyen el mejor ejemplo de la esencia de la Consejería de Cultura en relación a su objetivo de atención a las víctimas de la represión franquista, así como a la manifestación más gráfica de los valores de verdad y de reparación. Abrir una fosa es cerrar una herida, por primera vez limpia, por cada uno de los familiares de las víctimas que en ella se encuentran, y la posibilidad de que éstos puedan recuperar los restos de sus seres queridos para poder ofrecerles sepultura digna, constituyen desde luego la razón de ser y la mayor satisfacción en nuestra labor como institución implicada, invo- lucrada y sensible con la memoria. Y es que ellos son, fundamentalmente, los promotores que hacen posible iniciar actuaciones en fosas, bien de forma par- ticular o amparados en asociaciones memorialistas, y desde luego con la inestimable colaboración de los ayunta- mientos, útiles interlocutores de las par- tes implicadas. Las actuaciones en fosas comprenden desde los estudios preliminares de com- pilación de información e investigación, indagación, localización y delimitación de la fosa, exhumación, individualiza- ción y estudio antropológico de los cuer- pos, así como, en los casos en que sea posible, realizar pruebas que permitan vincular genéticamente a las víctimas con los familiares que las reclaman. Pre- cisamente por esto mismo intentamos priorizar aquellas intervenciones en fosas con víctimas que cuentan con familiares vivos, fundamentalmente hijos e hijas. — Para desarrollar toda esta labor, ¿con qué instituciones viene colaboran- do la Administración Andaluza: uni- versidades, colectivos sociales, investi- gadores, otras administraciones…? — Las políticas de memoria deben basarse en dos principios claros: la cola- boración y el rigor. En este sentido, todos los proyectos que estamos des- arrollando se llevan a cabo en colabora- ción con diferentes instituciones, admi- nistraciones públicas, entidades memo- rialistas y familiares. Pongamos como ejemplo las fosas comunes. En estas intervenciones los familiares son el principio y el fin de todo el proceso y en torno a ellos se arti- culan los trabajos en fosas. Por tanto, son claves: los familiares y entidades memorialistas que solicitan las actuacio- nes en base a las cuales comenzamos los procedimientos; los equipos técnicos multidisciplinares (historiadores, arqueólogos y antropólogos forenses); los ayuntamientos a la hora de conceder las autorizaciones, prestar apoyo logísti- co o ceder instalaciones para los estu- dios antropológicos, y otras administra- ciones, como las diputaciones, que ha apoyado económicamente muchos pro- yectos en Andalucía. Asimismo, son muy importantes los proyectos de investigación desarrolla- H Abrir una fosa es cerrar una herida
  • 6. DICIEMBRE 2015 4 Entrevista dos por las Universidades Públicas andaluzas para conocer aspectos rele- vantes de la guerra civil y de la repre- sión que hasta este momento habían sido poco estudiados por la historiogra- fía. Las investigaciones coordinadas por el catedrático de la universidad de Almería Fernando Martínez López en relación a los Tribunales de Responsabi- lidades Políticas y las incautaciones de bienes, la investigación del exilio anda- luz o el estudio de los Tribunales para la Represión de la Masonería y el Comu- nismo, son magníficos ejemplos. En todos ellos han participado más de 40 investigadores e investigadoras de nue- ve universidades públicas andaluzas con apoyo de la Junta de Andalucía. — Como sabe, Hespérides es una aso- ciación de profesores y profesoras de Geografía e Historia por lo que esta- mos estrechamente ligados al mundo de la Enseñanza Secundaria. ¿Han diseñado o tienen planificado de algu- na manera llevar este proyecto hasta las aulas de los institutos? — Será el desarrollo de la Ley el que arbitrará los procedimientos para la incor- poración de los contenidos relacionados con este tema en la enseñanza andaluza. Lo que es seguro que estos contenidos serán desarrollados por un profesorado especializado en colaboración con las universidades públicas andaluzas. — Además de las actividades que hemos comentado, ¿qué otro tipo de actividades o iniciativas han puesto en marcha? — Muy diversas, desde la organización y colaboración en exposiciones, jorna- das y publicaciones especializadas; ayu- das para la creación e instalación de monumentos de dignificación y recuer- do a las víctimas; o la colaboración con la Universidad de Granada en la elabora- ción de un Banco de ADN. — Ya conocemos la opinión del Gobierno Central sobre todo lo rela- cionado con la Memoria Histórica. Pero, ¿cuál es la situación en el resto de Comunidades Autónomas goberna- das por diferentes partidos? — La situación es muy desigual a día de hoy en España. Nos consta que se está trabajando en el País Vasco, Asturias, Cataluña o Navarra desde hace varios años y en los últimos meses hemos podi- do comprobar el interés de otras Comu- nidades Autónomas en desarrollar actua- ciones relacionadas con la recuperación de la memoria democrática. En cualquier caso, lo que está claro en nuestra opinión es que el desarrollo efectivo de políticas de memoria, de ini- ciativas de reparación a las víctimas de la guerra civil y el franquismo no se pue- de llevar a cabo desde una sola adminis- tración. Es imprescindible la colabora- ción de las administraciones públicas y de la cooperación de éstas con las enti- dades y los familiares. Necesitamos el compromiso de las Comunidades Autó- nomas, de ayuntamientos y de diputacio- nes para trabajar con más eficacia. En Andalucía lo estamos consiguiendo y este hecho está facilitando y acelerando muchas actuaciones. En cualquier caso, creemos que son las políticas de estado las que darían al pro- ceso de recuperación de la memoria democrática un verdadero impulso que igualaría a toda la ciudadanía española. — Para terminar y pensando en los detractores de este proyecto, ¿por qué es necesaria la Memoria Democrática en Andalucía? — Si no somos capaces de comprender la dimensión de la represión ejercida sobre las víctimas de la guerra civil y del franquismo, de entender el derecho de cada persona a enterrar dignamente a sus muertos o de asumir que la recuperación de la memoria y la reparación de las víc- timas son fundamentales para garantizar la no repetición, estamos abocados a que estos hechos puedan repetirse. En este sentido, me gustaría finalizar esta entrevista recordando, en primer lugar el pronunciamiento del Tribunal Supremo que en su auto de marzo de 2012 indica- ba lo siguiente: “si hay algo inobjetable desde cualquier punto de vista -por imperativo del respeto debido a la digni- dad de todas las personas (Art. 10,1º de la Constitución), y hasta por razones de policía sanitaria mortuoria- es que los restos de quienes hubieran sufrido muer- tes violentas no pueden permanecer en el anonimato ni fuera de los lugares pro- pios de enterramiento. Y tampoco cabe imponer a sus familiares el gravamen representado por tal clase de situacio- nes, moral y jurídicamente insostenible” En segundo lugar, el de la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapari- ciones forzadas de Naciones Unidas (ratificada por el Jefe del Estado de nuestro país el 14 de julio de 2009) que dispone en su artículo 24: “cada víctima tiene el derecho de conocer la verdad sobre las circunstancias de la desapari- ción forzada, la evolución y resultados de la investigación y la suerte de la per- sona desaparecida”. Y por último, no podemos olvidar el mensaje del Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki Moon en 2014, coincidiendo con el ‘Día Internacional contra las Desapariciones Forzadas’, donde insistió en que “los Estados deben informar plenamente sobre el paradero de las personas que han des- aparecido. Y deben aplicar de manera efectiva el derecho a la verdad, la justi- cia y la reparación a todas las víctimas y sus familiares. Las desapariciones for- zadas constituyen una práctica que no puede tolerarse en el siglo XXI”. En resumen, obligaciones y deberes que debemos cumplir como país para como decía antes reparar a las víctimas y for- talecer nuestra democracia. H Las desapa- riciones forzadas constituyen una práctica que no puede tolerarse en el siglo XXI
  • 7. 5Cultura ada la complejidad de abarcar un tema tan controvertido de nuestra historia, habría que aclarar que este artículo sólo pretende narrar unos hechos que tuvieron lugar en el munici- pio onubense de Cortegana durante los días transcurridos desde el estallido de la Guerra Civil, el 18 de julio en la Península, y el día de la toma del pue- blo por los nacionales, el 20 de agosto de 1936. Los aconteci- mientos que se van a explicar a continuación deben entender- se dentro del contexto de la guerra, por lo que la mayor parte de las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento del Frente Popular de Cortegana fueron ordenadas directamente por las autoridades superiores. Y, por supuesto, en nada justi- fica la masacre que la derecha llevó a cabo en esta localidad de la Sierra de Huelva. La tensión acumulada años atrás entre la izquierda y la derecha se intensificó durante el periodo republicano dejando seriamente dañadas las relaciones entre ambas ideo- logías. Heridas que quedaron abiertas y que generaron un odio irreversible entre las personas de una y otra tendencia política. La segunda experiencia republicana no pudo funcio- nar por ese odio enquistado que culminó con el estallido de la Guerra Civil. Tras las elecciones de febrero de 1936, como ocurrió en la mayor parte de España, en Cortegana se estableció un gobierno del Frente Popular. Era el triunfo de la unión de los distintos partidos de izquierdas que se habían coaligado para derrotar a la derecha en las elecciones. El nuevo Ayuntamien- to estaba representado por el alcalde Antonio Alves López y trece concejales: Rufino Pelegrín Vázquez Galán, Gregorio Romero Vázquez, Rafael López Vázquez, Julián Vázquez González, Manuel Navarro Fernández, Manuel Fernández Moriña, Matías Romero Rodríguez, Manuel de la Noval Fer- nández, Antonio Martín Borrallo, Manuel Gómez Acosta, José Borrallo Menguiano, José Menguiano Forero y Ramón González Colete 1. Rufino Pelegrín Vázquez Galán, o simplemente Pele- grín, como lo conocían todos, era, además de responsable de la Comisión de Obras Públicas, el primer teniente de alcalde 2. Este corteganés contaba entonces con 44 años, estaba casado, aunque pronto enviudaría, y trabajaba como capataz de carre- teras 3. Fiel a una república de izquierdas, no dudó en ponerse al frente del Cabildo y liderar el Comité Circunstancial 4 crea- do en Cortegana, convirtiéndose en el gran protagonista de los acontecimientos ocurridos durante aquel primer mes de gue- rra. Así, mientras el alcalde Antonio Alves y el resto de conce- jales se mantuvieron prácticamente al margen de los actos que se llevaron a cabo durante esos días, él encabezó la defensa del pueblo en contra del Movimiento Nacional haciendo cumplir las órdenes que le llegaban del gobernador civil de la provin- cia primero, y del delegado de este después. El 17 de julio Franco iniciaba el golpe de estado desde Canarias y el 18 se alzaban los nacionales en la Península. A partir de ese día los pueblos de Huelva fieles a la República comenzaron a preparar la resistencia. Desde el inicio de la Guerra Civil hasta la entrada de las tropas franquistas en Cor- tegana, la derecha utilizó el calificativo de “días rojos” para designar las actuaciones llevadas a cabo por la izquierda. Fue- ron momentos difíciles que pagarían caro sus protagonistas cuando los nacionales “liberaron al pueblo” de aquellos “32 días de pesadilla comunista”, frase con la que los afines al Movimiento bautizaron los acontecimientos que tuvieron lugar entre el 18 julio y el 20 de agosto de 1936 5. ¿Quién fue Pelegrín? La defensa de cortegana ante la llegada de los nacionales Mª Teresa Menguiano Romero D 1 Archivo Municipal de Cortegana (a partir de ahora A.M.C.), Actas Capitulares, legajo 19, 22 y 23 de febrero de 1936. 2 A.M.C., Actas Capitulares, legajo 19, 23 de febrero de 1936. Al sustituir a Alves en sus funciones los vecinos se referían a él como “el alcalde Pelegrín”. 3 A.M.C., Correspondencia, legajo 147. Informes respecto a presos militares, 1937-1949. 4 El Comité Circunstancial, denominado por la derecha sublevada “Comité Revolucionario”, se creó para mantener el orden en los pueblos. En FERIA VÁZ- QUEZ, P.J. y VÁZQUEZ LAZO, J.M.: “Los expedientes de incautación de bienes. El caso del Partido Judicial de Aracena (Huelva, 1936-1937)”, HAOL, nº 18, 2009, p. 130. 5 De los expedientes de los procesados por los Consejos de Guerra se extraen los calificativos “rojos”, “marxistas” o “comunistas” para designar, de un modo general, a los defensores de una república de izquierda, pues para el bando nacional los partidos que formaban parte del Frente Popular eran todos identifi- cados con la ideología comunista o marxista (o “rojos”, por el color de su bandera) aunque formando parte del Frente Popular se hallaban partidos tan diversos como Izquierda Republicana, Unión Republicana, el Partido Socialista Obrero Español entre otros, y, por supuesto, el Partido Comunista. Cartel publicitario de las elecciones de febrero de 1936.
  • 8. DICIEMBRE 2015 El día del golpe de estado la tensión se apreciaba en el ambiente. La última reunión del Cabildo fue el 11 de julio y, declarada la guerra, la mayoría de los concejales dejaron de acudir al ayuntamiento. Sin embargo, el teniente de alcalde Pelegrín se pasaría allí la mayor parte del tiempo 6. Aquel 18 de julio, a la 13:30, recibió la primera llamada del gobernador civil en la que le daba órdenes de detener a un vehículo con matrícula ML-3983 que atravesaría el pueblo procedente de Portugal con dirección a Sevilla. Debían arrestar a todos sus ocupantes pues, según le había comunicado el gobernador, en ese coche viajaba el general Sanjurjo 7 deseoso de ponerse al mando del golpe de estado. Pelegrín comunicó la noticia a los alcaldes de Aroche y Rosal de la Frontera para que intensifica- sen la vigilancia de la carretera 8 e inmediatamente nombró a unos miembros del Comité, entre los que figuraba su sobrino Eloy Maya, para controlar el pueblo y las vías de comunica- ción 9. Daban comienzo los “días rojos”. Los acontecimientos se aceleraron en aquellos últimos días de julio. Las primeras medidas del Ayuntamiento, siempre “cumpliendo órdenes de la superioridad”, se centraron en los medios de comunicación. Pelegrín se acercó a la Casa de Teléfonos y Telégrafos dándole instrucciones a Tomás Cobos Díaz para que nadie uti- lizara aquellos medios “al menos que esta alcaldía lo preci- se”10. Dos días más tarde se dirigió a todos los corteganeses que tuvieran radio prohibiéndoles “terminantemente ponerlos con más estación emisora que la de Madrid” y “todo aquel que haga uso de otras estaciones distintas sufrirán las sanciones y demás responsabilidades que crea oportuno esta alcaldía”. Dicho documento fue firmado por todos los vecinos que tení- an radio en sus casas o establecimientos, que se comprometí- an a no escuchar nada más que la emisora del gobierno legíti- mo. En relación a esto, se le confiscó a Sebastián Martín Fer- nández un micrófono y a Tobías Romero Carvajal la radio que poseía en su domicilio 11. No se libró de esta medida el lugar frecuentado por la derecha del pueblo, el Gran Casino 12, cuyo presidente recibió la siguiente orden de Pelegrín: “En atención a las circunstancias por las que de momento atraviesa el país y las necesidades que demanda el actual estado de excepción y de conformidad con lo ordenado por la superioridad, vengo por el presente en requisar el apa- rato receptor de radio perteneciente a esta sociedad que usted preside, la cual pondrá inmediatamente a disposición de esta alcaldía para su utilización”13. Ante el viraje que tomaban los acontecimientos, el Gran Casino no dudó en cerrar sus puertas 14. Tan sólo estaba abierto el Nuevo Casino 15 adonde, por el contrario, concurrí- an los afines a la República para escuchar la frecuencia que retransmitía desde la capital madrileña 16. Cultura6 6 Archivo del Tribunal Militar Territorial II de Sevilla (a partir de ahora A.T.M.T.S.S.), caja 56, legajo 623, Consejo de Guerra nº 1227, 1938. 7 En un principio, el general encargado de encabezar el Alzamiento era Sanjurjo, protagonista de un golpe de estado contra la República en 1932 que fracasó. Por este motivo lo condenaron a cadena perpetua, pena que le fue conmutada durante el bienio de derechas marchándose a vivir a Estoril. Los informes alertaron a los republicanos de la posibilidad de que el regreso a España lo hiciera en coche; sin embargo, lo hizo en avión que, por cierto, sufrió un acci- dente al despegar falleciendo el propio Sanjurjo. Por todo lo cual, fue el general Franco quien lo sustituyó como comandante en jefe del bando sublevado. 8 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 18 de julio de 1936. 9 A.T.M.T.S.S., caja 79, legajo 991, Consejo de Guerra nº 1394, 1939. 10 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 20 de julio de 1936. 11 Ibídem, 22 de julio de 1936. 12 El Gran Casino está situado en la actual Plaza del Divino Salvador, aunque es más conocida por los corteganeses como El Pase, que entonces se llamaba oficialmente Plaza Fermín Galán. 13 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 22 de julio de 1936. 14 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº 546, 547 y 567, 1937. 15 El Nuevo Casino y el Ayuntamiento se ubican en la Plaza de la Constitución que en aquella época se llamaba Plaza de la República. Los corteganeses la conocen como La Plaza. 16 A.T.M.T.S.S., caja 101, legajo 1335, Consejo de Guerra nº 2619, 1939. Imagen de Cortegana. Fotografía facilitada por Luis Sánchez Pinto. Gran Casino. Fotografía facilitada por Luis Sánchez Pinto.
  • 9. DICIEMBRE 2015 También el 22 de julio el Ayuntamiento recibió un tele- grama que decía: “Ante la gravedad momentos para la República en general y para el proletariado en particular, ordenamos enér- gicamente todo ciudadano frente popular tengan la mayor serenidad. El que atente contra personas o cosas, siembra la inquietud y es un enemigo de la república quien no fraternice con la guardia civil en absoluto leal a la república es un trai- dor porque procura prestar fuerzas al gobierno legítimo. Por la república y contra el fascismo serenidad, orden y sensatez. Se ruega a las autoridades comuniquen este telegrama en for- ma acostumbrada de bando y comunique a los pueblos inme- diatos en la forma acostumbrada”17. Sin embargo, la proximidad de las tropas de Queipo de Llano, que avanzaban desde Sevilla, provocó que el miedo se apoderara de los republicanos. El 29 de julio los nacionales tomaron Huelva desde donde el nuevo gobernador civil de la provincia, Gregorio de Haro, envió un telegrama a la Casa de Teléfonos y Telégrafos de Cortegana en el que declaraba el estado de excepción, daba a conocer el Bando de Guerra y le comunicaba a la Guardia Civil que debía desarmar a las izquierdas. El telegrama lo recibió la telefonista Josefa Cáce- res Morcillo quien debía remitirlo al cuartel, como de hecho hizo 18. Ese mismo día, unas horas más tarde y con el fin de evitar la llegada de más órdenes del bando sublevado, miem- bros del Comité cortaron los hilos del telégrafo 19. En aquellos días se organizó un mitin en la Plaza de Toros en el cual, además de atacar a Franco y a Queipo de Lla- no, se incitó a los vecinos a formar parte de la milicia que par- tiría a luchar al Frente con la columna que comandaba el capi- tán Molina 20. Poco tiempo después salió desde la puerta del ayuntamiento la primera camioneta que llevó a muchos corte- ganeses a enfrentarse con los nacionales en el frente extreme- ño y en Madrid 21. Desde el estallido de la guerra, el Ayuntamiento dirigi- do por Pelegrín había intensificado la búsqueda de todo tipo de armamento. Eso llevó a los republicanos a confiscar las esco- petas propiedad de las personas de derechas, si bien es cierto que con anterioridad, y ante los rumores de un levantamiento militar, el gobierno del Frente Popular corteganés había retira- do las licencias y las armas a aquellas personas 22. Este alijo de armamento, más el que poco después le fue incautado a la Guardia Civil el día de la toma del cuartel, fue repartido entre los defensores del sistema republicano 23 para realizar un tra- bajo que la derecha denominó después “guardias rojas”. Se hicieron guardias en el Ayuntamiento, en La Plaza, donde se habían colocado sacos de tierra a modo de trincheras, en el pósito, en los casinos, en la Central de Teléfonos, en un esta- blecimiento frente al Ayuntamiento llamado La Petaca o en la puerta de la Tabacalera. También controlaron las salidas del pueblo pidiendo la documentación a las personas que pasaban por la carretera de Almonaster la Real, el surtidor de gasolina o Valdecastaño. Por cada una de aquellas guardias Pelegrín les pagaba tres pesetas, no era mucho pero varios encausados reconocieron ante los Consejos de Guerra que las hicieron por- que necesitaban el dinero, dada la situación de carestía que asolaba a la población 24. Cultura 7 17 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 22 de julio de 1936. 18 A.T.M.T.S.S., caja 43, legajo 479, Consejo de Guerra nº 784, 1937. 19 A.T.M.T.S.S., caja 103, legajo 1369, Consejo de Guerra nº 2593, 1939. 20 El 18 de julio Antonio Molina se puso al frente de una columna de mineros que salió de Nerva y fue recogiendo a milicianos por la Sierra. Muchos corte- ganeses se sumaron a este grupo que terminó en Madrid luchando por la República. En PICHARDO BOLAÑOS, M. y PÉREZ LÓPEZ, J.M.:www.todos- losnombres.org (12-12-2014). 21 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº 546, 547 y 567, 1937. 22 A.M.C., Actas Capitulares, legajo 19, 30 de marzo de 1936. 23 A.M.C., Guardia Civil, legajo 421. Relación de escopetas entregadas y listado de señores que se han llevado escopetas, 1936. 24 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº546, 547 y 567, 1937; A.T.M.T.S.S.,caja 143, legajo 1934, Consejo de Guerra nº2238, 1940; A.T.M.T.S.S.,caja 11, legajo 197, Consejo de Guerra nº 247, 1937. Nuevo Casino. Fotografía facilitada por Luis Sánchez Pinto. Fotografía de La Plaza. A la izquierda, el Ayuntamiento. Fuente: unaventanaencortegana.blogspot.com.
  • 10. DICIEMBRE 2015 8 La planta alta del consistorio, además de servir como almacén de armas, era el lugar destinado a preparar bombas con la dinamita requisada a algunos vecinos del pueblo. Al comerciante Joaquín Ruiz lo llamó Pelegrín la noche del 18 de julio para que le entregara la dinamita que tenía en su tienda ya que, entre otras cosas, se dedicaba a la venta de material explosivo 25. En el inventario que llegó a firmar Antonio Alves quedó reflejado que le incautaron: “1 escopeta de caza de un cañón calibre 20 y otra de calibre 16, 100 cartuchos cargados para escopeta del calibre 20, pólvora sin humo, 1.250 cartuchos cargados para escope- ta del calibre 16, pólvoras varias y 2.990 cartuchos cargados para escopeta del calibre 12 pólvoras varias” 26. Por el mismo motivo el Ayuntamiento se puso en con- tacto con Diego Rodríguez ordenándole que le hiciera entrega de la pólvora que, por su profesión de constructor de obras, tenía almacenada en su casa. Sin embargo, al manifestarle que no podía ir, el alcalde envió a cuatro personas del Comité a su casa con el siguiente comunicado: “Ruégole se sirva de hacer entrega a los agentes de mi autoridad de la dinamita que posea en su domicilio, así como de toda clase de explosivos que posea” 27. De allí se llevaron “20 k. de dinamita y 80 m. de mecha con una caja casi completa de fulminantes”. Estos hombres, entre los cuales estaban Eloy Maya y José Sánchez, serían fusilados28. Cuando el 20 de agosto entraron las tropas en Cortega- na realizaron una inspección y dijeron haber hallado armamen- to, bombas y dinamita no sólo en el ayuntamiento, también en el juzgado 29, en el cuarto de la torre del reloj de la iglesia 30 y en otras casas particulares; por ejemplo, en la casa del Rico Nuevo, a 500 metros de Cortegana, hallaron “más de 198 bom- bas cargadas, más de 700 cartuchos de caza del número 12, 10 y 6, 38 tubos de hierro con sus correspondientes tornillos y chapas dispuestos para la carga y varias cajas de dinamita vacías aunque una estaba intacta” 31. También llegó dinamita de Riotinto que canjearon por chacina, que los miembros del Comité habían requisado por las casas y distintos establecimientos del pueblo 32. Esa pólvo- ra se utilizó para construir en el ayuntamiento las bombas que se colocaron en El Pilar de la Virgen con la intención de cor- tar el paso a los nacionales 33. Celestino Gómez Losada, El Gafas, reconoció ser el fabricante de las bombas y el encargado de colocarlas allí. Se había prestado como voluntario para ponerse a las órdenes del Comité, convirtiéndose también en el conductor de uno de los coches al servicio de Pelegrín. Junto a otros corteganeses, se dirigió a la fábrica de electricidad de Santa Teresa para conse- guir unos cables que utilizaron para la fabricación de las tres, bombas colocadas en El Pilar de la Virgen y que pensaban hacer explotar por control remoto 34. El Juzgado Municipal, situado en la planta baja del Ayuntamiento, a la derecha, se convirtió en un depósito donde se almacenaba toda la chacina y el pan requisados por el Comité. Cuando entraron las tropas, el juez Julián Macías fue acusado de permitir utilizar aquellas dependencias como alma- cén de armas y víveres 35 por lo que le aplicaron el Bando de Guerra, es decir, fue condenado a muerte. Según los afines al Movimiento aquellos enseres fueron distribuidos entre los miembros del Comité, pero los republicanos aclararon en su defensa que los repartieron entre la clase obrera y personas más necesitadas del pueblo 36. Cultura8 25 A.T.M.T.S.S., caja 56, legajo 623, Consejo de Guerra nº 1227, 1938. 26 A.M.C., Guardia Civil, legajo 421. Relación de escopetas entregadas y listado de señores que se han llevado escopetas, 1936. 27 Ibídem. 28 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 407, Consejo de Guerra nº 458, 1937. 29 A.T.M.T.S.S., caja 59, legajo 662, Consejo de Guerra nº 982, 1938. 30 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 405, Consejo de Guerra nº 457, 1937. 31 A.T.M.T.S.S., caja 56, legajo 623, Consejo de Guerra nº 1227, 1938. 32 Ibídem. 33 Al principio pensaron que las tropas sublevadas llegarían a Cortegana por la Nacional que conecta el pueblo con Sevilla; sin embargo, la columna dirigida por el comandante Redondo entró el 20 de agosto por la carretera de Almonaster la Real. 34 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº546, 547 y 567, 1937; A.T.M.T.S.S.,caja 103, legajo 1369, Consejo de Guerra nº 2593, 1939. 35 A.T.M.T.S.S., caja 59, legajo 662, Consejo de Guerra nº 982, 1938. 36 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 407, Consejo de Guerra nº 458, 1937. H además de atacar a Franco y a Queipo de Llano se incitó a los vecinos a formar parte de la milicia El Pilar de la Virgen. Fotografía de Luis Sánchez Pinto.
  • 11. DICIEMBRE 2015 La requisa de alimentos respondía a las órdenes que desde el principio de la guerra recibieron los pueblos de abas- tecer a los soldados que luchaban contra el ejército de Queipo de Llano. Las autoridades superiores obligaron a los Ayunta- mientos a notificarles las existencias que había de gasolina y de artículos de primera necesidad. Por ello, también el 22 de julio, el gobernador civil republicano, aún desde Huelva, hizo saber al cabildo de Cortegana que: “Las autoridades de esta comarca recaben la mayor cantidad de víveres para que, en camiones debidamente requi- sados, sean llevados a las fuerzas milicianas leales y adictas a nuestro gobierno único legalmente constituido que luchan de la manera más heroica en las inmediaciones de Sevilla” 37. Y al día siguiente insistía: “Recabe almacenistas esa plaza tengan existencias disposición comerciantes este pueblo para abastecimiento población que de no ser así faltará dentro tres días” 38. En la panadería de la madre de Santiago Carvajal se tra- bajaba sin descanso elaborando panes que los miembros del Comité de Cortegana y de otros pueblos le solicitaban. Tampo- co Santiago Carvajal se libraría de la pena máxima cuando entraron las tropas, pues fue acusado de hacer pan para la izquierda y de guardar armamento en la torre del reloj, del que estaba encargado 39. Ante la necesidad de almacenar todo el alimento posi- ble, el gobernador civil ordenó al Comité confiscar los camio- nes y coches de los ricos del pueblo. Con dichos medios de transporte se procedió al robo de ganado en varias fincas ubi- cadas principalmente en el término de Aroche, Cumbres Mayores y Cortegana. Fueron a la finca del señor Ternero y a la de Juan Campos, en la Belleza, o a El Álamo, fincas situa- das en el término de Aroche. El capataz de El Álamo recorda- ba que fueron varias veces y se llevaron 74 cabezas de vacu- no, 100 de cabrío aproximadamente y 10 cerdos. Oyó decir que pertenecían al Comité de Cortegana, al de Riotinto, al de Aroche y al de Jabugo. En la finca de Juan Campos robaron tres vacas y muchas cabras. En Cortegana requisaron ganado en El Majadal. Los dueños, o los trabajadores de aquellas tie- rras, señalaron que en ocasiones solían pedir permiso y coinci- dían en que el comportamiento de aquellos hombres era bue- no40. Muchas de esas reses fueron sacrificadas en la Plaza de los Toros o en plena calle, procediendo después a su reparto 41. El que fuera chófer de Juan Esteban Amigo, Pablo Borrallo Martín, fue requerido por el Ayuntamiento para que realizara su trabajo de conductor con el camión que le fue con- fiscado a su jefe. Pablo Borrallo hizo todo lo que el alcalde Pelegrín le encomendó: fue a llevar víveres a La Algaba, a por harina a El Repilado, a por borregos a dos fincas en Aroche, e incluso se atrevió a recoger en aquel vehículo las armas de la Guardia Civil tras el asalto al cuartel 42. Con el camión requisado a Dolores Maestre Moreno, el alcalde, ordenó a Luis Pichel Pérez que llevara al concejal Manuel Fernández Moriña a Aroche y al Rosal de la Frontera para recoger los víveres que habían almacenado43. También, el conductor Domingo Bermúdez Maestre y dos personas más se encargaron de llevar provisiones a los soldados que luchaban en el frente sevillano 44. Un aspecto que venía repitiéndose en otros pueblos fue la agresión que la izquierda cometió contra la Iglesia. Esta práctica anticlerical no era una novedad de este momento ini- cial de la guerra ni exclusiva de esta parte de la geografía espa- ñola. Los desmanes contra esta institución habían comenzado desde que se iniciara el periodo republicano en distintas partes de España, y es una de las razones que impulsó a los militares a rebelarse contra un gobierno que, según ellos, permitía esas atrocidades contra la Iglesia. Es por esto que el bando nacio- nal se tomó la Guerra Civil como una auténtica cruzada contra todos los republicanos a los que consideraban enemigos de la Patria y de Dios. Una columna de mineros de Riotinto venía de Rosal de la Frontera y de Aroche reclutando a hombres para ir a Arace- na a enfrentarse a las tropas nacionales. En Aroche habían estado los días 10 y 11 de agosto participando en el ataque al cuartel que se cobró la vida de varias personas. La columna llegó el mismo día 11 a Cortegana tomando parte en el asalto a las iglesias, a la Casa Estrada, propiedad de Eduardo Váz- quez González-Bravo, y al Cuartel de la Guardia Civil y Cara- Cultura 9 37 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 22 de julio de 1936. 38 Ibídem, 23 de julio de 1936. 39A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 405, Consejo de Guerra nº 457, 1937. 40 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº 546, 547 y 567, 1937. 41 A.T.M.T.S.S., caja 101, legajo 1335, Consejo de Guerra nº 2619, 1939; A.T.M.T.S.S.,caja 105, legajo 1393, Consejo de Guerra nº 1386, 1939. 42 A.T.M.T.S.S., caja 98, legajo 1279, Consejo de Guerra nº 9182, 1939. 43 A.M.C., Correspondencia, legajo 82, 24 de julio de 1936. 44 A.T.M.T.S.S., caja 156, legajo 2051, Consejo de Guerra nº 6844, 1940. Iglesia del Divino Salvador
  • 12. DICIEMBRE 2015 bineros 45. Según lo recuerdan los testimonios, aquel 11 de agosto los mineros entraron en Cortegana y unas mujeres sen- tadas en la fuente de La Plaza los incitaron a destruir las igle- sias y los santos 46. Sobre las 12:30 los mineros, acompañados de los veci- nos más anticlericales, se dirigieron a la Iglesia del Divino Sal- vador. Un vecino desde la puerta de su casa, situada en El Paseo, declaró haber visto a Pelegrín en compañía de unos mineros y cómo les abrió la puerta de la parroquia 47. Momen- tos antes, el sacristán Francisco Álvarez había ido a casa del cura a por la llave porque, según dijo, así se lo había ordenado el alcalde 48. Sin embargo, aunque para algunos corteganeses Pelegrín fue el responsable de estas actuaciones, otros vecinos afirmaron que el teniente de alcalde se opuso en todo momen- to a la destrucción de las iglesias y de la casa de Eduardo Váz- quez. En concreto, Joaquín Martín Fernández vio a Pelegrín enfrentase al cabecilla del grupo cuando estos se disponían a entrar en la iglesia parroquial manifestándole “que traía una columna de sinvergüenzas y de bandidos” y cómo quiso impe- dir, también sin éxito, el saqueo de la Casa Estrada con una pistola en la mano 49. La parroquia fue destrozada completamente. Como no alcanzaban a los santos y retablos más altos se subieron en la escalera con la que trabajaban los electricistas municipales y utilizaron un objeto de hierro 50 para tirarlos al suelo. Lo últi- mo que destruyeron fue el púlpito 51. Lo tiraron todo a la calle y al porche, después lo cargaron en un camión 52 y lo transpor- taron a Las Eritas para quemarlo 53. Inmediatamente después se dirigieron a la Iglesia de San Sebastián lanzando al Cristo de la Vera-Cruz al recinto aledaño, y un poco más tarde entra- ron en la Ermita de El Calvario cortándole la cabeza al Cristo. Una vecina la recogió y la guardó en su casa, por lo que el Nazareno aún conserva su auténtico rostro. Algunos mucha- chos del pueblo subieron a la Ermita del Castillo donde se hallaba la patrona del pueblo, la Virgen de la Piedad. Unas jóvenes sentadas en la puerta de la iglesia parroquial escucha- ron cómo alguien gritaba: “¡Qué traen a la Virgen!”. A conti- nuación, observaron incrédulas cómo aquellos muchachos la traían arrastrándola desde el Castillo para ser destruida con el resto de la imaginería y retablos de la parroquia 54. En el atestado que redactaron los nacionales se detalla- ron todos los destrozos ocasionados: “Iglesia del Divino Salvador: daño en parte de sus muros, se destruyeron todos los retablos, el coro desapareció con su Facistol, considerado este como gran joya del arte. Todos los retablos fueron incendiados junto con las imágenes de El Divino Salvador con los doce apóstoles del Altar Mayor y el crucifijo con la Magdalena y San Juan, Corazón de Jesús, Niño Perdido, San Vicente y Santa Bárbara, Nuestra Señora del Rosario, San Bartolomé, San Martín, y Santo Domingo de Guzmán, La Milagrosa, San Jorge, Santa Rita, Santa Bárbara (esta última de inmenso valor por su antigüedad, que data del siglo XV), San Nicolás, Virgen del Carmen, San Juan Nepomu- ceno y dos crucifijos, pequeños de mucho valor artístico, Niño de Jesús de la escuela de Montañés, San Francisco, San Anto- nio, Virgen de los Dolores, Santa Ana, el Eccehomo, la Inma- culada, San Rafael y San Miguel Arcángel, y otro hermoso crucifijo. Objetos y joyas: destrucción total de cajoneras y ornamentos, otro crucifijo, un hermoso órgano y un melodio, el tenebrario y el Santo Sepulcro, el Catafalco y cuatro pasos de imágenes, varios cuadros, entre ellos dos de gran mérito de la Santísima virgen y Santiago Apóstol. Desaparición de un Cáliz de plata sobredorado, de varias Custodias y Manifesta- dor de procedencia mejicana, a más de otros desperfectos pro- ducidos en otras alhajas. Iglesia del Castillo: destrucción completa por incendio de la Santísima virgen de la Piedad, patrona de este pueblo, las imágenes de San Blas y Santa Lucía y destrucción de todo el Camerín y el Altar. Cultura10 45 A.T.M.T.S.S., caja 76, legajo 936, Consejo de Guerra nº 1229, 1938; A.T.M.T.S.S., caja 105, legajo 1393, Consejo de Guerra nº 1386, 1939. 46 Entrevista a Ana Domínguez Sánchez y Clotilde Martín García. Cortegana, mayo de 2013. 47 A.T.M.T.S.S., caja 98, legajo 1275, Consejo de Guerra nº 7442, 1939. 48 A.T.M.T.S.S., caja 22, legajo 331, Consejo de Guerra nº 371,1937. 49 A.T.M.T.S.S., caja 211, legajo 2596, Consejo de Guerra nº 9160, 1939. 50 Los documentos aluden a tal herramienta como “marrillo” o “almandarilla” y era utilizado para sacar cosas de los pozos. 51 A.T.M.T.S.S., caja 24, legajo 346, Consejo de Guerra nº 546, 547 y 567, 1937; A.T.M.T.S.S., caja 22, legajo 331, Consejo de Guerra nº 371,1937. 52 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 406, Consejo de Guerra nº 193, 1937;A.T.M.T.S.S.,caja 143, legajo 1934, Consejo de Guerra nº2238, 1940. 53 A.T.M.T.S.S., caja 22, legajo 331, Consejo de Guerra nº 371,1937. 54 Entrevista a Ana Domínguez Sánchez. Cortegana, mayo de 2013. H El bando nacional se tomó la Guerra Civil como una auténtica cruzada Iglesia de San Sebastián. Fotografía facilitada por Luis Sánchez Pinto.
  • 13. DICIEMBRE 2015 Iglesia de San Sebastián: destrucción de tres retablos con todas las imágenes. A saber: Santísimo Cristo de la Vera- Cruz de gran valor artístico, San Elías, San Sebastián, virgen de la Soledad, Sagrado Corazón de Jesús, Santa Ana, San José y Santa Teresa de Jesús, dos hermosos estandartes de la Vir- gen del Rosario, destrucción del cancel y cajonera de Sacris- tía con varios ornamentos. Ermita del Calvario: destrucción de nuestro padre Jesús de Nazareno, de inmenso valor artístico con todo lo que además contenía esta Ermita” 55. Ese mismo día asaltaron la casa de Eduardo Vázquez, conocida como Casa Estrada. Según el informe, destruyeron el mobiliario, robaron enseres, joyas y dinero, entre muchas otras cosas: “En este saqueo se llevaron una máquina de escribir marca Remigton, unos gemelos de campaña forrados en marfil, una maleta conteniendo joyas de gran valor, una máquina foto- gráfica, cubiertos de plata, ropa de cama y de vestir, una caja de caudal de acero portátil, la que según un hermano del perjudi- cado debía contener varios miles de duros por haberse encon- trado un escrito en el suelo de puño y letra del perjudicado que decía: la cantidad que contiene el cofre será destinada a la construcción de un Santuario en lugar indicado en el escrito”56. Esta casa señorial acabó convirtiéndose en el cuartel general de la Falange durante la guerra. El 13 de agosto la columna de mineros se dirigió al Cuartel de la Guardia Civil y Carabineros para desarmarlos y evitar que se sumaran al Alzamiento. Ante el temor de que se produjera el mismo asalto violento que tuvo lugar en Aroche días atrás, algunos miembros del Ayuntamiento, entre los que se encontraba Pelegrín, Rafael López Vázquez, Manuel Gómez Acosta y el alcalde Antonio Alves, además del médico Pepe Fernández, entraron en el cuartel mientras la columna esperaba fuera. Su intención era la de intermediar entre los mineros y los guardias pidiéndoles a estos que entregaran pací- ficamente las armas. Pepe Fernández insistió en la necesidad de hacerlo así para evitar una masacre y ordenó a los milicia- nos que estaban en la puerta que cogieran las escopetasy las metieran en la camioneta que traían. La buena fe de estos mediadores fue mal interpretada por los guardias que los acu- saron de forzarles a firmar el acta de desarme y, por tanto, señalados como los dirigentes de la toma del cuartel. Al pare- cer, Antonio Alves, a quien habían obligado a ir, lloraba y exclamaba que acababa de firmar su sentencia de muerte 57. El 20 de agosto entraron las tropas del comandante Redondo en Cortegana. La defensa que los fieles a la Repúbli- ca llevaban organizando desde hacía un mes, se esfumó como por arte de magia y la mayoría de los que habían participado en estos acontecimientos huyeron para evitar represalias, incluido Pelegrín. Las personas afines al Movimiento Nacio- nal no les perdonaron el miedo que pasaron en aquellos días, y se vengaron. Es cierto que lo miembros del Comité se pre- sentaron en sus casas exigiéndoles dinero, armas o alimen- tos58; que los sometieron a un arresto domiciliario, si bien muchos habían optado por la reclusión voluntaria; encarcela- ron a algunas personas de derechas, aunque gracias a la inter- vención del concejal Moriña y del alcalde Antonio Alves se evitó la de tantos otros 59. A pesar de ello, conviene recordar que no se asesinó a nadie por lo que en ningún caso estaría jus- tificada la represión desproporcionada que después llevaron a cabo los nacionales contra los protagonistas de esos días. Los que se quedaron fueron ejecutados rápidamente; los que huyeron tuvieron más suerte pues, a pesar de los largos días que pasaron escondidos en sus casas o del duro exilio que llevó a algunos incluso atravesar la frontera francesa, cuando regresaron fueron, en el peor de los casos, encarcelados y, en el mejor, absueltos. Pelegrín llegó a la capital de España y allí fue captura- do cuando finalizó la guerra en abril de 1939. En mayo, el Juez Militar Permanente nº 3 de Madrid solicitó información al Ayuntamiento de Cortegana sobre su conducta. Los informes que elaboraron el nuevo alcalde y el jefe de la Falange no le beneficiaron en absoluto: “Era jefe del partido socialista y dirigente del Frente Popular; ostentaba el cargo de Primer Teniente de Alcalde de este ayuntamiento en aquella fecha: muy activo y despier- to en ideales revolucionarios, dominando fácilmente a toda la horda que aquí existía; al comienzo del Movimiento ejer- Cultura 11 55 ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL, Causa General, 1041, Exp.17, Estado nº3. Relación de tormentos, torturas, incendios de edificios, saqueos, destruc- ciones de iglesia y objetos de culto, profanaciones y otros hechos delictivos que por sus circunstancias, por la alarma o el terror que produjeron deban con- siderarse como graves, con exclusión de los asesinatos, que fueron cometidos en este término municipal durante la dominación roja, 1940-1949. 56 Ibídem. 57 A.T.M.T.S.S., caja 119, legajo 1619, Consejo de Guerra nº 2946, 1941; A.T.M.T.S.S., caja 83, legajo1063, Consejo de Guerra nº 2503, 1939; A.T.M.T.S.S., caja 99, legajo 1300, Consejo de Guerra nº 2851, 1939. 58 A.T.M.T.S.S., caja 143, legajo 1934, Consejo de Guerra nº 2238, 1940; A.T.M.T.S.S., caja 105, legajo1393, Consejo de Guerra nº 1386, 1939. 59 A.T.M.T.S.S., caja 59, legajo 662, Consejo de Guerra nº 982, 1938; A.T.M.T.S.S., caja 99, legajo 1300, Consejo de Guerra nº 2851, 1939. Casa Estrada. Fotografía propia.
  • 14. DICIEMBRE 2015 cía su dominio y acción con bastante cautela, pues si bien demostraba algunas veces ciertas reprensiones sobre la hor- da marxista, para justificar tal vez su conducta para el exte- rior, puede decirse que era él el Jefe de cuantos hechos aquí se registraron durante el dominio rojo, habiendo huido de la población momentos antes de ser esta liberada por las fuer- zas de nuestro Glorioso Ejército; considerado como elemen- to muy peligroso” 60. Además de la cruel represión física que sufrieron por haber pertenecido a algún partido del Frente Popular y haber sido acusados de participar en cualquiera de las actuaciones que se realizaron en defensa del sistema republicano, fueron víctimas de lo que Feria Vázquez y Vázquez Lozano denomi- nan “represión económica” y que se materializó con la expro- piación de sus bienes inmuebles 61. A Pelegrín le confiscaron todo lo que tenía en el bar que poseía en La Plaza 62; no fue el único, pues a Antonio Alves López, Matías Romero López, José Borrallo Borrallo y Joa- quín Ruiz Carrasco también les incautaron sus propiedades 63. En el caso particular de este último, su comercio fue saqueado cuando entraron las tropas, la Falange se apropió de su domi- cilio durante un tiempo y finalmente le confiscaron el local donde después se construyó la Plaza de Abastos 64. En cuanto a lo que les ocurrió a algunas de las personas que se han nombrado en este artículo, su final fue el siguiente: • Ramón González Colete (concejal): Aparece como fusila- do el 20 de agosto de 1936 65, sin embargo, en posteriores informaciones que ofrece el Ayuntamiento parece que huyó cuando entraron las tropas 66. • Manuel de la Noval Fernández (concejal): Fusilado el 25 de agosto de 1936 67. • José Fernández Vázquez El de tabacalera (médico): Fusilado el 28 de agosto de 1936 68. • Antonio Martín Borrallo (concejal): Fusilado el 13 de septiembre de 1936 69. • Manuel Navarro Fernández (concejal): Fusilado en sep- tiembre de 1936 70. • Julián Vázquez González (concejal): Fusilado (sin fecha)71. • Julián Macías Fernández (juez municipal): Fusilado en septiembre de 1936 72. • Santiago Carvajal Romero (romanero): Fusilado el 19 de agosto de 1937 73. • José Sánchez Sánchez Parranda: Fusilado el 19 de agos- to de 1937 74. • Daniel Gómez Menguiano: Fusilado el 18 de septiembre de 1937 75. • Manuel Fernández Moriña (concejal): Estuvo escondido en su casa hasta que en 1938 decidió presentarse. El Con- sejo de Guerra que lo juzgó ese año lo indultó por todas las buenas acciones que demostró durante aquellos días 76. • Joaquín Ruiz Carrasco (dueño de comercio): Deambuló por los campos durante algún tiempo y después volvió a su casa donde permaneció oculto hasta que se entregó en 1938. Fue encarcelado y finalmente liberado 77. • Eloy Maya Vázquez (sobrino de Pelegrín): Fusilado el 7 de noviembre de 1939 78. Cultura12 60 A.M.C., Correspondencia, legajo 147. Informes respecto a presos militares, 1937-1949. 61 FERIA VÁZQUEZ, P. J. y VÁZQUEZ LAZO, J.M.: op. cit., p. 117. 62 A.M.C., Correspondencia, legajo 147. Informes respecto a presos militares,1937-1949. 63 FERIA VÁZQUEZ, P. J. y VÁZQUEZ LAZO, J.M.: op. cit., pp. 128,129 y 130. 64 Entrevista a Carmen Ruiz Ramos. Cortegana, julio de 2013. 65 ESPINOSA MAESTRE, F.: La Guerra Civil en Huelva. Huelva, Diputación de Huelva, 4ª edición, 2005, p. 590. Esta información ha sido extraída por el autor del Registro Civil del Juzgado de Paz de Cortegana. 66 A.M.C., Correspondencia, legajo 147. Informes respecto a presos militares,1937-1949. 67 ESPINOSA MAESTRE, F.: op. cit., p. 590. 68 Ibídem. 69 Ibídem. En la entrevista que mantuve con Clotilde Martín García me aclaró que el primer apellido de su abuelo era exactamente Martín de Miguel. 70 Así reza una de las placas del monumento a los fusilados que se encuentra en el Cementerio Municipal de Cortegana. 71 Entrevista a Carmen Mancera Ruiz. Cortegana, julio de 2013. 72 Entrevista a Isabel Castilla Macías. Cortegana, enero de 2013. 73 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 405, Consejo de Guerra nº 457, 1937. 74 A.T.M.T.S.S., caja 34, legajo 407, Consejo de Guerra nº 458, 1937. 75 A.T.M.T.S.S., caja 22, legajo 331, Consejo de Guerra nº 371, 1937. 76 A.T.M.T.S.S., caja 59, legajo 662, Consejo de Guerra nº 982, 1938. 77 A.T.M.T.S.S., caja 56, legajo 623, Consejo de Guerra nº 1227, 1938. 78 A.T.M.T.S.S., caja 79, legajo 991, Consejo de Guerra nº 1394, 1939. Entrada de las tropas nacionales en Cortegana el 20 de agosto de 1936. Fotografía de Sebastián Martín Sacri.
  • 15. DICIEMBRE 2015 13Cultura • Antonio Alves López (alcalde): Huyó a Francia regresan- do al final de la guerra. Fue juzgando por un Consejo de Guerra que lo absolvió en 1939 79. • Celestino Gómez Losada El Gafas (mecánico): Abando- nó el pueblo como tantos otros. En 1939 el Consejo de Gue- rra lo acusó de Auxilio a la Rebelión y fue encarcelado en la Prisión Provincial de Huelva 80. • Pablo Borrallo Martín (chófer): También huyó pero deci- dió regresar y esconderse en su casa donde permaneció has- ta 1939. En el juicio fue absuelto 81. • Rafael López Vázquez El Emiliano (concejal): Llegó a Madrid con Pelegrín y Manuel Gómez Acosta. En 1939 lo condenaron a veinte años de reclusión temporal por el deli- to de Rebelión Militar, pena después conmutada a ocho años siendo liberado en 1947 82. • Matías Romero Rodríguez (concejal): Abandonó el pue- blo ante la inminente llegada de los nacionales. Fue juzga- do en 1940, encarcelado y finalmente absuelto 83. • Manuel Gómez Acosta (concejal): Buscó refugio en Fran- cia. Regresó en 1941 y, aunque fue encarcelado, a finales de ese año le concedieron la libertad 84. • José Menguiano Forero Casino (concejal): Huyó y llegó a Madrid. También estuvo en Francia hasta que regresó al pueblo en los años cincuenta 85. • Rufino Pelegrín Vázquez Galán (teniente de alcalde): Llegó a Madrid junto a otros miembros de la corporación municipal y al finalizar la guerra fue detenido y encarcela- do en la prisión de aquella ciudad. Poco después, el juez instructor de la plaza de Huelva pidió a la cárcel de Madrid su traslado a Cortegana para ser juzgado por el Tribunal Militar de la provincia; sin embargo, y desconociendo los motivos, había sido puesto en libertad. En 1941, ignorando su paradero y sospechando que podía haber cambiado de identidad, el Consejo de Guerra lo declaró en rebeldía pasando a estar en busca y captura 86. Rufino Pelegrín Vázquez Galán tuvo que ser un perso- naje conocido en Cortegana, no sólo por haber sido concejal y teniente de alcalde del Frente Popular, por haber liderado el Comité encargado de proteger el sistema republicano, sino también porque, con anterioridad, había defendido sus ideales oponiéndose a medidas como la clausura de la Agrupación Socialista de Cortegana, ejecutada por el gobierno anterior de derechas 87. A pesar de ello, resulta curioso cómo los cortega- neses y corteganesas que vivieron y recuerdan el conflicto han olvidado por completo quién fue Pelegrín. 79 A.T.M.T.S.S., caja 99, legajo 1300, Consejo de Guerra nº 2851, 1939. 80 A.T.M.T.S.S., caja 103, legajo 1369, Consejo de Guerra nº 2593, 1939. 81 A.T.M.T.S.S., caja 98, legajo 1279, Consejo de Guerra nº 9182, 1939. 82 A.T.M.T.S.S., caja 83, legajo 1063, Consejo de Guerra nº 2503, 1939. 83 A.T.M.T.S.S., caja 127, legajo 1741, Consejo de Guerra nº 3275, 1940. 84 A.T.M.T.S.S., caja 119, legajo 1619, Consejo de Guerra nº 2946, 1941. Tanto el concejal Manuel Gómez Acosta como Ramón González Colete aparecen en el registro de defunciones como fusilados. Lo cierto es que ambos huyeron al entrar las tropas nacionales en el pueblo pero sus familiares, al no saber nada de ellos, los dieron por muertos o desaparecidos. 85 Entrevista a José López, agosto de 2015. 86 A.T.M.T.S.S., caja 211, legajo 2596, Consejo de Guerra nº 9.160, 1939. 87 A.M.C., Sedes de Obreros de Cortegana, legajo 421. Disolución de la Agrupación Socialista de Cortegana y hojas "Al Pueblo de Cortegana", 1935. H El 13 de agosto la columna de mineros se dirigió al cuartel de la Guardia Civil y Carabineros para desarmarlos Imagen panorámica de Cortegana
  • 16. DICIEMBRE 2015 14 Cultura Los anarquistas, el sexo y la moral: Una aproximación a la sexualidad libertaria durante la Guerra Civil en Almería Antonio Ramírez Navarro I.E.S. La Puebla. Vícar (Almería) diferencia de lo que ocurrió con otras ideo- logías del movimiento obrero, la sexualidad fue una preocupación central entre los anar- quistas. El intento de construir una nue- va moral revolucionaria que superara la mentalidad gazmoña del catolicismo lle- vó a los ensayistas libertarios a plantear toda una nueva serie de actitudes frente a la sexualidad. Sin embargo y a pesar de los proclamas sobre el amor libre -los más 'avanzados' llegaron a definir el matrimonio como una forma de prostitu- ción burguesa-, la mentalidad tradicional y un cierto puritanismo siguieron for- mando parte de las concepciones liberta- rias sobre el sexo. Los escritores y perio- distas ácratas llevaron a la prensa temas no muy habituales en la España de los años treinta como la prostitución, la masturbación o la homosexualidad y sus propuestas, en numerosos casos, resulta- ron contradictorias. El doctor anarquista Félix Martí Ibáñez llevó a cabo en 1935 una serie de encuestas que le permitieron afirmar que en España, afectada aún por una enorme represión, se vivía la sexualidad entre dos polos: el matrimonio y la prostitu- ción. Los libertarios abogaron por que el amor y las uniones libres sustituyeran a las uniones contractuales características de las sociedades burguesas. Para que se produjese la anhelada transformación social, era imprescindible que una nueva moral sexual sustituyese a las conven- ciones burguesas. 1 Durante la guerra, el debate sobre la licitud de la prostitución adquirió una especial importancia por sus implicacio- nes en la marcha de los acontecimientos bélicos. A comienzos de 1938, el diario libertario Emancipación ponía de mani- fiesto que, a pesar de las promesas de redención social asociadas a la revolu- ción, el número de prostitutas en Alme- ría no había dejado de crecer. La ciudad contaba, tal como describe Gerald Bre- nan, con un barrio de burdeles situado entre la Plaza Vieja y el cerro de San Cristóbal. 2 El autor de la columna anó- nima, aseguraba haber visto en la aveni- da de la República la "caravana de dolor" formada por las meretrices que volvían del reconocimiento médico. A falta de dinero, se permitía incluso que los usuarios de la prostitución pagaran con vales. El columnista se muestra escandalizado por el hecho de que se permita una actividad que contribuye a difundir las enfermedades venéreas y favorece el espionaje: "Combatientes con venéreo (sic) son indignos de figurar en nuestras trincheras". 3 En diciembre de 1936 la Delega- ción de Orden Público y Presos, encabe- zada por el anarquista Juan del Águila, prohibía terminantemente la entrada a las casas de prostitución a partir de las siete de la tarde a toda persona ajena a las mismas para evitar "la degeneración que a nuestras juventudes proporciona estos lugares (sic) y por exigirlo además la moral revolucionaria". 4 Sin embargo fueron las prostitutas, por su "desviación sexual", las que cargaron con la culpa de propagar las enfermedades venéreas mientras que se eximía de toda respon- sabilidad a sus clientes. 5 La revista quincenal del comisa- riado de guerra de la 147 Brigada Mixta ¡Nervio! reconocía en su primer número que "las bajas en nuestro Ejército han sido más numerosas por las enfermeda- des venéreas que por las balas de nues- tros enemigos". 6 En Madrid, al estallar la guerra, numerosas prostitutas acudie- ron al frente de Somosierra haciéndose pasar por milicianas, en busca de un negocio que comenzaba a decaer en la capital 7 y la fama de la relajación sexual en las trincheras llegó a tal extremo que la mujer del comandante comunista Ledesma Carreño se empeñó en acom- pañarlo al frente de Mecina Bombarón, a pesar de no ser miliciana, "para evitar que hiciera vida marital con otras muje- res". 8 Sin embargo, la considerable expansión de las enfermedades venéreas seguramente estuvo más relacionada con A 1 MASJUAN, Eduard. "Población y recursos naturales en el Anarquismo Ibérico: Una perspectiva ecológico-humna en el marco del socialismo de los pobres". Ecología Política, nº 5. Barcelona, 1993, pp. 41-56. 2 BRENAN, Gerald. Al sur de Granada. (Véase el capítulo "Almería y sus burdeles"). Tusquets. Barcelona, 1997, pp. 237-260. 3 Emancipación, 2-1-1938. 4 ¡Adelante!, 30-12-1936. 5 MATTHEWS, James. Soldados a la fuerza. Reclutamiento obligatorio durante la guerra civil 1936-1939. Alianza. Madrid, 2012, pp. 204-205. 6 ¡Nervio!, 1-1-1938. 7 CAMPOAMOR, Clara. La revolución española vista por una republicana. Espuela de plata. Sevilla, 2011, p. 100. 8 Juzgado Togado Territorial (Jutoter) nº 23, sumaria 29.146/39.
  • 17. DICIEMBRE 2015 15Cultura el aumento de la prostitución en la reta- guardia, motivada por la creciente demanda de los soldados de permiso, que con la actividad de las prostitutas en los frentes. En el mismo número de ¡Nervio!, prueba de que el problema llegó a ser casi una obsesión para las autoridades militares, se daban una serie de consejos a los soldados, algunos perogrullescos, para que intentasen evitar el contagio. Una visión pesimista que consideraba los burdeles algo inevitable convivía, pues, con la de los partidarios de supri- mir radicalmente la prostitución: "En primer lugar hay que echar mano al prostíbulo el menor número de veces posible. Cuanto menos se recurra a las prostitutas, menos posibilidad hay de que nos contagien. Al burdel hay que ir solo en aquellos casos en que no nos sea posible escapar por otro punto". El anó- nimo columnista ofrece a los soldados una alternativa en la que, poniéndose como ejemplo, encuentra solo ventajas: "Yo recurro a la masturbación antes que al prostíbulo. Al menos así me prostitu- yo solo. Y me evito tres cosas: gastar dinero, ser contagiado y fomentar la prostitución." En cualquier caso el obje- tivo para los anarquistas ha de ser el de rechazar "la cómoda satisfacción que da el burdel" y "superarse y hacerse acree- dor de las caricias sanas, plenas y ale- gres de las mujeres decentes". 9 A pesar de esta apología del ona- nismo, en un primer momento, los anar- quistas se pronunciaron también contra la masturbación en términos parecidos a los que empleaba la Iglesia católica. Así, en los años veinte, la revista Generación Consciente, preocupada siempre por temas relacionados con la salud y la sexualidad, publicaba un artículo de Caro Crespo en el que se asegura que "una de las causas que originan y pro- longan la degeneración de la especie arrojando cada año un aumento conside- rable sobre el año anterior de tuberculo- sos, de tísicos, de degenerados y enfer- mos de toda especie, son los llamados vicios solitarios, en los cuales la juven- tud siente el placer de los sentidos des- viados, de las pasiones desenfrenadas, incontenidas, despertadas en la más escandalosa orgía de la más impúdica y absurda moral". 10 En los años treinta el ideólogo anarquista Isaac Puente, médico de pro- fesión, consideró exagerados los peli- gros de la masturbación y ya en 1935 Llauradó publicó en la prensa anarquista una "rehabilitación del onanismo" en la que se rechazaba el concepto de vicio solitario y se consideraba la masturba- ción una práctica normal y saludable. 11 Aunque con poco éxito, la propa- ganda de guerra hizo todo lo posible para evitar que los milicianos frecuenta- ran los burdeles. Desde las páginas de Fragua Social se conminaba al comba- tiente: "Recuerda que tras las frágiles caricias se esconden los gérmenes de males sucios y dolorosos (...) lo mejor sería que sublimaras el deseo fundiéndo- lo en anhelos de esperanza y victoria". 12 No consta que la propuesta de la subli- mación, extrañamente parecida a la dada por la Iglesia católica, lograse los resul- tados previstos. Ya en 1919, la posteriormente diputada comunista Margarita Nelken denunciaba que en España, a diferencia de lo que ocurría en países más avanza- dos, no se hacía otra cosa para impedir la prostitución que no fuese intentar recluir a las prostitutas en conventos.13 Las autoridades republicanas, antes del esta- llido de la guerra, habían mostrado una clara tendencia abolicionista. Se creó un Patronato de Protección de la Mujer que sustituyó al Patronato para la Represión de la Trata de Blancas. Un decreto publi- cado en junio de 1935 aseguraba que en España no se reconocía la prostitución como medio lícito de vida. Sin embargo la contienda hizo que la prostitución aumentara en los dos bandos.14 Los anarquistas se pronunciaron desde sus medios informativos contra la prostitución e intentaron aleccionar a sus militantes para que no recurrieran a sus servicios. Así, en un consultorio de una revista libertaria de la época, podía leer- se: "¿Un anarquista puede acudir a los prostíbulos para satisfacer una necesidad sexual?" "No -responde la Revista Blan- ca-, el hombre que acude a las casas de mala nota no puede ser anarquista".15 La organización libertaria Mujeres Libres realizó una activa campaña planteando la prostitución como un problema de salud que, a través de las enfermedades venére- as, producía numerosas bajas entre los soldados republicanos y también como un mal social al que se veían abocadas las mujeres por falta de recursos econó- micos. La organización llegó a crear unos liberatorios de la prostitución con los que se intentaba regenerar a las muje- res públicas.16 Eran una especie de asilos en los que las mujeres que querían aban- donar el oficio recibían ayuda y forma- 9 ¡Nervio!, 1-1-1938. 10 CLEMINSON, Richard. Anarquismo y sexualidad en España (1900-1939). Universidad de Cádiz, 2008, p. 140. 11 Ibídem, p. 147. 12 Fragua Social, 27-6-1937, citado en SAFÓN SUPERVÍA, Agustín y SIMEÓN RIERA, José Daniel. Valencia 1936-1937. Una ciudad en guerra. Ayun- tamiento de Valencia, 1986, p. 86. 13 NELKEN, Margarita. La condición social de la mujer en España. CVS. Madrid, 2012, p. 127. 14 SÁNCHEZ, Pura. Individuas de dudosa moral. La represión de las mujeres en Andalucía (1936-1958). Crítica. Barcelona, 2009, pp. 76-77. 15 PANIAGUA FUENTES, Xabier. "Religión y anticlericalismo en el anarquismo español". Estudis d'Història Contemporània del País Valencià, nº 1. Valen- cia, 1979, pp. 257-269. 16 Ruta, 28-1-1937. H Crear unos liberatorios de la prostitución con los que se intentaba regenerar a las mujeres públicas
  • 18. DICIEMBRE 2015 16 Cultura ción pero la iniciativa, en líneas genera- les, fue un fracaso.17 La prostitución, lejos de disminuir durante la guerra, se incrementó considerablemente. Sin embargo no todas las enfer- medades venéreas, que fueron definidas en un cartel de la época como "el fascis- mo de la naturaleza", eran achacables a la prostitución. Durante los primeros meses de la guerra, en el bando republi- cano se vivió un debate sobre si las mujeres debían incorporarse directa- mente al frente o limitarse a realizar fun- ciones de apoyo al Ejército desde la reta- guardia. En un primer momento los anarquistas apoyaron el papel activo de la mujer en el combate, pero la prolifera- ción de venéreas y la relajación en la moral de guerra llevaron a que muchos libertarios cambiaran de opinión y adop- taran posiciones sexistas. Martí Ibáñez, responsable de la legalización del aborto en Cataluña en diciembre de 1936, abo- gó por la retirada de las mujeres del fren- te para que los hombres no malgastasen sus energías en relaciones eróticas. La propuesta de Martí pasaba por la casti- dad y la disciplina sexual para potenciar al máximo el esfuerzo bélico. 18 Los anarquistas se pronunciaron también contra la pornografía y los espectáculos subidos de tono que proli- feraron durante el régimen republicano. En su labor emancipatoria de mujeres y jóvenes, el Ateneo Libertario tuvo una actuación moralizante y así, en octubre de 1933, dirigía una carta al Diario de Almería, para que cesara el espectáculo de varietés que se estaba representando con carácter ambulante en el parque Nicolás Salmerón y en el que, "cinco desgraciadas mujeres" eran obligadas "a ejecutar unos actos que traspasan todos los límites de la obscenidad dando con ello lugar a que los espectadores que acuden a estos lugares caigan en las abe- rraciones más repugnantes". 19 El Ateneo Libertario se instaló en la iglesia de los Franciscanos, donde el periodista Maria- no Brisa, que firmaba sus artículos en Emancipación con el pseudónimo de 'Gabay', pronunció conferencias de "tema sexual". 20 Tras incautarse del templo los libertarios instalaron una pis- cina en la que según los franquistas, siempre dados a imaginar todo tipo de conductas desenfrenadas en el bando republicano, niños y niñas se bañaban "totalmente desnudos y al mismo tiempo unas y otros". 21 Los anarquistas adoptaron tam- bién posturas antinatalistas. Mariano Brisa pronunció en el Ateneo libertario una conferencia sobre maternidad cons- ciente ante un nutrido auditorio en el que abundaban las "féminas curiosas". Gabay se quejó del alto número de embarazos en unos momentos en los que habría que evitar las fecundaciones ya que los sobresaltos a los que se veían sometidas las madres a causa de los bombardeos afectaban a los fetos. El redactor anarquista fue aún más lejos y ante su auditorio explicó varios métodos anticonceptivos "algunos tan sencillísi- mos que están al alcance de cualquier mujer". El conferenciante terminó su intervención recordando a las jóvenes presentes su "derecho a elegir" antes de unirse sexualmente a un hombre. 22 Los libertarios intentaron susti- tuir la moral tradicional en torno a las relaciones sexuales por su concepto de amor libre que, en los casos más extre- mos, dejaba sin sentido el concepto de adulterio. Desde las páginas de ¡Nervio!, Mariano Gallardo rompía una lanza en favor de la libertad de las mujeres para tener relaciones con hombres que no fueran sus parejas habituales: "Suponga- mos que 'mi' mujer cohabita con otro hombre. Este hecho ¿en qué puede dis- minuir la integridad ética de 'mi' mujer? Yo creo que en nada. ¿Qué diferencia puede haber entre una cópula realizada conmigo y otra cópula verificada con otro? Si mi cópula es perfectamente moral, lo mismo lo será la cópula del otro. No puede haber un coito 'decente' y un coito 'inmoral' por el hecho de ser diferentes los órganos copuladores mas- culinos". 23 Gallardo culpaba a las muje- res, por su negativa a tener relaciones prematrimoniales y extramaritales, de que los hombres se vieran obligados a recurrir a los lupanares. "Parece ser que las mujeres no se prestan fácilmente a las relaciones sexuales sin haber tenido con el hombre un cierto tiempo de trato amistoso o de idilios palabreros y senti- mentalistas. Ese empalagoso e irritante sentimentalismo femenino da por resul- tado el tener el hombre que echar mano a la prostitución para satisfacerse 17 GUEREÑA, Jean-Louis. La prostitución en la España contemporánea. Marcial Pons. Madrid, 2003, p. 408 18 NASH, Mary. Rojas. Las mujeres republicanas en la Guerra Civil. Taurus. Madrid, 2000, pp. 171-172. 19 Diario de Almería, 31-10-1933. 20 Emancipación, 30-1-1938. 21 Causa General, 1164, Exp. 7-168. 22 Emancipación, 1-2-1938. 23 ¡Nervio!, 1-3-1938.
  • 19. DICIEMBRE 2015 17Cultura sexualmente". En su opinión la virgini- dad debía tratarse como "un delito social, un atentado a la salud y a la tran- quilidad de los hombres (...) esa virgini- dad es la causa de que haya burdeles, de que muchas jóvenes caigan en el cieno de la prostitución, de que haya enferme- dades sexuales, y de que los hombres se embrutezcan en el prostíbulo, en el caba- ret". 24 Eso sí, Brisa no especificó a par- tir de qué edad la virginidad debería ser considerada delito. El concepto de amor libre no abarcaba las relaciones sexuales entre personas de un mismo sexo. El escritor libertario Javier Serrano consideraba la homosexualidad "una enfermedad repug- nante" mientras que el médico naturista Roberto Remartínez la veía como una degeneración sexual. La literatura anar- quista de la época está llena de ejemplos en las que el señorito burgués es identifi- cado con la perversión homosexual mientras que el obrero es encarnación de la sana virilidad heterosexual. 25 En el mejor de los casos, los libertarios consi- deraban la homosexualidad una patolo- gía, lo que les llevó a oponerse a que se adoptaran sanciones contra aquellos invertidos que lo fuesen por su naturale- za y no por vicio o esnobismo. A pesar de su defensa del amor libre, muchos anarquistas siguieron optando por el matrimonio aunque, eso sí, despojado de todas sus connotaciones burguesas. El juez de instrucción de Sor- bas Francisco Escribano contó a las auto- ridades franquistas los numerosos pro- blemas que tuvo con los milicianos que acudían al registro civil para casarse. Per- trechados con fusiles y bombas de mano, se presentaban ante el alcalde para con- traer matrimonio pero se negaban a cum- plir las formalidades legales exigidas. 26 Las proclamas a favor del amor libre convivían con una mentalidad puri- tana heredada de una España tradicio- nalmente católica. Especialmente curio- so es el caso de Juan del Águila, líder de la FAI en Almería y presidente del comi- té de presos, responsable de la mayoría de los crímenes que se cometieron durante los primeros meses de la guerra. En su declara- ción ante las autoridades franquistas asumió la res- ponsabilidad directa en 400 asesinatos, cifra en la que bien pudieron influir los expeditivos métodos de los interrogadores para arrancar confesiones. A propuesta de Francisco Maroto, el comité regional de la CNT, reunido en Baza en abril de 1937, soli- citó la expulsión de Juan del Águila por inmoral, 27 pero no se basaba en los asesinatos sino en que vivía con su amante Fer- nanda Mañas tras haber abandonado a su esposa Carmen Ibáñez. Su hermano Fran- cisco, uno de los principa- les dirigentes anarquistas almerienses, fusilado como Juan al acabar la guerra, protagonizó también un 'escándalo' a pesar de la nueva moral revolucionaria. Abandonó a su novia embarazada de catorce años para unirse con otra mujer. Los franquistas, que ten- dían a imaginar un bando republicano con una moral sexual mucha más relaja- da de la que tuvo en la realidad, asegura- ron en el informe de la Falange que Fran- cisco del Águila "no tenía reparos en la violación de mujeres, considerando esto como un caso de deportismo (sic)". 28 En general, la moral de los anar- quistas vivió instalada en una contradic- ción entre el hedonismo y la defensa de los goces naturales que postulaban los defensores del amor libre y un purita- nismo de herencia cristiana que no se privaba de recurrir a imágenes evangé- licas para aleccionar a los creyentes en el ideal. 29 Más pacatos que los anarquistas, los comunistas se ocuparon mucho menos de las cuestiones sexuales. Seguían así el criterio de Lenin, que se opuso a la liberación de la mujer y pos- tuló un puritanismo revolucionario no siempre acorde con su vida personal: "No tengo ninguna confianza en la segu- ridad y perseverancia en la lucha de las mujeres, para las cuales la novela perso- nal se mezcla con la política. Como tam- poco en los hombres que corren detrás de todas las faldas y se enamoran de todas las mujeres. ¡No, no, eso no va con la revolución!" 30 24 NASH, Mary. Mujer, familia y trabajo en España (1875-1936). Anthropos. Barcelona, 1983, pp. 275-276. 25 LORA MEDINA, Alejandro. "Consideraciones sobre el homosexualismo en el anarquismo español de los anos 30", en CASAS SÁNCHEZ, José Luis y DURÁN ALCALÁ, Francisco (coord.). Republicanismo en España. Cultura, política e ideologías. Patronato Niceto Alcalá-Zamora y Torres. Priego de Cór- doba, 2013. 26 Causa General, 1161, exp. 3-682. 27 AMORÓS, Miquel. Maroto, el héroe. Virus. Barcelona, 2011, p. 171. 28 Jutoter nº 23. Sumaria 137A/41. 29 ÁLVAREZ JUNCO, José. La ideología política del anarquismo español (1868-1910). Siglo XXI. Madrid, 1991, p. 132. 30 DUCRET, Diane. Las mujeres de los dictadores. Aguilar. Madrid, 2011, p. 106.
  • 20. “FALLAMOS: Que debemos condenar y condenamos al pro- cesado rebelde MIGUEL GRANADOS RUIZ, como autor de un delito consumado de Masonería, con la concurrencia de circunstancias agravantes de la responsabilidad criminal a la pena, de TREINTA AÑOS de reclusión mayor, y accesorias de interdicción civil durante el tiempo de condena y las inhabili- taciones y separación para el ejercicio de cualquier cargo del Estado, Corporaciones Públicas y Oficiales, Entidades Sub- vencionadas y Empresas Concesionarias, Gerencias y Conse- jos de Administración de Empresas Privadas, así como cargos de confianza, mando y dirección de las mismas, separándole definitivamente de los aludidos cargos” Madrid, a treinta de enero de mil novecientos cuarenta y dos.1 sí concluía el sumario abierto por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo contra Miguel Granados. No será ésta la única condena que recayó sobre Miguel Granados Ruiz. Según lo previsto en el artículo octavo de la Ley de 1 de marzo de 1940 sobre Represión de la Masonería y del Comunismo, por su condición de masón también se le abrió un procedimiento para una imposición de sanción económica en base a la Ley de Responsabilidades Políticas de 9 de febrero de 1939. En octu- bre de 1945 el Tribunal de Responsabilidades Políticas aprobó el embargo de parte de la que fue su vivienda en la ciudad de Almería. Meses después el mismo tribunal declaró finalmente el sobreseimiento del caso al no exceder sus bienes a la canti- dad de 25.000 pesetas. 2 Miguel Granados Ruiz no tuvo que cumplir ni la pena privativa de libertad ni la sanción económica a las que aludía- mos anteriormente. Y no tuvo que hacerlo, porque pagó una pena mucho más dura, cruel y prolongada como fue la del exi- lio de por vida y la del olvido de los almerienses. Con este breve trabajo centrado en la biografía de uno de esos muchos republicanos casi anónimos, pretendemos acercar al lector a la difícil situación a la que se vieron aboca- dos al final de la Guerra Civil muchos de quienes durante años lucharon por las libertades dentro de la legalidad Republicana. A través de todo un cuerpo legal que incumplía las garantías jurídicas mínimas exigibles en Derecho, las autoridades Fran- quistas prolongaron su particular lucha por imponer su mode- lo de Espala más allá de los campos de batalla. El trabajo se complementa con el esbozo de una pro- puesta didáctica destinada al alumnado de 2º de Bachillerato en Historia de España. A través de diferentes fuentes históricas los alumnos reconstruyen la trayectoria política del personaje con la intención de hacerles reflexionar sobre la causalidad y la empatía histórica necesaria. El Sumario número 250-941 contra Miguel Granados Ruiz En el Preámbulo de la Ley sobre la Represión de la Masonería y el Comunismo de 1 de marzo de 1940, las autori- dades franquistas dejan patente su beligerancia hacia lo que consideraban grandes males de la Patria: “En la pérdida del imperio colonial español, en la cruente guerra de la Indepen- dencia, en las guerras civiles que asolaron a España durante el pasado siglo, y en las perturbaciones que aceleraron la caída de la Monarquía constitucional y minaron la etapa de la Dicta- dura, así como en los numerosos crímenes de Estado, se descu- Experiencias Didácticas18 A Miguel Granados Ruiz: compromiso, represión y olvido. Una propuesta didáctica Pedro Martínez Gómez I.E.S. Alborán (Almería) 1 Centro Documental de la Memoria Histórica, Expediente personal masónico y Sumario del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo contra Miguel Granados Ruiz, Exp. 23, Leg. 21. Archivo General de la Administración, Expediente de Miguel Granados Ruiz en el Tribunal de Responsabilidades Políticas (7) 39.0275/741 2 Ley de 1 de marzo de 1940 sobre la Represión de la Masonería y el Comunismo, en Boletín Oficial del Estado, 2 de marzo de 1940. Ley de Responsabili- dades Políticas, en Boletín Oficial del Estado, 13 de febrero de 1939
  • 21. DICIEMBRE 2015 19Experiencias Didácticas bre siempre la acción conjunta de la masonería y de las fuerzas anarquizantes movidas a su vez por ocultos resortes internacio- nales”. En el artículo cuarto concretan el objeto de su actua- ción: “Son masones todos los que han ingresado en la masone- ría y no han sido expulsados o no se han dado de baja de la misma o no han roto explícitamente toda relación con ella”. El Preámbulo no deja duda sobre la culpabilidad histó- rica de los males de España que el Franquismo otorga a la Masonería. Por tanto, el panorama se dibujaba bastante gris para toda una generación de políticos que habían estado liga- dos por convencimiento o conveniencia a la Masonería, funda- mentalmente durante la Dictadura de Primo de Rivera y a lo largo de la Segunda República. 3 Adentrándonos en el proceso contra nuestro personaje, la primera ilegalidad que se produce es el carácter retroactivo de la ley. Miguel Granados forma parte de todo un amplísimo grupo de personas que fueron encausados y juzgados por actuaciones que en el momento de realizarse estaban dentro de la legalidad de la Dictadura o la Segunda República. 4 Además, son procesos que no cumplen con los requisitos de garantía jurídica necesaria. Con una celeridad inusual la incoación de su expediente comienza el 15 de noviembre de 1941 y se dic- ta sentencia el 30 de enero de 1942. En ese periodo dio tiem- po a realizar la denuncia, recopilar la información necesaria, declararle en rebeldía, hacer la petición por el Ministerio Fis- cal y dictar sentencia. La composición de los tribunales evidencia también la falta de imparcialidad exigible. Para juzgar a Miguel Granados Ruiz se constituyó un Tribunal integrado por el general Sali- quet como presidente y como vocales el Sr. Pradera y el gene- ral Ricardo Rada Peral. No parece lo más apropiado que el pre- sidente del Tribunal fuese un militar forzado al retiro por la Reforma de Azaña y que participó activamente en la Guerra Civil. Pero el caso más significativo es el del general Rada. Durante la Dictadura de Primo de Rivera, el general Rada con el empleo entonces de comandante, actuó como delegado gubernativo en el partido judicial almeriense de Vera en los primeros meses de 1924. Apenas unos meses atrás, en septiem- bre de 1923, Miguel Granados había sido el único concejal del Ayuntamiento de Almería que había mostrado públicamente su disconformidad con el acuerdo municipal de felicitar a Alfon- so XIII por su decisión de apoyar el golpe militar del general Miguel Primo de Rivera. En 1931 Granados Ruiz fue elegido Alcalde de Almería y Diputado a Cortes. Militante del Partido Republicano Radical Socialista y más tarde de Izquierda Republicana, tras las elecciones de febrero de 1936 fue nom- brado Gobernador Civil de Badajoz. El general Rada, propie- tario de una finca en la localidad almeriense de Fiñana, ade- más de su cargo durante la dictadura primorriverista, en la República militó en la Acción Popular almeriense y más tarde en la Comunión Tradicionalista, siendo candidato a Cortes en febrero de 1936. Los otrora adversarios políticos se veían de nuevo las caras. No parece que entre juez y enjuiciado existie- se la relación más deseada en aras de la imparcialidad precisa. En el expediente comprobamos que en la Conceptua- ción policial de Miguel Granados aparece: “Socialista y Masón” y en su Grado de Peligrosidad es calificado como: “Muy Peligroso”. Conviene que, aunque sea brevemente, rela- temos algunos aspectos de su vida política a fin de determinar la veracidad o inexactitud de estos calificativos. Efectivamen- te, Miguel Granados se había iniciado en la masonería a través de la logia Evolución nº 403 (GOE) en enero de 1921 con el nombre simbólico de Pepe Jesús. En 1923 adquirió el grado de maestre masón. Durante la dictadura primorriverista, Miguel Granados, al igual que otros muchos republicanos, encontró el refugio necesario para mantener su actividad y reflexión polí- tica gracias a la permisividad de las autoridades. En esos años encontramos a un Granados masón que participó en la Asam- blea celebrada en Sevilla por la Gran Logia Simbólica Regio- nal Mediodía de España o siendo uno de los fundadores de la Logia Progreso nº 28 en Almería. Su actividad masónica al igual que la del resto de masones españoles se vio interrumpi- da en 1928 por el cambio de opinión de Primo de Rivera que optó por suspender las logias. En 1930 retoma su actividad masónica a través ahora de la Logia Actividad nº 24, pero según consta en su expediente masónico, a finales de 1931 abandona la masonería por plancha de quite. A la vista de los datos, efectivamente sí perteneció a la masonería, pero lo hizo con el beneplácito de las autoridades gubernativas del momen- to e incluso consta su baja. Retroactividad y revisión parcial de su expediente masónico no otorgan ningún tipo de validez jurí- dica a su proceso judicial. El otro calificativo es el de “socialista”. Granados había iniciado su trayectoria política al inicio de la década de los años veinte presidiendo el Círculo Instructivo Benéfico Republicano de Almería y siendo elegido concejal del Ayuntamiento de Almería entre 1920 y 1923 como republicano. Son años de una 3 Para profundizar sobre la evolución de la Masonería, GÓMEZ MOLLEDA, María Dolores, La masonería en la crisis española del siglo XX, Madrid, 1986; y ÁLVAREZ REY, Leandro, “Republicanismo y masonería en Andalucía. Una aproximación” en MARTÍNEZ LÓPEZ, Fernando (Ed), Nicolás Salmerón y el republicanismo parlamentario. Madrid, 2007, pp: 240-247. Una visión de conjunto sobre la Ley de Responsabilidades Políticas en ÁLVARO DUEÑAS, Manuel, Por ministerio de la ley y voluntad del Caudillo. Jurisprudencia Especial de Responsabilidades Políticas (1939-19445), Madrid, 2006. Un análisis completo sobre la actuación de estos tribunales en Andalucía en GÓMEZ OLIVER, Miguel y MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Fernando (Coord), El “botín” de guerra en Andalucía. Cultura represiva y víctimas de la Ley de Responsabilidades Políticas, Madrid, 2015 4 Para la trayectoria política de Miguel Granados Ruiz y Ricardo Rada Peral, MARTÍNEZ GÓMEZ, Pedro, La dictadura de Primo de Rivera en Almería. Almería, 2008; QUIROSA-CHEYROUZE MUÑOZ, Rafael, Católicos, monárquicos y fascistas en Almería durante la Segunda República. Almería, 1998; y ÁLVAREY REY, Leandro, Los Diputados por Andalucía de la Segunda República: 1931-1939. Diccionario biográfico, Sevilla, 2009 H Socialista y Masón
  • 22. DICIEMBRE 2015 20 Experiencias Didácticas intensa labor para contrarrestar la actuación de unos ayunta- mientos controlados por los partidos del turno y en los que Gra- nados Ruiz se erige en portavoz de los obreros almerienses que se veían abocados a la emigración ante la falta de trabajo o que protagonizaban la huelga minera en la cuenca de Serón. Denun- cias por las irregularidades en las contrataciones municipales o la defensa de la secularización de las instituciones ejempli- fican su actuación. Tras la visita de Alfonso XIII a Almería en 1922, Granados no dudó en mani- festar en un pleno municipal: “que no vuelva, que la ciudad no está para estos gastos”. En plena Dic- tadura presidió el comité de la Alianza Republicana almeriense. Tras la caída de la Dictadura retomó su acta de concejal a la vez que fue uno de los impulsores del Partido Republicano Radical Socialista en Almería. Seguidor de la línea políti- ca de Marcelino Domingo terminó integrándose en las filas de la Izquierda Republicana de Manuel Azaña. Su notoriedad política le valió para ser elegido primer Alcalde repu- blicano de Almería en 1931, Diputado a Cortes en 1931 y Gobernador Civil de Badajoz en 1936. Evidentemente, son cargos para los que fue “elegido” con la misma legitimación que los polí- ticos de posiciones más conservadoras que desempeñaron cargos similares en el periodo republicano. Pero si su presencia en la maso- nería y su actividad política se adecua a la legalidad del momento, tal vez el cali- ficativo de “Muy Peligroso” habría que buscarlo en su actua- ción al ocupar cargos políticos. Ya hemos dado cuenta de su labor como concejal en defensa de los intereses de los obreros, el res- peto a los procedimientos adminis- trativos y de la República. Iniciati- vas que en su momento no le supu- sieron ningún tipo de recriminación gubernativa. En los primeros momentos de la Dictadura de Pri- mo de Rivera, sí tenemos constan- cia de un destierro en Granada que responde más a una labor preventi- va, ya que son años de calma en la provincia. Tal es la normalidad de estos años, que Miguel Granados participó en 1926 en la celebración del aniversario de la Primera Repú- blica y la erección de la estatura en honor a Nicolás Salmerón en su pueblo natal de Alhama. Como Diputado fue elegido Secretario de la Mesa del Congreso. Sus intervenciones parlamentarias se limitan a sumarse a las iniciativas de otros Diputados alme- rienses reclamando inversiones públicas que paliasen la falta de agua para riegos. En febrero de 1932 se unió, a través de una enmienda, al proyecto de Ley sobre el Régimen del Patri- monio de la Corona solicitando que los edificios y vías públi- cas de La Granja (Segovia) pasasen a usufructo del pueblo. Como Gobernador de Badajoz tuvo que hacer frente a la ocu- pación de fincas por los sindi- catos en la primavera y el vera- no de 1936, y a la sublevación militar en julio con la deten- ción de falangistas y revolu- cionarios de izquierda. Ante el avance de las tropas del teniente coronel Yagüe y días antes de la toma de Badajoz, Miguel Granados huyó a Portugal. Días después, un grupo de falangistas penetró en Portugal con la intención de secuestrarlo y llevarlo de nuevo a España para juz- garlo por haber encarcelado al Jefe provincial de Falan- ge. Gracias a la actuación del Gobernador de Elvas pudo salvar su vida. En su expediente no consta ningún hecho que venga a dar sentido al calificativo de “Muy Peligroso” y en nuestro relato tampoco encontramos evidencia alguna al respecto. ¿Por qué entonces esa calificación? Es una pregunta a la que no encontramos respuesta más allá del simple hecho de haber
  • 23. DICIEMBRE 2015 21Experiencias Didácticas sido masón, de haber militado en partidos republicanos de izquierda y haber ocupado cargos públicos como resultado de unas elecciones libres y en base a la misma norma legal que los Diputados o Alcaldes de posiciones conservadoras. Miguel Granados Ruiz consiguió huir a Francia y más tarde a México para evitar ser detenido por la Gestapo. En su exilio mexicano contó con la ayuda de la JARE y algunos anti- guos compañeros de la masonería, a la vez que consiguió algu- nos trabajos. Durante su exilio mexicano mantuvo su relación con las organizaciones republicanas, llegando a presidir en la década de los 40 el Ateneo Salmerón que agrupaba a los mili- tantes de Izquierda Republicana en México. En 1943 represen- tó a Izquierda Republicana en la directiva de la Junta Española de Liberación. En noviembre de 1961 fue miembro de la comi- sión organizadora del banquete que los ex Diputados de las Cortes Constituyentes residentes en México se reunieron para conmemorar el XXX aniversario de la Constitución de 1931. A partir de ese momento perdemos la pista de nuestro personaje. El callejero urbano suele acoger a personajes que pasan a la memoria colectiva sin que en muchos casos atendamos a su verdadera naturaleza. Hasta los primeros años de la transi- ción, dos céntricas calles de Almería llevaban los nombres de quienes actuaron como jueces de estos tribunales políticos, los generales Saliquet y Rada. La modificación del callejero en los años 80 permitió que sus nombres fuesen sustituidos por los de la vecina ciudad de Granada y la escritora Concepción Arenal. Quien fuese primer alcalde republicano de Almería sigue sin recibir ningún tributo de una ciudad y una provincia por la que luchó en defensa de las libertades y la prosperidad. Propuesta Didáctica Compartimos la opinión de Hernández Cardona cuan- do afirma que: “En la educación del siglo XXI la Historia debe plantearse como una palanca de conocimiento científico al servicio de la formación personal”. Apostamos por un enfo- que crítico en el proceso de enseñanza y aprendizaje de las Ciencias Sociales que posibilite a nuestros alumnos a pensar y actuar por sí mismos en la sociedad, alejándonos de un modelo de reproducción social. 5 Para nuestro planteamiento didáctico seguimos un modelo conceptual sobre la formación del pensamiento histórico basado en la empatía histórica y las competencias para contextualizar, así como la interpretación de la historia a partir de fuentes. 6 Nuestra propuesta didáctica está destinada a Historia de España de 2º de Bachillerato. A través de la reconstrucción de la vida política de un republicano que sufrió la represión fran- quista pretendemos que nuestros alumnos tengan un conoci- miento más próximo y real de la actuación de los políticos republicanos y que reflexionen sobre la naturaleza y conse- cuencias de la represión franquista. 7 Trabajaremos las Competencias sociales y cívicas basa- das en el conocimiento crítico de los conceptos de democra- cia, justicia, igualdad, ciudadanía y derechos humanos y civi- les. Las Competencias de Aprender a Aprender porque favore- ce la motivación tanto por la curiosidad que genera el tema como por el protagonismo que el alumnado adquiere en su aprendizaje. Internet se convierte en una herramienta útil para localizar legislación y prensa de época que permite un afianza- miento de la Competencia digital. A través del trabajo con fuentes históricas de contenido legal y periodístico desarrolla- remos la Competencia lingüística. 8 El trabajo se divide tres secuencias de aprendizaje y se realizará coincidiendo con el estudio del inicio del Franquismo: Secuencia 1: - Presentación de las sentencias contra Miguel Granados Ruiz. - Hipótesis de los alumnos sobre las posibles causas que pue- dan haber motivado esas dos condenas. Secuencia 2: - Búsqueda de legislación histórica a través de internet. - Reconstrucción de la trayectoria política de Miguel Grana- dos Ruiz a través de las fuentes históricas y la biografía básica aportada por el profesor. - Revisión del callejero de Almería hasta los años 80 y en la actualidad. Secuencia 3: - Puesta en común en la que se analiza y valora el procedi- miento judicial atendiendo a: o Legalidad del procedimiento o Veracidad de las acusaciones o Validación de las hipótesis iniciales o Legitimidad moral - Puesta en común valorando el protagonismo público de Miguel Granados Ruiz en el contexto de la España del momento y la huella o reconocimiento que ha dejado, o no, sobre los almerienses. - A través de una frase el alumnado resumirá un mensaje que quieren transmitir a partir del trabajo realizado sobre nues- tro personaje. 5 HERNÁNDEZ CARDONA, F. Xavier, 12 ideas clave. Enseñar y aprender historia. Barcelona, 2011, pp: 10; y BENEJAM, Pilar y PAGÉS, Joan, Enseñar y aprender Ciencias Sociales. Barcelona, 1997, pp: 151-168 6 GONZÁLEZ, N, PAGÈS, Joan y SANTISTEBAN, Antoni, “Una investigación sobre la formación del pensamiento histórico”, en ÁVILA, Rosa (Coord), Metodología de investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales. Zaragoza, 2010 7 BOE, 3 de enero de 2015, Bloques 10 y 11 (La Segunda República. La Guerra Civil en un contexto de Crisis Internacional y la Dictadura Franquista), pp: 326-327 8 BOE, 29 de enero de 2015
  • 24. DICIEMBRE 2015 22 Experiencias Didácticas l pasado 15 de octubre el Papa Francisco decla- raba el inicio del año jubilar teresiano en con- memoración del V cen- tenario del nacimiento de Teresa de Jesús y el IV de su beatifi- cación. Durante este año se sucederán los actos y celebraciones vinculadas con la Santa de Ávila por buena parte de la geografía española, entre ellos Sevilla, pues Teresa, llamada muy apropiada- mente “la santa andarina”, recorrió bue- na parte del reino de Castilla y bajó has- ta las orillas del Guadalquivir. Una expe- riencia que la propia madre carmelita describe con tintes amargos. En tiempos de Teresa Sevilla era la ciudad más grande de España, una de las grandes metrópolis de Europa y un puerto de gran dinamismo y potencial económico gracias al privilegio del comercio con América. No es por tanto extraño que, tras fundar diez conventos en Castilla, Teresa pensase en fundar un convento en el Puerto de Indias. Proba- blemente le decidiese a ello el padre Jerónimo Gracián, visitador de la orden carmelita en Sevilla, quien se entrevistó con Teresa en abril de 1575, en el recién fundado convento de Beas de Segura. En mayo de 1575 Teresa partió del convento de Beas con seis monjas y varios sacerdotes y seglares acompañan- tes, en dirección a Sevilla con la inten- ción de fundar un nuevo convento. Llegó a la ciudad el jueves 26 de mayo, con el calor típico de un verano adelantado, al que la fundadora no estaba acostumbra- da, como se lamenta, y al que culpa del carácter de los sevillanos porque "secaba el alma y enervaba las pasiones” por lo que “los demonios tienen más mano allí para tentar”. (Fundaciones, XXV). La estancia de Teresa en Sevilla y la fundación del convento carmelita des- calzo de San José aparecen recogidas en los capítulos XXV y XXVI del Libro de las Fundaciones, de la propia Teresa, y en la Novena Recreación del Libro de las Recreaciones, de María de San José, la primera priora del convento sevillano. Además contamos con las numerosas cartas cruzadas entre ambas religiosas, en las que María informa a la madre Teresa de los problemas de la comuni- dad y ésta le ofrece consejos y recomen- daciones, y los expedientes de los proce- sos seguidos contra Teresa y otras mon- jas de la comunidad sevillana ante el tri- bunal de la Inquisición. La sociedad sevillana recibió con recelo la fundación de un nuevo conven- to en una ciudad donde ya existían numerosas entidades religiosas y no se mostró muy dispuesta a apoyar la crea- ción de uno nuevo. La propia Teresa mostró su extrañeza al constatar que “en una ciudad tan caudalosa como Sevilla y de gente tan rica había de haber menos aparejo de fundar”. Tampoco recibió el apoyo de las autoridades eclesiásticas, pese a que, en una carta, le habían pro- metido su ayuda. En aquel momento la máxima autoridad religiosa de la ciudad era el arzobispo Cristóbal de Rojas y Sandoval, quien, como era habitual en la alta jerar- quía eclesiástica, pertenecía a una presti- giosa familia nobiliaria (los marqueses de Denia). Contaba con un largo historial de servicios a la iglesia: fue capellán de Carlos V, intervino como teólogo en el Concilio de Trento y había pasado pre- viamente por los obispados de Oviedo, Badajoz y Córdoba. En Badajoz hubo de enfrentarse a focos de iluminismo y pos- teriormente, en Córdoba, tuvo que inter- venir contra clérigos y beatas acusados de tener visiones extrañas, realizar la ora- ción mental y otras prácticas vinculadas a la herejía iluminada. Todas estas experiencias le hicie- ron mostrarse receloso ante la llegada a Sevilla de una monja reformista como Teresa, que estaba produciendo una pro- funda división en la orden carmelita, que había sido procesada por el Tribunal de la Inquisición y que pretendía establecer un nuevo convento sin contar con medios económicos que garantizasen una renta suficiente para la comunidad. Si en un Teresa de Jesús en Sevilla José Manuel Navarro I.E.S. Los Alcores. Mairena del Alcor (Sevilla) E
  • 25. DICIEMBRE 2015 23Experiencias Didácticas primer momento el arzobispo había res- pondido de forma entusiasta a la petición de Teresa prometiendo su apoyo para fundar el convento en Sevilla, cuando llegó el momento de materializar dicho apoyo, no prestó ayuda alguna a la nueva comunidad carmelita. El único eclesiásti- co Sevilla que apoyó desde el primer momento la fundación fue Hernando de Pantoja, prior del monasterio cartujo de Santa María de las Cuevas. Las religiosas se alojaron en una casa arrendada situada en la calle de las Armas (hoy Alfonso XII), una calle bulliciosa, próxima al puerto y muy insegura, como muestra el hecho de que nada más llegar las monjas, varios veci- nos les robaron buena parte de sus perte- nencias. A pesar de los inconvenientes, Teresa consiguió su objetivo y el 29 de mayo, fiesta de la Santísima Trinidad, se celebró la misa fundacional del conven- to carmelita descalzo de Sevilla. De todas formas Teresa continuó las gestio- nes para comprar una casa para el con- vento en una zona menos conflictiva. Teresa nombró como priora de la naciente comunidad a María de San José, de tan sólo 27 años de edad. María había tomado el hábito de carmelita descalza en Malagón, (Ciudad Real) en 1570. Ingresó sin dote, apoyada por Luisa de la Cerda, señora de la villa de Malagón y protectora de Teresa. Los primeros pasos de la comunidad fueron muy duros. María de San José recoge en su libro la pobreza de las hermanas, que sólo conta- ron durante todo el verano con lechos de cañizo sin ropa de cobertera, lo que dis- culpaba la priora por el calor, y una comida reducida muchos días a manza- nas y pan. Esto no impidió que numero- sas jóvenes solicitasen su ingreso, atraí- das por el nombre de la reformista. De vital importancia para el man- tenimiento de la comunidad en sus pri- meros momentos fue el apoyo de Loren- zo de Cepeda, hermano de Teresa, quien regresó a Sevilla en agosto de 1575, tras haber hecho fortuna en América. Loren- zo había embarcado para las Indias treinta años antes, con la expedición organizada en 1540 por Vaca de Castro. Se estableció en Quito hacia 1549, don- de ejerció como regidor y alcalde del cabildo y fue nombrado juez de la Audiencia. Entre sus actuaciones desta- ca la prohibición de la servidumbre de los indios en 1565. Consiguió una amplia fortuna y una hacienda valorada en unos 35.000 pesos. A su regreso a España, Lorenzo se instaló en Sevilla con su familia y ayudó con un elevado préstamo y su influencia, a la nueva fun- dación. Su hija Teresita ingresó en la comunidad con ocho años de edad y acompañó a su tía hasta su muerte. Estu- vo con ella en San José de Ávila, en la fundación del convento de Burgos y en Alba de Tormes, donde murió. Estando Teresa en Sevilla estalló la discordia entre carmelitas calzados y descalzos en el capítulo general celebra- do en 1575 en Plasencia. Los descalzos criticaban la relajación de la observancia de la regla por los calzados y estos acu- saron a los descalzos de extralimitarse fundando o reformando más conventos de los autorizados por el Papa. En Sevi- lla esta disputa se materializó en noviem- bre cuando el padre Gracián (reformista descalzo), fue rechazado por los carmeli- tas calzados del convento sevillano cuan- do acudió a realizar una vista de inspec- ción. El padre Salazar, provincial del Carmelo de Castilla, prohibió a Teresa realizar más fundaciones y le ordenó reti- rarse a un convento. De todas formas no pudo impedir que la madre Ana de San Alberto y otras tres monjas enviadas por Teresa, fundasen el convento de Carava- ca de la Cruz en enero de 1576. Teresa fue denunciada ante la Inquisición de Sevilla en diciembre en 1575 por una monja llamada María del Corro, una joven viuda que no terminó de adaptarse a la vida conventual y se enfrentó a Teresa y a Isabel de San Jeró- nimo, una religiosa destacada en la vida de oración propuesta por Teresa. María del Corro abandonó el convento y las denunció acusándolas de inmoralidad, relajación y realizar prácticas ilumina- das. Según recoge la propia Teresa en su carta nº 76, entre las acusaciones se encontraban que ataba a las monjas de pies y manos y las azotaba. Los inquisidores Carpio y Pára- mo interrogaron a las religiosas, pregun- tando por el estilo de vida, sus creencias y las prácticas religiosas, para confirmar o refutar las acusaciones y declaraciones de los testigos y averiguar si estaban relacionadas con el iluminismo. Entra- ron varias veces en el convento para exa- minar a las religiosas, pero no consta en el proceso ninguna orden de encarcela- ción. En paralelo al proceso inquisitorial contra Teresa y sus religiosas por la acu- sación de herejía, la comunidad fue objeto de investigación por el tribunal ordinario del Arzobispado, para averi- guar la verdad sobre las acusaciones de desórdenes y faltas a la regla de la orden. Los jueces eclesiásticos llegaron a solicitar a fray Domingo Ibáñez, de la Orden de Santo Domingo, que les remi- tiese desde Valladolid el libro escrito por Teresa sobre su vida, que estaba exami- nando por una denuncia interpuesta ante el Santo Oficio por la princesa de Éboli. Probablemente fuese un acto de vengan- za de la noble castellana, con la que Teresa se había enfrentado. La princesa quiso convertirse en religiosa en el con- vento que había fundado Teresa en su villa señorial de Pastrana, pero conser- vando su lujoso tren de vida. Teresa decidió disolver el convento y trasladar las monjas al convento de Segovia, des- airando a la poderosa noble. El temor de los inquisidores a que pudiera tratarse de un grupo vinculado a H La pobreza de las hermanas, que sólo conta- ban durante el verano con lechos de cañizo
  • 26. DICIEMBRE 2015 24 Experiencias Didácticas los alumbrados de Extremadura, que ya habían sido condenados por herejía, les llevó a consultar al Consejo de la Inqui- sición en Madrid pidiendo instrucciones para juzgar el caso. Afortunadamente para Teresa el Inquisidor General, Gas- par de Quiroga, arzobispo de Toledo, era un viejo conocido de Luisa de la Cerda, amiga y protectora de Teresa, y mantenía una cordial relación con Felipe II, quien le había promovido al puesto de primado de la Iglesia española. Tras las engorro- sas e inevitables molestias de exámenes e investigaciones, el proceso judicial se saldó de forma favorable. El 29 de abril de 1576 el tribunal dictó una sentencia absolutoria para Teresa, la priora y las monjas, declarando que las acusaciones de la novicia eran infundadas. Esta sentencia se sumaba al jui- cio favorable que el padre Domingo Ibá- ñez había emitido en junio del año ante- rior, a petición del Santo Oficio, sobre el libro de su vida, y ambas venían a con- ceder, indirectamente, la aprobación de la reforma del Carmelo emprendida por Teresa, de su labor, su modelo religioso y sus enseñanzas, considerándolos acor- des a la doctrina católica. El último acto de Teresa en Sevi- lla fue el traslado del convento a una casa propia, situada en la calle Pajarerí- as (actual calle Zaragoza), comprada en abril de 1576 y a la que se trasladó la comunidad el 3 de junio. Un incendio ocurrido durante la celebración de la fiesta de inauguración estuvo a punto de destruir el nuevo convento. Al día siguiente partió Teresa de Sevilla para Toledo, pasando por Mala- gón. Su experiencia sevillana no fue satis- factoria y amargamente confesaba a su sobrina María Bautista "... las injusticias que se guardan en esta tierra extraña, la poca verdad, las dobleces. Yo le digo que con razón tiene la fama que tiene.”(Carta 76). Atrás quedaba, como recuerdo de su paso por Sevilla, el único retrato de Tere- sa de Jesús hecho en vida, pintado por el lego carmelita fray Juan de la Miseria por mandato del padre Gracián, y el manus- crito original de Las Moradas. La sospecha continuó pesando sobre la comunidad carmelita y en 1578 fueron los calzados sevillanos, que se oponían a la reforma de Teresa, quienes denunciaron a las monjas descalzas de incumplimiento de la regla, ciertos exce- sos en la vida contemplativa y prácticas de oración que se acercaban a los heréti- cos iluminados. La predicación del con- sejero espiritual del convento, el padre Cárdenas, no hizo más que crear proble- mas. En sus visitas aconsejaba a las car- melitas que dejasen de realizar la oración mental y otras prácticas establecidas por Teresa, por juzgarlas propias de ilumina- dos. Con ello estimuló la reticencia de un grupo de hermanas a seguir estrictamen- te la disciplina y rigidez de la regla. En este ambiente, la actitud inde- cisa de la priora, María de S. José, inca- paz de dirigir adecuadamente la comuni- dad e imponer la disciplina en el conven- to, propició un nuevo enfrentamiento y una segunda acusación ante el Tribunal del Santo Oficio. En agosto Beatriz de Chaves, la primera novicia en ingresar en el convento de Sevilla, y Margarita de la Concepción, que al parecer estaba enamorada de su director espiritual, acu- saron ante la Inquisición a la priora de diversos delitos heréticos, a Teresa y al padre Gracián de iluminismo y a sus compañeras de llevar “una vida de ora- ción perniciosa y viciada por el mal espí- ritu”. El tribunal de la Inquisición, tras apreciar numerosas contradicciones entre las denunciantes, no admitió la acusación, considerando infundado y falso el memorial difamatorio. Las mon- jas se retractaron y el 3 de mayo de 1579 el tribunal dictó sentencia contra las acu- sadoras. Finalmente obtuvieron el per- dón de Teresa. En 1586, con el apoyo de Juan de la Cruz, la comunidad se trasladó al actual convento de San José, conocido popularmente en Sevilla como Las Tere- sas, en el barrio de Santa Cruz, un lugar más tranquilo y alejado del bullicio del puerto. Desde entonces la comunidad de carmelitas descalzas ha mantenido en este rincón sevillano el recuerdo de la Santa de Ávila. H Fueron los calzadas sevillanos que se oponían a la reforma de Teresa, quienes denunciaron
  • 27. DICIEMBRE 2015 25Experiencias Didácticas El Milenio del Reino de Almería Carlos Villoria Prieto Centro de Profesorado de El Ejido n 2014 se cumplió un milenio de la creación del reino independiente de la taifa de Alme- ría. En julio de 2014 Jairán, de origen eslavo y lugarteniente de Almanzor, ante la crisis del califato hispanoárabe proclamó una Almería independiente. Este hecho hay que contextualizarlo en la desintegra- ción del califato omeya de Córdoba. Esta desintegración comenzó durante el reinado de Hisham II (976-1013), nieto de Abdarrahmán III, que había dejado el poder en manos de hachib (primer ministro) Almanzor. Este último fue reforzan- do su poder, reduciendo el papel del califa. Recurrió a merce- narios berberiscos, que le eran completamente fieles, redujo el poder de los círculos palatinos, trasladó la administración a un nuevo palacio, Medina al Zahara, estableciendo una autentica dictadura militar que le obligaría a cosechar éxitos militares para sostener su poder. Las grandes campañas contra los cris- tianos tuvieron lugar durante las dos últimas décadas del siglo X, en que saquearon Zamora, Barcelona, Coimbra, León, cul- minando con la expedición de 997 en que asaltaron Santiago. En los años siguientes continuaron las incursiones por tierras de Navarra y Castilla, hasta morir Almanzor en una de ellas, en Medinaceli, en 1002. A su muerte le sucedió su hijo Almu- zaffar, y a este su hermano Abdarrahmán Sanchuelo, que for- zó ese mismo año al califa omeya Hisham II a que le nombra- ra a él y a sus descendientes herederos. Su asesinato condujo a un largo periodo de luchas civiles (1009-1031). La falta de prestigio hizo propagar la idea de usurpación del poder califal, así, en febrero de 1009, un biznieto de Abdarrahmán III, Muhadmmad II, que había elimina- do a Abdarrahmán Sanchuelo, desterró a un grupo de eslavos amiríes, entre los que desta- caba Jayrán Al.Amirí, un antiguo esclavo de ori- gen eslavo al que Almanzor había ascendido a general, y que eran leales a Hisham II, asentándose en las zonas orientales del califato, dominando Almería, Murcia y Orihuela y Valencia. En noviembre de ese mismo año Sulaymán al-Mustaín, tam- bién biznieto de Abdarrahmán III, derrotó a Muhadmmad II, haciéndose con el poder. Estos dos personajes continuaron su lucha hasta el año 1013 en que muere asesinado Hisham II, el califa ya no controlaba el territorio andalusí, surgiendo ese año la taifa zirí de Granada. Al entrar los bereberes en Córdoba, Jayrán huye a Ori- huela, donde preparó una hueste de soldados de fortuna, con los que emprendió la conquista de Almería. Para consolidar su poder en el levante peninsular, Jayrán se encaminó a la ciu- dad, cuya región había sido tomada por el también eslavo Aflâh con ayuda de los beréberes, apoderándose de la ciudad en julio de 1014. Almería originariamente en el siglo IX había sido en barrio marítimo de la República de Bayyana. En esta época Almería tenía una torre vigia en el espacio de la actual alca- zaba, que controlaba la bahía. Este es el origen del nombre, al-mariyyat Bayyana, la atalaya de Bayyana. La ciudad cada día aumentaba su población y el comercio en torno al puerto, por eso Abdarrahmán III el año 955 le da el estatus de ciu- dad, y se manda fortificar la ciudad, la erección de una mez- quita, y la construcción de una gran fortaleza para proteger la ciudad de los ataques de los piratas. La ciudad se convertirá en el principal puerto de Al-Andalus, y sede de la flota cali- fal. El almirante de la flota califal era una de las personas más importantes e influyentes, por eso cuando Almanzor se hizo con el poder en al-Andalus mató al almirante y se hizo con el patrimonio de este. Con Jayrán la prosperidad de Almería tomo alas, aumentando constantemente su población, atrayendo nuevos moradores de Córdoba, que huían de la crisis económica y de E
  • 28. DICIEMBRE 2015 26 Experiencias Didácticas la inseguridad de esta ciudad. También se aprovechó Almería de la decadencia de Bayyana (Pechina), absorbiendo a la mayor parte de su población. Con este crecimiento económico y demográfico se tuvieron que ampliar las líneas de muralla de la ciudad, construyéndose el lienzo que pasa por el cerro de San Cristóbal. La ciudad tenía 30.000 habitantes que vivían de la actividad industrial que generaba el puerto. La ciudad estaba constituida por tres recintos, la alme- dina, el central, que constituia el centro religioso, político y económico. Aquí estaba la mezquita mayor, la alcaicería y las atarazanas. Otro de los recintos era el barrio de al-Musalla u Oratorio, que estaba al levante, este barrio surge gracias a la pujanza demográfica y es fortificado por Jayrán. Constaba de tres puertas, siendo la de Pechina, junto a la actual Puerta Pur- chena, uno de los centros neurálgicos de Almería y la princi- pal entrada a la ciudad. El otro barrio, situado a poniente era el de al-Hawd, o la Hondonada. Jayrán promovió otras obras en la ciudad destacando la mezquita mayor, que la amplió. La mezquita de Almería era enorme, con siete naves de oración, desafortunadamente solo nos ha llegado a la actualidad el mihrab, hoy en día for- mando parte del muro de la iglesia de San Juan. Otra obra destacada de Jayrán fueron los aljibes de la ciudad, hoy con- servados en parte, junto a la puerta de Pechina. También construyó la acequia que alimentaba estos aljibes, desde las fuentes de Alhadra. Jayrán murió la noche del día 31 de mayo de 1028 sin haber concluido todas estas obras.. Según el geógrafo de Dalí- as (Almería) al-Udri, coetáneo de estos hechos, fue un monar- ca preocupado por el bienestar de sus súbditos. Su labor la continuaría su sucesor Zuhayr, también de origen eslavo y general de Almanzor, quien tuvo que luchar contra Musallán, también eslavo para suceder a Jayrán. Desarrolló complicadas alianzas con el fin de aumentar el decadente poder de la mino- ría eslava en el Levante peninsular. En su breve reinado, la tai- fa almeriense alcanzó la máxima extensión territorial al apode- rarse de Córdoba (1034), si bien por poco tiempo, y sería reco- nocido como señor en Játiva, Jaén, Baeza y Calatrava. Murió en 1034 intentando conquistar el reino de Granada, y con su muerte acaba el poder eslavo en al-Andalus y se cierra el ciclo histórico de la influencia amirí. Cuando Zuhayr murió en el campo de batalla, los nota- bles de Almería eligieron a un miembro de la familia Banú Ramîmî para dirigir los destinos de la ciudad. Pero los eslavos eran aún influyentes, así que, al poco, tomó el poder el rey de Valencia, Abd al-Aziz al-Mansur, hijo de Sanchuelo y nieto de Almanzor, dejando a su cuñado Abú l-Ahwas Man como gobernador en el año 1041. Man al año siguiente aprovechó la rebelión de Lorca, Játiva y Jódar contra al- Mansur para pro- clamar su independencia. Su hijo Almotacín, se declaró rey de Almería en1054, inaugurando el periodo más largo de estabi- lidad en un siglo muy agitado. Almotacín, denominado el rey poeta, reinó hasta el año 1091, creando el más importante núcleo cultural de Al-Andalus, con el mecenazgo de literatos, filósofos, poetas y artistas. Construyó en la Alcazaba un mag- nífico palacio donde organizaba veladas literarias con los inte- lectuales llegados a Almería. Almería era conocida por los geógrafos árabes como la “Puerta de Levante”, por la gran importancia de los puertos que eran las puertas de Al-Andalus que conectaban la penínsu- la ibérica con gran parte del Magreb y con Oriente, intercam- biando mercancías entre las que estaban la cultura, las corrien- tes literarias y de pensamiento. Económicamente en Almería
  • 29. DICIEMBRE 2015 27Experiencias Didácticas destacaban los artesanos, la industria de la seda, la del mármol, destacando las canteras de Macael. Uno de los negocios más lucrativos del puerto era el comercio de esclavos, no es de extrañar que el propio Jayrán llegase a Al-Andalus como esclavo a través del puerto almeriense. Fruto de esa situación estratégica y su papel de gran puerto comercial con el norte de África y el próximo oriente, competía en el Mediterráneo con genoveses y catalanes. El rey leones Alfonso VII, coronado en la Catedral de León como Imperator totius Hispaniae, capitaneó el llamamiento a cruza- da convocado por el Papa Eugenio III con la excusa de luchar contra los infieles y acabar con la piratería, la realidad era que el objetivo era económico, se trataba de acabar con la rivalidad comercial de las puertos cristianos. Tras tres meses de asedio la ciudad cayó en manos de las tropas cristianas en octubre de 1147. En 1157, los almoha- des recuperaron el control de la ciudad de Almería y Alfonso VII parte para intentar reconquistarla. Fracasa en el intento y cuando regresaba a León muere el 21 de agosto. Este breve periodo de dominio cristiano acabó con el esplendor almerien- se, la ciudad fue saqueada, perdió gran parte de la población y su red de contactos comerciales. Durante los siglos XIII y XIV Almería se integra dentro del sultanato nazarí de Granada. El Milenio del reino de Almería se empezó a celebrar en junio de 2014, continuando los actos durante el año 2015. El primer impulso para esta celebración parte de la Asociación de Amigos del Milenio de Almería, que hizo que tanto la sociedad almeriense como las instituciones se movieran y empezaron a diseñar actividades para esta conmemoración. Desde la Junta de Andalucía, y la entonces consejería de Educación Cultura y Deporte se hizo un importante esfuer- zo para difundir esta efeméride, la pena es que fue con muy poco presupuesto. Desde los Centros del Profesorado, se organizaron en el mes de octubre de 2014 unas jornadas pro- vinciales para motivar al profesorado a trabajar el Milenio y darle difusión. Se realizó una iniciación al significado históri- co de la creación del reino taifa de Almería a comienzos del siglo XI y se abordó el reto didáctico que supone para los cen- tros educativos, planteando estrategias didácticas y conocien- do experiencias propuestas desde centros educativos de la provincia de Almería en relación con el Milenio. Como con- tinuación a este trabajo desde los tres CEP de la provincia se organizó un cuso en cada una de sus sedes para seguir profun- dizando en la temática. En el mes de junio de 2015 se celebró en el museo de Almería a modo de colofón una feria de expe- riencias donde los centros educativos de la provincia expusie- ron sus prácticas educativas para conmemorar esta efeméride. Como complemento a la formación del profesorado la conse- jería de Educación, Cultura y Deporte en colaboración con los CEP de la provincia de Almería publicó una guía del alumno para explicar el Milenio del Reino de Almería, coordinando su edición los hesperidianos Alfonso Ruiz García y Valeriano Sánchez Ramos. La delegación Territorial de Educación, Cul- tura y Deporte creó una página donde aloja material didáctico e información sobre actividades educativas. La dirección es: milenio.cepindalo.es Como complemento a esto desde el museo de Almería se ha organizado una magnífica exposición “Al Mariyya. Puer- ta de Oriente”, que ofrece un recorrido por el pasado islámico de la ciudad - desde el año 711, con la llegada de los primeros musulmanes, hasta la definitiva expulsión de los moriscos, en el siglo XVI - a través de cerca de 350 piezas arqueológicas. Desde el resto de instituciones de la provincia se han organizado distintas actividades, destacando el Instituto de Estudios Almerienses (IEA), que ha publicado La conquista de Almería, una comedia del Siglo de Oro de autor desconocido que narra la conquista de la ciudad por Alfonso VII. El IEA ha colaborado con diferentes asociaciones para conmemorar el Milenio, así con la Asociación de Amigos de la Alcazaba está preparando el libro, el Reino de Almería, mil años de historia. Con la asociación Louis Siret de amigos/as del museo de Almería se organizaron unas jornadas centradas en la arqueo- logía urbana de Almería de época islámica. Con la Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, se organizaron distintas activi- dades como la organización de ciclos de conferencias, una sobre el Sufismo y otra sobre cultura y civilización andalusíes. A pesar del poco presupuesto del que ha gozada la cele- bración del Milenio, la implicación de las distintas asociacio- nes de Almería y de sus instituciones ha logrado dar a conocer esta efeméride entre la sociedad almeriense. H Desde la Junta de Andalucía y la entonces Consejería de Cultura y Deporte se hizo un impor- tante esfuerzo para difundir esta efemérides
  • 30. 28 Congresos Los nacionalismos en la enseñanza de la Historia en Educación Secundaria Iván Maldonado Requena y Pedro Martínez Gómez I.E.S. Alhambra (Granada) I.E.S. Alborán (Almería) a cuestión nacionalista ha irrumpido con fuerza en el debate político y social poniendo en cues- tión la unidad de España como país. Se trata de una temática que a diario incita a que diferentes actores sociales viertan sus opiniones defendiendo en ocasiones pos- turas alejadas del necesario rigor histo- riográfico. Se trata de una problemática social con una importante presencia en nuestras aulas de Secundaria y Bachille- rato, en la que nuestro alumnado se hace eco de distintas interpretaciones. Desde Hespérides creíamos que debíamos reunirnos para enriquecernos y reflexionar juntos sobre el tema. Con esta intención celebramos en febrero de 2015 el Congreso Extraordinario: “La enseñanza de los nacionalismos en la Educación Secundaria”. La programación del congreso se centró en dos grandes ejes: reflexiones historiográficas sobre la cuestión nacio- nalista en la España contemporánea y el análisis de cómo se trabaja el nacionalis- mo en las aulas de instituto. Para abordar la cuestión naciona- lista invitamos a un grupo de destacados profesores universitarios procedentes de distintas universidades españolas que nos ofrecieron una visión complementa- ria del tema. El profesor Santos Juliá se centró en el análisis de tres conceptos fundamentales para situar el tema: nación, nacionalidad y región en la España del siglo XX. Los profesores Borja de Riquer y Fernando García de Cortázar nos ofrecieron dos visiones contrapuestas. De Riquer puso de mani- fiesto las relaciones entre Cataluña y España a lo largo de la historia, centrán- dose en la situación actual conocida por todos. García de Cortázar justificó el sentimiento que justifica España como nación. Este bloque se completó con la intervención del profesor Leandro Álva- rez Rey que reflexionó sobre la evolu- ción del nacionalismo andaluz. Para completar el primer bloque, contamos con la profesora Inmaculada Cordero que hizo un preciso relato sobre la cuestión nacionalista en los manuales de historia en secundaria desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. A tra- vés de una mesa redonda, un grupo de profesores de instituto en activo expusie- ron diferentes propuestas. José Manuel Navarro se centró en el uso del dossier de prensa, María Dolores Sánchez en la Historia de Francia y España en Bachi- bach, Manuel J. Fernández en el uso de las TIC y Francisco J. Merchán en la innovación de la enseñanza de la Historia en España. El congreso se completó con una visita al Centro de Estudios Andaluces, donde los profesores Salvador Cruz y Manuel Peña expusieron la labor de investigación y divulgación que realiza esta institución. Para la organización de este con- greso extraordinario, Hespérides contó con la colaboración del Departamento de Historia Contemporánea de la Uni- versidad de Sevilla, el Centro de Estu- dios Andaluces y la Consejería de Edu- cación, Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía. Las editoriales ANAYA y VICENS VIVES se unieron una vez más a Hespérides para llevar buen puerto este congreso.L H Se trata de una problemática social con una importante presencia en nuestras aulas
  • 31. DICIEMBRE 2015 29Congresos XXIII Jornadas de Perfeccionamiento. Andalucía y América en el Barroco. Entre lo sagrado y lo profano Francisco Javier Gutiérrez Núñez I.E.S. López de Arenas. Marchena (Sevilla) l pasado mes de noviembre, los días 5, 6 y 7, tuvieron lugar las XXIII Jornadas de Perfec- cionamiento, organizadas por la Asociación HESPÉRIDES. Se celebraron en las localida- des de Écija y Fuentes de Andalucía. En su organización y desarrollo hemos contado con la colaboración de sus respectivos Ayuntamientos, así como con del Grupo ANAYA, gracias a la cual tuvimos la presencia del profesor Jesús Miguel Palomero Páramo, dispusimos de mate- rial de trabajo y un espléndido cartel anunciador de las mismas. En la tarde del jueves 5 de noviembre tuvo lugar la recepción de los participantes en el Palacio de Benamejí (Éci- ja). Las actividades se desarrollaron en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. En la apertura estuvo presente D. David García Ostos, Alcalde de Écija, y D. José Virgilio Sánchez, Presidente de HESPÉRIDES. Ambos dieron la bienvenida a los asistentes, y a continuación tomó la palabra D. Jesús Miguel Palomero Páramo, Catedrático de Historia del Arte (Universidad de Sevi- lla), cuya conferencia se tituló “La originalidad del Barroco en Écija y su aportación al Arte Español e Hispanoamericano”. Puso de manifiesto distintos aspectos del patrimonio y urbanis- mo ecijano, que se exportaron allende los mares, a la América española. Terminada la misma, se produjo el traslado a la Igle- sia de los Carmelitas Descalzos, donde asistimos a un Concier- to de órgano a cargo de Ana Belén García, con el acompaña- miento del Coro de Cámara Polymnia (Écija). En la mañana del viernes 6 nos desplazamos a la cerca- na localidad de Fuentes de Andalucía. Igualmente nos recibió D. Francisco Martínez, Alcalde de la localidad. y D. Héctor Ramos Silgado, moderador de las intervenciones de la maña- na, dio paso a la intervención de D. Rafael Morales Mora. Como alma máter de “Adarve Patrimonio Cultural”, abordó su experiencia empresarial en la creación, gestión y promoción de varias rutas de visitas guiadas en Carmona. Insistió en la diferencia de planteamientos de conceptos entre el guía turís- tico de masas que encontramos en muchas ciudades andaluzas, y las visitas guiadas escolares. Tras su experiencia personal apuesta por el modelo de visitas personalizadas y adaptadas al colectivo de que se trate, gracias a lo cual cada tipo de visita recibiría un tratamiento y atención distinto en función del per- fil del público asistente. La conferencia del profesor D. Fernando Quiles García (Universidad Pablo de Olavide), tuvo la inspiración de un ver- so de Rubén Darío, y se tituló: "En el latir del agua insomne… de un mar como en sí mismo derramado. Y desde las Indias... un arte con el que se construyó el barroco andaluz". Puso de manifiesto las relaciones sociales y artísticas que mantuvieron Andalucía y América en los siglos XVII y XVIII. Resaltó la importancia de Sevilla como lugar de intercambio artístico entre el Viejo y el Nuevo Mundo, insistiendo sobre todo en las aportaciones americanas. De este trasiego lo más conocido ha sido siempre los envíos de obras andaluzas a América, pero en los últimos años él mismo ha estudiado el tráfico de obras indianas desde la perspectiva de la historia social, económica y de las mentalidades. Estos planteamientos le han permitido, a la luz de la documentación de los Protocolos Notariales de Sevilla, reconstruir el consumo doméstico de obras de arte y otras piezas de procedencia americana. Estas obras, fundamentalmente esculturas, pinturas y muestras de artes suntuarias (platería y otras técnicas como el arte plumaria y los enconchados) estaban destinadas al adorno de los interiores domésticos, que adquirían un novedoso aspec- to gracias al "boom" de estas piezas americanistas. Como eran E H Apuesta por el modelo de visitas personalizadas y adaptadas
  • 32. DICIEMBRE 2015 30 Congresos obras nunca vistas por estas latitudes, se puso de moda una ver- dadera fiebre coleccionista que afectó no sólo a las clases pudientes, sino que también pudieron ser adquiridas, lógica- mente en menor grado, por las clases más modestas, pues para estos sectores más desfavorecidos existían piezas más baratas y asequibles pero igualmente novedosas. De ahí que Quiles utili- zara la expresión "lo mejor de cada casa" para etiquetar a ese conjunto de piezas de procedencia americanista que causaron furor en la Sevilla y Andalucía de la Edad Moderna. Sin embar- go, no son muchas las piezas conservadas en la actualidad, por lo que hay que recurrir a la documentación para la reconstruc- ción ideal de estos interiores domésticos. Para cerrar la mañana intervino D. Ignacio Herrera, Director de la Real Maestranza de Caballería de Ronda y de EUSTORY en España, explicando los objetivos de éste pre- mio de investigación histórica vinculado con la Enseñanza Secundaria. Dª Inmaculada García Torres (IES San Fulgencio, Écija), fue la Tutora del trabajo “Un paseo por la Écija ame- ricana”, 2º premio EUSTORY España, del año 2015. Las autoras del mismo son Alba Cruz Roja, Estrella María Díaz González e Isabel Martínez Jiménez. Inmacu- lada y Estrella expusieron que se trataba de un trabajo de rastreo de las huellas de las relaciones entre Écija y América, basado en mane- jo de bibliografía, especialmente local, y algo de consulta de archi- vos. Se rescataron varios aspectos: La emigración de ecijanos a Amé- rica, la huella de Écija en América y las huellas de vuelta en Écija. La visita al Centro de Inter- pretación del Barroco, y al urbanis- mo de la localidad fontaniega pusieron el punto final a la maña- na. Tras el almuerzo, se retomó el día con la visita al Castillo de la Monclo- va, en la actualidad del Duque del Infanta- do, un marco arquitectónico impresionan- te que alberga un rico patrimonio artístico. De vuelta a Écija, el Doctor D. Sal- vador Hernández González (Red Visibilia – UPO), guió la visita de la iglesia de la Limpia Concepción de Nuestra Señora de Écija, más conocida como iglesia de Los Descalzos, que se encuentra a intramuros de esta localidad. Esta iglesia perteneció al convento de los Padres Carmelitas Descal- zos desde su fundación en 1591 hasta la desamortización. La restauración integral de la iglesia a cargo de la Consejería de Cultura (Junta de Andalucía), recibió los Premios Europa Nostra de 2010. En la mañana del sábado 6 de noviembre, se celebró la Mesa Redonda titulada “Cervantes y Andalucía. Comisario al Servicio de Su Majestad”. La razón de ser de ella, era “hacerle un guiño” a la efeméride de la publicación en el año 1615 de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, en la imprenta de Juan de la Cuesta (Madrid). El día y las Jorna- das se cerraron con una visita organizada en tres grupos guia- dos por Sandra Laguna y Nieves Dugo (Local look tours). H “Lo mejor de cada casa” para etiquetar ese conjunto de piezas
  • 33. 31Noticias Hesperidianas “Cervantes y Andalucía. Comisario al Servicio de Su Majestad” Francisco Javier Gutiérrez Núñez I.E.S. López de Arenas. Marchena (Sevilla) n el marco de las XXIII Jornadas de Perfeccio- namiento (Andalucía y América en el Barroco. Entre lo sagrado y lo profano), celebradas en Écija y Fuentes de Andalucía, el pasado noviembre 2015, tuvo lugar una Mesa Redonda titulada “Cervantes y Andalu- cía. Comisario al Servicio de Su Majes- tad”. La razón de ser de ella, era “hacer- le un guiño” a la efeméride de la publica- ción en el año 1615 de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, en la imprenta de Juan de la Cuesta (Madrid). D. Valeriano Sánchez Ramos, destacado investigador del Reinado de Felipe II y Delegado de HESPÉRIDES por Almería, intervino en primer lugar. Abordó la importancia que tuvo para Cervantes y el "mundo cervantino" el ámbito y la cultura de la Andalucía oriental, representada por el Reino de Granada. Los conocimientos que tenía Cervantes sobre la sociedad morisca, son patentes en la obra quijotesca con el famoso "Morisco Ricote". Y ello tam- bién lo reflejó en su posterior produc- ción novelesca. Se ha comentado que le provenía de su participación en Lepanto y de haber sido prisionero de las cárce- les norteafricanas. El profesor Sánchez Ramos puso de manifiesto que este conocimiento de la problemática morisca provenía, no sólo por su presencia física en el Valle almeriense del Almanzora en la década de 1590 como Comisario, sino porque mucho de lo que sabía del alzamiento morisco lo escuchó de boca de muchos de sus compañeros de los Tercios, tal y como se refleja en algunos pasajes del propio Quijote. No hay que olvidar que Cervantes embarcó en la galera Marque- sa, al mando de Miguel de Moncada, en la compañía del Capitán Urbina, dos personajes que están perfectamente documentados con su participación en la represión del alzamiento alpujarreño con los tercios. Por otro lado valoró muy positi- vamente la importancia de la historia local, fundamental para desvelar la mul- titud de matices que la obra cervantina tiene y que sigue sorprendiendo por su riqueza de matices en la pluralidad de escenarios -geográficos y humanos- que conoció y en los que participó. Mucho más allá de las precisiones de la cultura manchega que a veces con demasiada insistencia se marcan, Andalucía y el mundo andaluz subrayó mucho su per- sonalidad y su obra. Ese "mundo cer- vantino" al que se refirió en el inicio de su intervención. D. José Cabello Núñez, Archi- vero Municipal de La Puebla de Cazalla (Sevilla) e Investigador local intervino en segundo lugar. En los últimos años ha rastreado el paso de Cervantes por Sevi- lla y su Reino. En su haber se cuenta el hallazgo y posterior publicación entre los años 2014 y 2015 de seis nuevos documentos cervantinos hasta entonces inéditos, indagando en los Protocolos Notariales de La Puebla de Cazalla y Sevilla capital, así como en el Archivo General de Indias. Una documentación que ha per- mitido documentar la presencia de Miguel de Cervantes en diversos lugares de la provincia de Sevilla ejerciendo su labor como Comisario Real de abastos entre el 21 de febrero y el 28 de abril del año 1593, sirviendo a la Corona para el abastecimiento de los galeones de la Flota de la Carrera de las Indias. Hasta ahora se desconocía el paradero y activi- dad de Cervantes en dicho periodo de tiempo, así como su vinculación y rela- ción con el proveedor general Cristóbal de Barros y con la bizcochera sevillana doña Magdalena Enríquez. Ambos han podido ser agregados a la relación de personas que forman parte de la biogra- fía de Cervantes. E H sirviendo a la Corona para el abasteci- miento de los galeones de la Flota de la Carrera de las Indias
  • 34. DICIEMBRE 2015 32 Noticias Hesperidianas Durante su intervención, José Cabello expuso someramente el conteni- do de los citados documentos y dio a conocer el descubrimiento por su parte de otros también inéditos, entre ellos la carta de pago otorgada por doña Magda- lena Enríquez el 28 de marzo de 1594, de haber percibido en nombre de Miguel de Cervantes el salario que a éste le adeudaba la Casa de la Contratación de Sevilla por su labor como Comisario Real de abastos en la referida comisión de 1593. Mostró otros testimonios de diversa índole que pueden confirmar la relación de amistad de Cervantes con doña Magdalena Enríquez, próspera comerciante y dueña de hornos de bizco- cho, y de ésta a su vez con Tomás Gutié- rrez, cómico, amigo personal y protector de Cervantes, con quien compartía vecindad en la calle Bayona de Sevilla. Por último puso de relieve posi- bles relaciones con otros bizcocheros, Comisarios de abastos, mercaderes, capitanes de navío, maestres de la plata, oficiales de la Casa de la Contratación y otras personas del mundo del comercio, de las finanzas y del teatro; cuyos nom- bres figuran en dichos documentos y con los cuales probablemente Cervantes hubo de tener algún que otro trato profe- sional o personal durante su prolongada estancia en la capital hispalense. La intervención final estuvo a cargo de D. Julio Mayo Rodríguez, Archivero Municipal de Los Palacios y Villafranca y también Investigador Local, que ha desarrollado estudios sobre la importancia histórica de Utrera a lo largo de la Edad Moderna. En su exposición comentó que hasta la fecha, son escasos los documentos firmados por el mismísimo Miguel de Cervantes que prueban su estancia personal en muchos de los pueblos de Sevilla, así como buena parte de Andalucía occiden- tal y oriental. En el cumplimiento de su come- tido como Comisario Real, dejó rastro de su actividad administrativa, requi- sando trigo y víveres para abastecer a los soldados y embarcaciones de la Armada española. A lo largo del 2015, localizó un documento que situó al escritor en un mesón de Utrera, otorgán- dole poderes a un arriero para que, en su nombre, cumpliera con el encargo de portear cantidades de trigo a varios pue- blos de la campiña. De su mismo puño y letra dejó don Miguel estampada su rúbrica en una escritura notarial que según Mayo Rodríguez, tras analizarla pormenoriza- damente, ayuda a valorar una serie de detalles concernientes a su oficio de Comisario Real. Un documento que des- vela la identidad de diversos integrantes de la amplia red de colaboradores de la que tuvo que valerse para poder operar por tantísimos lugares, dentro de un ámbito geográfico extensísimo. Gracias a otros documentos sus- critos por el propio Cervantes en Sevilla sabemos que nunca abandonó su voca- ción de escritor y que se acostumbró, en aquellos años que deambulaba por Andalucía de pueblo en pueblo, a mante- ner su medio de vida intelectual en el reposo de un mesón, y no en el despacho de una oficina. Este nuevo documento se incorpora así al repertorio documental cervantino, el cual ayudará a compren- der mejor la dimensión de un personaje que tuvo la gran habilidad de simultane- ar el oficio de Comisario con su pasión de escribir comedias y novelas.H dejó don Miguel estampada su rúbrica en una escritura notaria