Los rayos X son una forma de radiación electromagnética que se utilizan para generar imágenes médicas de los tejidos y estructuras dentro del cuerpo. Se usan comúnmente para diagnosticar fracturas, tumores y otras condiciones, y también se emplean en procedimientos terapéuticos como la radioterapia contra el cáncer. Aunque los rayos X mejoran el diagnóstico y tratamiento médico, también representan un pequeño riesgo de cáncer debido a la radiación ionizante que producen.