Este documento discute la psicología de los medios de comunicación y las redes sociales. Analiza cómo los medios como la televisión pueden influir en la organización psíquica de las personas al fomentar la pasividad sobre la reflexión. También examina cómo los reality shows y la publicidad a menudo apuntan a satisfacciones primitivas y pueden socavar la identidad cultural. El documento sugiere que los psicólogos deberían asesorar a los medios para un manejo más responsable de la información.