Los recursos renovables incluyen energías como la solar, eólica e hidroeléctrica, así como materiales como la madera y biomasa, que pueden regenerarse de forma sostenible. Algunos recursos renovables como el agua dulce y la madera deben usarse cuidadosamente para no exceder su capacidad de renovación. Por otro lado, los combustibles fósiles como el petróleo, carbón y gas natural no son renovables, ya que su formación requiere millones de años y su uso actual los agota rápidamente.